Al Dr. Roberto Cassá, director general del Archivo General de la Nación de la República Dominicana

En algunos hogares del país de ayer, los niños escuchaban a los adultos cuando comentaban las noticias. En la época anterior a la tecnología, cada palabra, cada expresión del rostro y cada gesto expresaban algo. Muchas familias haitianas tenían una historia con el Caribe y disfrutaban compartiéndola. Recuerdo los ojos de uno de mis compañeros contándonos la competencia entre su abuelo, herrero, y los herreros jamaicanos que llegaron a Haití a finales del siglo XIX. Conocí a este abuelo casi centenario, Boss Rigaud.

Durante más de cuarenta años me he preguntado por qué en mi familia siempre tuvimos buenas relaciones con los dominicanos. Una dominicana fue testigo del matrimonio de mi bisabuela materna en la mañana del 25 de mayo de 1907. Hace unos meses, una lectora, tras ver la foto de uno de mis antepasados en Acento, me envió un documento -fechado el 12 de marzo de 1915, a las 10 de la mañana- el cual me reveló la nacionalidad dominicana del ancestro materno («dominicano mayor de edad, propietario residente en Santo Domingo y domiciliado en Petit-Goâve», escribió el oficial del registro civil).

Desde luego, no estoy contando nada espectacular ni heroico. Recuerdo el magnífico poema ¡Qué lástima! de León Felipe: «no tengo una patria, ni el retrato de mi abuelo que ganara una batalla». Hay tantas historias entre Jamaica y nosotros que esperábamos un buen comunicado de prensa. Para dar una buena impresión. El empresario haitiano Thomas Désulmé fue elegido el senador más joven en 1946. Pionero de una auténtica industrialización en Haití (fabricación de productos de plástico) y casi padre de las nuevas tecnologías con la introducción de la televisión por cable, no tardó en detectar las maniobras del Presidente François Duvalier para garantizarse una presidencia vitalicia. A principios de los años 60, Thomas Désulmé se vio obligado a exiliarse en Jamaica. Fue uno de los padres fundadores de la modernización de Jamaica y condecorado por la Reina Elisabeth II de Inglaterra.

«Cada actor hizo el viaje a Jamaica con sus sueños y planes. Aún no se conocen los resultados finales del diálogo de Kingston. Una cosa es cierta: Haití no ganó nada. Tampoco los haitianos.» (F. Duval, Todo salió bien para todos en Jamaica, excepto para Haití, Le Nouvelliste, 14 junio 2023)

Cuando oí los primeros informes sobre el proyecto de crear una oficina canadiense en la República Dominicana para modernizar la Policía Nacional de Haití, sentimos que algo avanzaba. Las últimas noticias indican que se trata de una intención de proyecto que aún ni siquiera ha sido presentado a las autoridades dominicanas.

Una dolorosa certeza: esta semana de junio de 2023 acaba de demostrarnos que, institucionalmente, Haití está muy lejos de sus vecinos caribeños.