En 1956 Inglaterra, Francia e Israel, invadieron Egipto en represalia porque Nasser nacionalizó el Canal de Suez. Eisenhower condenó la invasión e impuso sanciones a Inglaterra que desplomaron la libra esterlina. Procurando una solución diplomática Khruschev amenazó con ataques nucleares a Londres y París. Khruschev hizo esa apocalíptica amenaza nuclear defendiendo la territorialidad de Egipto. Putin y los suyos hacen sus cotidianas amenazas nucleares intentando consagrar la violación de la totalidad del territorio de Ucrania.
Los temas nucleares antes eran tabú y ahora se discuten abiertamente. En abril 14 la reputada publicación alemana “Spiegel Internacional” publicó un artículo titulado “El debate sobre la disuasión nuclear se calienta en la UE”, subtitulado “Una bomba europea”.
Allí se señala que Rusia posee “estacionadas, almacenadas o retiradas” 5,977 ojivas nucleares, Estados Unidos 5,428, China 350, Francia 290, Gran Bretaña 225, Pakistán 165, India 160, Israel 90, y Corea del Norte 20. Después de salir Gran Bretaña, la Unión Europea sólo cuenta con 290 ojivas y el poder de disuasión nuclear de la OTAN reside en el armamento de Estados Unidos “que posee alrededor de 5400 ojivas nucleares de diversa potencia, disponibles de diferentes maneras: misiles balísticos intercontinentales, bombarderos furtivos y misiles de crucero…”.
Pompeo y Bolton convencieron a Trump de no abandonar la OTAN, pues Europa quedaría desvalida. Spiegel insinúa que con un posible retorno de Trump Europa podría flaquear. Agrega que para Europa “La dependencia de las armas nucleares estadounidenses podría ser, en última instancia, más peligrosa que la dependencia del gas ruso. Putin tiene el cuarto ejército más grande del mundo, con 900,000 soldados. Mientras tanto, … Alemania tiene solo 180,000 soldados”.
En los años 50 el canciller alemán Konrad Adenauer planeó construir una bomba junto con Francia e Italia y en 1957 se firmó un acuerdo secreto con ese fin. La idea se frustró porque De Gaulle tomó el poder y decidió que Francia desarrollara sus propias armas nucleares. Así se enterró el plan de una bomba europea, que ahora parece resucitar como reacción a Putin.
Francia podría no ser un disuasivo suficiente para Putin pues tiene menos de 300 ojivas que se dispararían desde 4 submarinos de los cuales sólo 2 están siempre disponibles. Además, solo tiene armas nucleares estratégicas de máxima potencia, no “armas tácticas más pequeñas… que puedan usarse para obligar a un adversario a rendirse”, o sea “escalar para desescalar”. Se indica que Rusia podría haber “previsto la posibilidad de un ataque nuclear limitado” que debería ser contraatacado con “flexibilidad” para lo cual hay que contar con una gama de armas nucleares como Estados unidos que “posee 18 submarinos clase Ohio de propulsión nuclear, cada uno de los cuales tiene la capacidad de disparar 24 misiles balísticos intercontinentales”.
En 1966 De Gaulle sacó a Francia de la estructura de mando militar de la OTAN. Volvió “43 años después bajo el presidente conservador Nicolás Sarkozy”. Todavía hoy “no forma parte del grupo de planificación nuclear de la OTAN, que elabora escenarios de despliegue de armas nucleares”. Prosigue Spiegel: “esto por sí solo demuestra lo complicado que será poner las armas nucleares francesas al servicio de Europa”
La invasión de Putin y sus amenazas sepultaron el espíritu de no proliferación de armas nucleares. En lugar de invertir en educación y salud las potencias ya iniciaron una incontenible carrera armamentística que durará muchas décadas.