Durante casi dos décadas la economía dominicana, desde el punto de vista macroeconómico, ha dado muestra de fortaleza, en un ambiente de crecimiento económico con baja inflación, expresado en los niveles de precios de los bienes y servicios, así como del sistema de financiamiento expresado en estabilidad en la tasa de interés.

Una muestra clara de la resiliencia de la economía dominicana, es que de un crecimiento del producto interno bruto (PIB) negativo de -1.3% en el año 2003, ya para el 2004 había pasado a una 2.4% y con creces superó en el año 2005 al ser su crecimiento 9.4%, esa tendencia se mantuvo en el año 2006 (crecimiento del PIB 9.2%), pero producto de la gran crisis financiera mundial entre el año 2007 y 2008 el PIB creció solo 3.2 Y 0.9% respectivamente, situación en la cual gran parte de los países del mundo y en particular gran parte de los países de América Latina presentaron crecimiento negativo.

Para el año 2010 la economía de RD se recupera expresado en que el PIB creció en 8.3% y aunque en el año 2011 la economía solo creció 3.1% y luego para el año 2013 el crecimiento fue de 4.9% y para el año 2014 7.1% y ese mismo nivel de crecimiento se mantuvo para el año 2018; para el año 2020 paso de 5.1% en el año 2019 a negativo

–6.7% como resultado de la situación que generó la pandemia del COVID-19 y para el año 2021 aunque la economía crecida 12.3% con relación al año 2020, sin embargo, para el año 2022 se evidenció que ese crecimiento no era real, pues luego de la recuperación económica se produce un 4.9% crecimiento del PIB.

Pese a la capacidad de reponerse a las adversidades de la economía de nuestro país, no se puede abusar de esta condición

Con relación a la inflación si partimos de que en el año 2003 la Republica Dominicana registro el nivel más alto de inflación desde el año 1960 de 51.46%, superando el nivel de inflación del año 1990 de 50.46% y del año 1991 de 47.8%; luego de esto en el año 2005 la inflación fue  4.19% y aunque en el año 2008 producto de la crisis financiera mundial tuvimos inflación de 10.64%,  ya para el año 2009 esta había pasado a 1.44% y aunque en el año 2011 había aumentado al nivel de 5.8%, hasta llegar al nivel mínimo de los últimos años de 0.84% en el año 2015 y pasando a 1.81% en el año 2019, para pasar 3.78% en el año 2020 y 8.24% en el año 2021 y este aumento se le atribuye a los efectos de la pandemia del COVID-19; pero lo que no se puede atribuir  a la pandemia es el aumento de precios en el año 2022 cuya inflación en la Republica Dominicana fue de 8.81%.

La resiliencia de la economía y la paz social imperante en la República Dominicana, crea entonces un ambiente de flujo de inversión extranjera creciente y del aumento de turistas que visitan nuestro país, agregado a la creciente entrada de remesas que envían más de dos millones de dominicanos que se encuentran residiendo en distintas partes del mundo, sobre todo en Estados Unidos y Europa.

Pese a la capacidad de reponerse a las adversidades de la economía de nuestro país, no se puede abusar de esta condición, pues en los últimos años se ha producido un proceso acelerado de endeudamiento y una parte de esos prestamos es para cubrir déficit en el presupuesto publico y en un escenario en el cual la inversión de capital es menos de un 20% los destinado a obras de infraestructura de interés colectivo.

Se va produciendo un proceso paulatino de endeudamiento para cubrir gastos corrientes, lo que nos puede llevar a una situación en la cual comprometamos las generaciones presentes y futuras, que pagarían un alto precio por necesidades proselitistas del actual gobierno, que se encuentra en campaña releccionista.