En el 2013 visité una escuela en La Romana con el fin de ser voluntaria. Allí conocí a un estudiante llamado Luis Alberto que estaba a punto de repetir el 7mo. grado por cuarta vez. Lo repetía con la esperanza de algún día graduarse porque, por ser sordo, no le daban acceso ni a 8vo. ni a bachiller.
Al conocer su experiencia comencé a cuestionar el rol del Ministerio de Educación. ¿Dónde estaba el Ministerio? ¿Ministerio o misterio?
La escuela de Luis Alberto se dividía en dos edificios: uno para oyentes y otro para personas Sordas. Ambos grupos estudiaban completamente separados y nunca se mezclaban. En el área de estudiantes oyentes se cantaba el himno nacional cada mañana, se hacían actividades recreativas y en general todo lucía con un buen mantenimiento. El lado de las personas Sordas no estaba en la misma situación. El edificio se veía abandonado. No eran parte de las actividades diarias. La segregación era palpable y se veía hasta en los uniformes que eran de distintos colores: azul para oyentes y amarillo para personas Sordas. ¿Ministerio o misterio?
Días después de ingresar como voluntaria armamos un “rebulú” para que las personas Sordas estudiantes tuvieran acceso a 8vo., a bachillerato y a graduarse en igualdad de condiciones que las demás. El edificio que antes era exclusivo solo para oyentes ahora incluía personas Sordas, todas y todos por primera vez en uniformes del mismo color, azul. ¿Por qué por más de 30 años no se les dio acceso a bachillerato a las personas Sordas estudiantes de esta escuela? ¿Ministerio o misterio?
En República Dominicana, las personas Sordas y las personas con discapacidad en general, desde su niñez son separadas sistemáticamente de la sociedad siendo así condenadas por el resto de sus vidas a una discriminación normalizada que comienza con una “educación especial”. ¿Ministerio o misterio?
Existe un paralelismo entre el racismo y la discriminación contra las personas Sordas y fue establecido por primera vez por el académico americano y catedrático en Cultura Sorda Tom Humphries cuando acuñó la palabra “oyentismo”, definiéndola como la noción que tiene una persona de creerse superior a otra basada en su habilidad de poder escuchar o de comportarse como una persona oyente.
Al graduarse de bachillerato, Luis Alberto no perdió tiempo y preparó su portafolio de dibujos para aplicar a la carrera de Bellas Artes en Altos de Chavón. Una de las consecuencias de ser excluido sistemáticamente de la sociedad desde la niñez es que su derecho a la igualdad y a la no discriminación existe únicamente en forma de caridad y limosna, por lo tanto su lengua, la lengua de señas, no es reconocida por el Estado, y para todo, incluyendo el proceso de admisión de la universidad, es obligado a depender de otra persona para lograr algo tan básico como comunicarse. ¿Tendrá que depender de otra persona para comunicarse por el resto de su vida? Probablemente sí. ¿Ministerio o misterio?
La Escuela de Diseño fue fundada en el 1983 y Luis Alberto es la primera y única persona Sorda en ser admitida. Aquí viene otro tranque. Aunque la Ley 05-13 en su Art. 11 dice que el Estado está obligado a garantizar que las personas con discapacidad tengan acceso a la educación en los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo, durante toda la vida, sin discriminación y en igualdad de condiciones, el Estado no cumple y no provee intérpretes de Lengua de Señas. ¿Y entonces? ¿Cómo estudian las personas Sordas? ¿Ministerio o misterio?
Si acaso una persona Sorda vence las barreras y se gradúa de bachillerato, en la universidad deberá asumir el costo de pagar una persona intérprete de Lengua de Señas que muchas veces tendrá un costo mayor que la carrera. El caso de Luis Alberto no fue la excepción, tomar clases con un intérprete le representaba un costo de RD$40,000.00 mensual por los dos años de duración de su carrera.“Quiero que el Gobierno dominicano vea la difícil situación de la educación para personas Sordas”, dice Luis Alberto. Cuenta que fueron necesarias las donaciones de dos fundaciones, amistades y familiares para lograr pagar sus estudios, más casi un millón de pesos para cubrir el intérprete. ¡Qué caro le sale a la gente cuando el Estado no cumple la ley! ¿Ministerio o misterio?
Mientras los gobiernos vienen y van, siguen jugando a la papa caliente con la responsabilidad de proveer intérpretes de Lengua de Señas y de las pocas personas Sordas que logran conseguir becas universitarias son muchas las que abandonan sus estudios porque no pueden pagar un intérprete. ¿Ministerio o misterio?
Se graduó Luis Alberto. Venció la existencia, o la inexistencia, del Ministerio de Educación de la República Dominicana.
¿Ministerio o misterio? ¿Ministerio o misterio? ¿Ministerio o misterio? Misterio.