Pedro Antonio Santana Salcedo, de la Escuela de Cine de la UASD.

1- ¿Cómo describiría su estilo de dirección?

Están reconociendo un estilo en 339 Amín Abel. Diríamos que lo es desde la perspectiva de combinar una narrativa que combina hecho histórico y dinámica escogida de propósito. En ese sentido, me retrotraigo a los maestros como Abbas Kiarostami, Kurosawa y Sidney Lumet, entre otros como László Nemes… En el modo de filmar me acerco bastante a Hitchcock en la elección de los ángulos y encuadre, aunque sea permisivo con el director de fotografía. Elegir música tiene que ver con la elección del músico de inclinación abiertamente renovadora desde la óptica de un conocimiento profundo de musicalizar un filme. En 339 Amin Abel lo fue Huayna Jiménez Ronzino y el editor de diálogos Milton Cruz que es músico y sabe cuidar el ritmo. Y es que el sonido, como dicen, es el 50% de un filme.

2- ¿Cómo selecciona sus  proyectos y qué le atrae de una idea para hacer una película?

Puede que sea un secreto, pero mi elección es influenciada por los maestros. Influencian a mi otro yo, a mí ser interior. Es como si me moldearan, como si hubiese un cedazo que dice este sí o este no, más o menos para la elección de una narrativa. Un tema, y eso sí estoy consciente, debe estar o haber o ser posible para un documental; ahí pesa mi condición de periodista, de mi experiencia en noticiarios de tv. Debe inspirarme una imagen como si fuera una pintura. Debe ser como un poema de León Felipe.

3- ¿Cómo trabaja con un presupuesto limitado para hacer que sus películas se vean y suene bien?

Prima la creatividad. El presupuesto, en mi caso, no hubo presupuesto y el poco dinero que conseguí se lo debemos al fallecido productor Andrés Quezada y yo, esto debido al boicot que sufrimos hasta los días actuales. Más bien, una retahíla de maldades. He sido el único “bombero” al que le han “pisado la manguera”. Y en ese sentido, motivos aparte, mi realidad se parece a la de grandes maestros del cine como Sam Peckinpah, Oliver Stone, Dalton Trumbo, Charles Chaplin, Orson Welles y Woody Allen, entre otros. Y no ha sido por mal director. Ocurre que la maledicencia se expresa por generación de sin razones. ¿Soy pésimo guionista y director? No, es que soy crítico fiero de indecentes y amorales que se aprovechan la ley de cine con fines non sanctos.

4- ¿Cómo se asegura de que sus actores y equipo estén comprometidos con el proyecto, incluso si no hay mucho dinero involucrado?

Si el tema es bueno, innovador, todos se comprometen, como ha sido el caso.

5- ¿Cómo maneja los desafíos creativos que surgen durante la producción debido a limitaciones presupuestarias?

Las limitaciones presupuestarias son desafíos, pero esos retos se resuelven con intuición. Cuando estás filmando, cada minuto te plantea un lance, en cada escena, cada actuación, el ángulo o encuadra, el ritmo, cómo debes dejar espacio para la posible música (o hago como Stanley Kubrick con la música clásica). Uno puede haberse preparado o contar con bastante experiencia o ser un estudioso, pero al momento de filmar es la intuición la que te dice cómo realizar algunas cuestiones que solamente se ven al momento de filmar. Supongo que me ayudó mucho el haber hecho teatro y haber innovado en la escena trabajando con discapacitados tales como sordos, invidentes, físicos motores…, pues ahí estás frente al público y no cuentas con nada ni nadie para recrear tu personaje. Puedes estar rodeado de gente muy especial, pero eres tú quien dice cómo hacer las cosas y los demás cumplen y se inyectan de tu creatividad, de la capacidad de inventiva e inspirarte y encontrar soluciones escénicas.

6- ¿Cómo se asegura de que su película se destaque en un mercado saturado de películas de alto presupuesto?

Todos queremos que haya mucho público y que forje ganancias astronómicas. Ahora, eso ya no me preocupa. Mi inquietud es lograr hacer una película como deseo que sea, tal cual 339 Amín Abel, por ejemplo.

7- ¿Cómo  se mantiene motivado y enfocado durante la producción de una película de bajo presupuesto?

Uno se motiva con el trabajo creativo de los demás. En verdad, fue una sorpresa para todos, incluidos el productor, cuando al noveno día yo dije que ya teníamos lista la película pero que me hacía falta una escena que filmamos de madrugada, es aquel momento en que la actriz Margaux Da Silva está gritando de voz en cuello por la muerte de Amín.

8- ¿Cómo se asegura de que su película tenga una audiencia y se distribuya después de la producción?

Eso nadie lo puede asegurar, ni siquiera los diestros del mercado del cine mundial. Por ejemplo, jamás supuse que en USA, en universidades y centros culturales y en colleges norteamericanos tendría tan buena aceptación, como tampoco me imaginé haciendo fórums (videoconferencia) con estudiantes y profesores estadounidenses mediante un traductor. Eso no estaba en mi cabeza ni en la de nadie.

9- ¿Cómo se asegura de que su película tenga una historia sólida y coherente, incluso si no se tiene mucho dinero para efectos especiales o grandes escenarios?

Eso está en el fuero interno, en la inspiración, en la intuición. Uno sabe qué puede pegar, impactar, porque uno tiene nociones y experiencia y hábitos de periodismo. Los periodistas desarrollamos un olfato muy especial –lo siento así– que sirve para "ver" qué funciona y qué no en el mercado cinematográfico, por ejemplo.

10- ¿Consideran factible  el actual mecanismo de financiamiento para películas a través de la DGCINE y si han beneficiados del mismo?

Sin comentario.

 

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Afiche 339 Amín Abel Hasbun – Memoria de un crimen