1.- Históricamente, toda sociedad humana ha estado organizada bajo un sistema social que descansa sobre un determinado régimen económico que responde a una ordenación.
2.- El ser social, en sociedades heterogéneas como la dominicana, está bajo la influencia de distintos estamentos que condicionan la manera de pensar y actuar de la mayoría de los integrantes de la comunidad.
3.- El sistema que predomina en nuestro país funciona para beneficio de la minoría y contra la gran mayoría de la población que vive en estado de opresión, al margen del desarrollo humano.
4.- La diversidad de intereses presentes en el medio dominicano está acompañada de diferentes formas de conciencia social, de donde resulta que hay variedad de criterios ideológicos y pluralidad en la aceptación y rechazo del actual modo de organización estatal y de gobierno.
5.- La desigualdad de oportunidades para la generalidad de las dominicanas y los dominicanos, hace injusta la instauración de la sociedad nuestra. Semejante situación tiene unas personas como aliadas, y otras de adversarias.
6.- En la República Dominicana, todo hombre o mujer que no esté de acuerdo con la forma como un grupo tiene estructurada la sociedad para beneficiarse de ella, debe luchar para cambiarla.
7.- La realidad de nuestro país se ve sumamente clara para quien quiera verla, tal cual es, beneficiosa para un puñado de gente y perjudicial para la mayoría, el pueblo.
8.- Lo más normal es que aquel que se favorece de la situación actual, la proteja, pero quien está lesionado y la repugna, debe rechazarla.
9.- No hay de otra. Nada de buscarle la quinta pata al gato. Aquí, el ambiente político está bien definido para quien no quiere pecar de hipócrita, fingiendo sentimientos.
10.- Cualquier momento es oportuno para integrarse a la lucha por las causas justas, y nuestro pueblo merece tener a su lado a ciudadanas y ciudadanos decididos a cambiar el actual orden injusto, por otro que haga posible una existencia digna a tantas y tantos connacionales que viven en la pobreza.
11.- Demostrar inconformidad con el sistema que margina al pueblo, del progreso material y espiritual, es no transigir con las injusticias, hacer caso omiso al deseo de que todo siga igual o peor; desoír los llamados a aceptar continuar con un ambiente degradado.
12.- Coherente con la lucha política y social es la mujer o el hombre presto a contraponer; enfrentar todo engaño al pueblo; objetar la docilidad que desde las alturas del poder mandan a las masas a aceptar la miseria.
13.- Es oportuna la coyuntura política nacional para desenmascarar a los arribistas, ventajistas, tránsfugas y sinvergüenzas de la politiquería, que mantienen a los pobres como víctimas de maquinaciones propias de trepadores.
Ideas finales
14.- Una forma nueva de hacer política tiene que comenzar sacando el tigueraje del accionar político, a los fines de que en el país surjan actores que sean activistas sociales decentes.
15.- Un cambio económico ha de llegar impulsado por personas llenas de nobleza, movidas por normas y principios que marquen el correcto proceder en la vida pública.
16.- En cualquier lugar del mundo, las transformaciones han sido la obra de gente honesta que acciona conforme a su prédica y práctica social. En nuestro país hace falta ese material humano.