Aracelis Marizán es una joven que se ha atrevido a soñar. La conocí hace poco, pero pareciera que la conozco de toda la vida. Afanada en darle vitalidad a una idea que ha sido como una chispa que encendió la radio para terminar siendo un show, pero de buen gusto.
Muchos productores quedan pasmados y muertos de admiración cuando ven que una mujer con limitados recursos puede ir más allá que las distracciones que ofrecen a través de programas que no representan ni un ápice de criticidad social, sino que corresponden a esa malversación de lo bueno que llamamos circo.
Ella se ha encargado de vestir sus planes de voces y pasos verde-esperanza, diluyendo en un mar inmenso de ideas cualquier iniciativa por insignificante que parezca. Ahora inicia un proyecto radial con su propia plataforma digital, un espacio que abrirá nuevos surcos de esperanza a talentos que, al igual que ella, se han atrevido a ser locos.
Ante una sociedad que experimenta un cansancio de las banalidades movidas por un sistema económico que hunde sus uñas ponzoñosas en la dermis de una población sin antibióticos que contrarresten su veneno, surge una propuesta que va más allá: la plataforma digital La Chispa Radio Show.
Aracelis un buen día decidió migrar, irse a un país con una maleta cargada de sueños y de dudas para comenzar a escribir su propia historia cuyas letras han ido hilvanando los sueños de una mujer en las blancas páginas de la vida y su fuerza pasionaria no ha permitido que la inclemencia de los años haya golpeado en la suavidad de su rostro, como el viento seco del sur.
Los obstáculos no han logrado ajar el semblante de una mujer que, ardiendo en el fragor de sus sueños, decidió marcharse el día que entendió que para su futuro necesitaba mucho más. Las múltiples batallas que ha librado la fueron convirtiendo en una persona que ha aprendido a ser recia con la vida e indulgente con las personas.
Coleccionista de sonrisas y de momentos que guarda como el mayor de sus tesoros, porque si algo hay que resaltar de Aracelis es que, pese a lo duro que pueda ser el camino, con una sonrisa lo cura todo.
Estamos en una sociedad donde la juventud no sigue héroes, sino ídolos cuya impronta ha sido forjada a fuerza de marketing. Los comunicadores tienen un compromiso con la sociedad y es contribuir a dejar un mundo diferente y mejor a las generaciones que lo heredarán.
Ella, como paloma mensajera que te entrega una orquídea perfumada con el olor de la esperanza y de los sueños, nos dice: ¡aquí está mi propuesta! Y ha sido este proceso, doloroso y difícil, un infinito brote de locura y poesía porque el cerebro se vuelve más creativo cuando se ilusiona, cuando el amor se vuelve esperanza y ancla sus remos en el corazón de personas que han logrado unir su voz con las ganas de decir.
La Chispa Radio Show es una rendija por donde se escapará el rumor de la risa y el eco de voces plurales porque detrás de ella hay un coro de voces que convierte en un estruendoso mar de alegría un programa y una plataforma que de seguro darán mucho de qué hablar.
¡Salud por Aracelis y su equipo! Porque, con este gran paso nos enseñan que siempre es posible la esperanza y que, en cualquier escenario de la vida, lo terrible es la indiferencia y lo preocupante es el olvido.