Aunque se podría decir que no existe una manera determinística de estimar el salario mínimo de los trabajadores que evalúe sus verdaderas y justas necesidades; en cuanto a la situación de la clasificación, evaluación, justeza y determinación de los salarios mínimos en la Republica Dominicana, se podrían plantear las siguientes consideraciones
La clasificación de las empresas en grandes, medianas, pequeñas y microempresas, aunque sea un factor que es necesario considerar, nos parece que no debe ser la base fundamental para la fijación de estos salarios, por diferentes razones que determinan que no necesariamente de estas clasificaciones depende lo que justamente le corresponde a un trabajador o es la manera de valorar el trabajo que realiza. Quizás a este aspecto se le ha dado tanta importancia en nuestro país debido a que se supone que mientras más grande es una empresa, mayores se espera que sean sus ventas y también los beneficios. Lo cierto es que, aunque en valores absolutos sea regularmente así, quizás sería importante ponderar los índices de “productividad” que contribuyen positivamente con el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país y por tanto pueden contribuir con el crecimiento económico.
La productividad es una medida de eficiencia y en las actividades económicas, suele hoy medirse con la llamada Productividad Total de los Factores (PTF), que es un índice que toma en cuenta todos los elementos que intervienen en la realización de un producto o servicio, concepto que se aplica no solo al sector industrial, también a otros sectores de la actividad económica, como son la construcción, turismo, agricultura, comercio, servicios en general, entre otros. La fuerza laboral es uno de los factores de mayor contribución dentro de los que componen el PIB y por tanto, una mano de obra eficiente aumenta este índice que desde hace ya muchas décadas es considerado como una medida del aumento de las riquezas de los países.
El concepto de la PTF nació en el sigo 20 y que tal como se indicó, está estrechamente relacionado con el PBI que se ha venido utilizando en muchos países como uno de los factores que se ponderan cuando se discuten los ajustes periódicos de los salarios mínimos. Esto definitivamente es un factor que va mas acorde con los objetivos de todas las partes, empresa, trabajador y estado, porque se fundamenta en los factores que realmente producen crecimiento a niveles micro y macroeconómico, ya que su determinación es fruto del análisis de todos los factores que hacen posible la producción de las riquezas, como son el capital, el trabajo y todos los insumos que forman parte de la fabricación de un producto.
Lo cierto es que, si se toma en cuenta los objetivos de las empresas que son principalmente la obtención de beneficios que le proporcionen una adecuada recuperación de las inversiones que realizan sus propietarios, ello va a la par con lo que deben ser los objetivos de los trabajadores ya que sus salarios también serán elevados en la medida en que la eficiencia y productividad aumenten, porque ello traerá consigo un aumento de los beneficios, es decir que ambas partes van en el mismo sentido y corren el mismo camino. De igual manera el estado también compartirá parte del pastel con el aumento de los impuestos a las utilidades y finalmente en esa misma medida el PIB del país se incrementará y generará mayores riquezas a sus habitantes.
Por otro lado, habría que indicar que, en cuanto a la justeza de la aplicación de los salarios mínimos en las empresas, siempre es necesario señalar que como en todos los acuerdos colectivos, que consideran para todos los involucrados la obtención de los mismos beneficios, ello determina que se dejan a un lado los mejores y más eficientes trabajadores junto a los menos eficientes y se premia igualmente a ambos actores de tal manera que llegan a crearse situaciones conflictivas dentro de las empresas, ya que los más eficientes reclaman justamente que se les valore de acuerdo con la productividad y eficiencia de su trabajo.
Finalmente, quizás sería conveniente señalar que los salarios podrían ser revisados anualmente, lo que permitiría que el comportamiento de la economía, como son los eventuales shock (impactos), sean considerados justo a tiempo y no haya acumulación de estos efectos que se traducen en cargas excesivas para las empresas y de igual manera en situaciones que afecten los ingresos a tiempo de los trabajadores.