La Semana Santa es un periodo que conmemora, como bien se conoce sobre todo desde el punto de vista de la religión católica, la muerte y resurrección de Jesucristo, que se celebra principalmente en países en donde existe el predominio de la iglesia católica, en donde toda una semana se celebran actos religiosos 7 días, desde el domingo de ramos hasta el domingo de resurrección.
Pero también la Semana Santa es un periodo en el cual las personas aprovechan para descansar y/o recrearse. Para el caso de Republica Dominicana, donde predomina más de un 40% de empleo es informal, las únicas vacaciones que tiene este segmento de la población que vive de la economía informal es en semana santa, pero también quienes son parte de la economía formal también, aunque tienen sus vacaciones en otro periodo del año, aprovechan esos días, ya sea para participar en los ritos religiosos o para recrearse.
Es por la razón antes señalada que el turismo interno tiene temporada alta para Semana Santa y los hoteles tipos resort, casas de hospedajes y sistemas Airbnb (plataforma virtual para reservar alojamiento), aumentan sus precios hasta más del 50% con relación a otros periodos del año; pero también aumenta la demanda de negocios, tanto formales como informales, de los lugares más frecuentados donde existen playas, ríos y montañas.
Aunque es una oportunidad aprovechar los días de asueto de Semana Santa para un merecido descanso (pasarse esos días en área de playa, ríos, campos) es adecuada la ocasión para hacer algunas recomendaciones a las familias para que luego de terminar esa semana no haya motivo para lamentar:
En primer lugar, es recomendable evitar en la medida de lo posible recorrer largas distancias por carreteras, pues para esos días de asueto se encuentran muy congestionadas, lo que aumenta la probabilidad de ocurrencia de accidentes lamentables.
Por eso, si se va a aprovechar para vacacionar se debe escoger lugares que se encuentren lo más cerca posible del lugar donde vive. En caso de que por alguna razón le toque ir a un lugar distante, debe tomar la precaución, por experiencia propia se lo cuento, sobre todo si tiene transporte propio, debe salir el miércoles o el jueves en horas de la mañana, en caso de que sea el viernes santo en horas de la mañana; para el retorno salir del lugar de destino el domingo en la mañana, que el tránsito es menor que en horas de la tarde.
En segundo lugar, como ya hemos pasado por dos años en los cuales, como resultado de la pandemia del COVID-19, hemos sido afectados además desde el punto de vista de la salud, por situaciones económicas adversas, se debe ser prudentes con respecto a los gastos en comidas y bebidas, así como de compra en exceso de objetos para usarlos en los días de vacaciones, para que así en los meses por venir no afecte el presupuesto familiar, sobre todo en esta coyuntura en donde existe volatilidad en los precios de los bienes y servicios, por efecto de la situación internacional tanto en los precios del petróleo, materias primas, para la producción de alimentos de consumo final y el transporte y que podrían aumentar los mismos en el futuro inmediato, que se agregaría a los precios inflados que ya de por si tenemos en la República Dominicana.
Tenemos derecho a descansar y recrearnos, pero debemos hacerlo con prudencia, para lograr el bienestar de nuestras familias a futuro. Que esta Semana Santa sea una oportunidad para que se estrechen las relaciones familiares, de amistades y aumente el amor por la naturaleza, cuidando nuestros recursos naturales.