Como ocurre con todas las tecnologías nuevas, el almacenamiento de energía en RD enfrenta barreras de entrada en diferentes área, tales como: el diseño de los mercados de energía, la provisión de servicios auxiliares, el cálculo de los peajes de redes. Pero también tiene buenas oportunidades de negocios. En esta ocasión nos referiremos a los obstáculos regulatorios y de mercado.
La regulación del mercado eléctrico en RD fue diseñado originalmente para una generación térmica convencional, gestionable y centralizada. Unos años después se amplió para facilitar el desarrollo de las energías renovables, pero en ese momento no se había iniciado el desarrollo del almacenamiento de energía, por lo que la regulación dominicana no contempla la participación de las instalaciones de almacenamiento en el mercado eléctrico, lo que perjudica la rentabilidad de este tipo de proyectos. Por lo tanto, es necesario crear el marco normativo y regulatorio para el aprovechamiento de esta tecnología, a fin de garantizar la igualdad de condiciones para todos los inversionistas.
El primer paso para la actualización de la regulación del sector eléctrico para facilitar las inversiones en almacenamiento con baterías fue tomado por la Superintendencia de Electricidad, con el anuncio de la realización de un estudio para definir el mapa de ruta para el almacenamiento de energía con baterías que será financiado por la USTDA.
Esto significa que para el 2024 el sector eléctrico contará con las recomendaciones para actualizar su normativa, lo que permitirá las inversiones en esta tecnología que ofrecerá diferentes ventajas. Una de ellas es que mejorará la confiabilidad del servicio y a los grandes usuarios les permitirá reducir su factura de energía eléctrica.
Además, los inversionistas interesados en esta tecnología tendrán asegurados sus derechos y definidas sus obligaciones. Así mismo, las empresas distribuidoras y la de transmisión sabrán cómo beneficiarse de esta tecnología.
En este momento es recomendable que los organismos del Estado Dominicano responsables del Sector Eléctrico, consideren extender la actualización de la regulación para el almacenamiento de energía, con el fin de darle oportunidad a las otras tecnologías de almacenamiento.
Con relación al acceso a los mercados, será necesario revisar los procedimientos de operación, de acceso y conexión a las redes de transporte y distribución. Así como los de otros servicios que puede proporcionar el almacenamiento de energía, como los de regulación de frecuencia, control de tensión y arranque en negro.
También se debe revisar y actualizar la normativa relacionada con el diseño del mercado, para hacer atractiva esta tecnología a los usuarios, de manera que puedan beneficiarse con una reducción de sus gastos en energía eléctrica.
Uno de los temas a considerar con ese propósito, es el cálculo del peaje de conexión a las redes de transporte y distribución, para evitar la duplicación del peaje. Es decir, que se pague peaje por la energía retirada y la inyectada.
Otro reto que experimentará la regulación en RD es el aprovechamiento del almacenamiento usando otras tecnologías, como la del bombeo de agua, y en el futuro la del hidrogeno renovable, en la medida que la investigación y el desarrollo avance en este campo.
La introducción de estas nuevas tecnologías que promueven el autoconsumo y el desarrollo de nuevos modelos de negocios podrían provocar resistencias a los procesos de cambios que demandará el mercado. Estas resistencias pueden generar desconfianza en los potenciales inversionistas que lo percibirían como un riesgo.
Para disminuir esta posible percepción de riesgo es importante que las autoridades del sector den a conocer al público y a los potenciales inversionistas las informaciones que les permitan adelantar sus planes de inversión en almacenamiento.