Resulta esencial analizar en forma urgente la problemática del sector agua, ya que se necesita cubrir los servicios de agua potable, producción agrícola, ganadería, etc., los cuales se incrementan día a día. Lograr el equilibrio no es tarea fácil y requiere de una gestión integral de cada sector, priorizando el del agua potable para consumo humano, pues el artículo 15 de la Constitución dice que “el consumo humano del agua tiene prioridad sobre cualquier otro consumo.” El agua es un recurso básico para la vida y se tienen que implementar políticas efectivas que aseguren su disponibilidad a futuro.

Muchos de los objetivos que se requieren alcanzar para el año 2030 no se conseguirán de no tomar medidas de inmediato. Se necesita impulsar la sostenibilidad a largo plazo, mediante políticas de Estado, para aspirar a una cobertura segura de los diferentes sectores.

Conseguir lo anterior, implica poner la atención en proteger y conservar los ecosistemas que son la fuente en cantidad y calidad de los cuerpos de agua. Sin embargo, por falta de voluntad política, se siguen usando sistemas de riego arcaicos (baja eficiencia), se contaminan las aguas superficiales y del subsuelo, y no se protegen las cuencas de los ríos principales del país. Servirá de muy poco hablar a futuro de infraestructuras hidráulicas (presas, acueductos, etc.) si el elemento básico, el agua, escasea y no lo tenemos en la cantidad y calidad adecuados.

A continuación mencionaré algunas situaciones que se necesitan modificar en un plazo breve de tiempo, pues de lo contrario el daño será irreversible.

  • En el valle de Constanza y alrededores, no pueden seguir regando muchos terrenos agrícolas con sistemas de riego por aspersión y en las horas centrales del día, ya que el gasto de agua es diez veces superior al de otros sistemas de riego eficientes. La naturaleza nos está alertando, pues muchos pozos se han secado y tienen que reperforarse para conseguir de nuevo agua. Además, no pueden unos pocos aprovecharse descaradamente de un bien de todos los ciudadanos.
  • Se necesita un inventario de pozos, tanto legales como ilegales, y controlar que no se extraiga agua sin orden ni concierto, pues el agua subterránea no es infinita y no estamos dejando recuperar un mínimo los niveles freáticos, para hacer posible una explotación sostenida.
  • No es aceptable que donde se encuentra la “Madre de las Aguas” del país se derroche el agua en los campos y ciudadanos lindando con esos terrenos reciban agua dos días a la semana, cuando la reciben.
  • Tampoco es aceptable que el vertedero de residuos de Constanza, situado a menos de 400 m de un río, contamine de continuo las aguas de dicho río, sobre todo cuando llueve. Tenemos que proteger la calidad de las aguas y no permitir que las contaminen casi en su nacimiento. Considero esto una auténtica atrocidad.
  • Evitar la contaminación de las aguas del subsuelo a nivel nacional, para que no ocurra lo que pasa desde Macao hasta Cap Cana, donde el 98% de las aguas freáticas presentan la bacteria pseudomona aeruginosa, la cual proviene de aguas residuales sin tratamiento. La alerta sobre este problema la realizó, hace siete años, un laboratorio certificado por el Ministerio de Medio Ambiente, por el de Salud y por el Indocal. No pueden perforarse pozos para consumo humano cerca de fosas sépticas.

Realizar una buena gestión del agua requiere que, antes que sea demasiado tarde, se tomen medidas drásticas, aunque sean impopulares. No se puede continuar despilfarrando el agua, ni contaminando las aguas superficiales y las subterráneas, debido a que podrían colapsar algunos rubros de la agricultura y verse afectada la oferta de agua para consumo humano.