¡Andy está en la cosa! Luego de mi seudo-debate sostenido en las «Divagaciones» del lunes 4.4.22 descubro que Andy, el de la Fundación Economía y Desarrollo publicó La impaciencia de Fukuyama el sábado anterior en El Caribe y disponible en el Twitter siguiente: https://twitter.com/AndyDauhajre/status/1510754784994865161?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Etweet .

Y me llamó la atención el texto in totum, ya que era mi deseo escribir con tanto desahogo como lo hizo mi colega. Pero, apuesto a lo que dijo, porque se ve que hemos estado siguiendo al viejo Fukuyama desde hace tres o cuatro décadas y sabemos de sus avances y retrocesos en su pensamiento “neocon” con que lideró hasta el “federalismo comunitario” en el que anduvo hasta la etapa “ciborg” en la que andaba metido, según mis fuentes bibliográficas. Últimamente, mantiene un boletín divulgador de sus propias ideas, Americanʹs Purpose, disponible en el siguiente enlace: https://www.americanpurpose.com/authors/francis-fukuyama/

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El Dr. Dauhajre rememora la frase triunfalista del nissei cuando en 1989 cayera el Muro de Berlín: “¡El totalitarismo perdió! ¡La democracia ganó!”, y que analiza la relatividad de esta aseveración, ya que todos no somos demócratas liberales si no demócratas electorales, y muchos autócratas disfrazados y varios autócratas de larga data (iba a decir… desde siempre). Concuerdo con Andy en esta aseveración por lo que parece que desautorizamos al viejo Fukuyama con su vuelta al optimismo cuando afirma: ¡Rusia perdió absolutamente!

Dr. Andy Dauhajre

En su párrafo de conclusión, el Dr. Dauhajre dice: «Visto que los chinos, en los 4,092 años transcurridos entre la dinastía Xia (2070 a.C.) y la de Xi que se inició en el 2013, nunca han vivido en una democracia electoral, mucho menos en la democracia liberal que promueve Occidente, y conscientes que la democracia liberal es todavía un sistema político joven, con sus fortalezas y debilidades, Occidente debería exhibir la paciencia que no tuvo Fukuyama cuando dictaminó el reinado global de la democracia liberal. Los liberales occidentales debemos ser humildes, tolerantes, pacientes y, sobretodo, abiertos a escuchar de los orientales los argumentos en favor de sistemas políticos que a nosotros nos resultan aberrantes o inaceptables. Los verdaderos liberales son aquellos que están abiertos a escuchar las posiciones contrarias a las suyas y dispuestos a convivir en paz a pesar de las diferencias. Querer imponer o exportar a la fuerza la democracia liberal es una política fundamentada en la impaciencia, similar a la afectó a Fukuyama. No olvidemos las enseñanzas de Confucio cuando señaló que “La paciencia es el alimento de la tolerancia. La tolerancia es el alimento del amor. El amor es el alimento del perdón. El perdón es el alimento de la paz”. La coronación de la democracia liberal no está al doblar de la esquina. El peor error que podría cometer Occidente es tratar de forzarla imponiendo restricciones al comercio internacional, políticas que solo servirían para reducir el crecimiento económico y aumentar la pobreza. La historia nos enseña que, en tiempos económicos difíciles, como sucedió en los años 30, y de guerras heladas, las autocracias crecen como la hierba mala.»

Si China entra en la ecuación, ¿por qué Fukuyama se pone a aconsejar a China ya que esta desarrolla armas de “alta tecnología” y que no las ha puesto a prueba? ¿Por qué aconseja a Taiwán de prepararse como Ucrania reestableciendo el servicio militar obligatorio o es que entre los planes de desestabilización de  Rand Corporation, antiguo patrón de Fukuyama, para incluirlo en un informe de hace tres años que dice haber pronosticado los eventos ucranianos? Insisto, es una noticia tan falsa hasta que pruebe lo contrario. (Enlace de Rand: https://www.rand.org/ )

En este capítulo “calimocho” del artículo de Fukuyama parece faltar en el consejo futurológico  del Dr. Dauhajre. Aunque igual, me sigue faltando a mí también. Lo que más me atrevo a decir es que, de alguna manera, “Occidente” –nuevo nombre corporativo de estas “alianzas” guerreristas del siglo XXI– le hará un gambito para atrapar la “Reina” del juego, que parece ser China.

No alcanzo a ver más allá, porque no soy Nostradamus… ¡Gracias a Dios!