En los últimos cinco años en América Latina y el Caribe se han celebrado elecciones distritales, municipales, regionales y nacionales cuyos resultados han sorprendido a los líderes políticos mesiánicos, clientelistas, programáticos y pérfidos. La elección del presidente/a y el vicepresidente/a, regidores/as, alcaldes/as, diputados/as, senadores/as de la Republica Dominicana en el año 2024, es crucial para escoger y blindar un modelo macroeconómico más justo, humano y equitativo que propenda a fortalecer nuestra cuestionada y frágil democracia.

Como se sabe, Joaquín Balaguer Ricardo, Juan Bosch Gaviño y José Francisco Peña Gómez no escogieron a sus respetivos relevos políticos, ya que estos no reconocieron que su existencia terrenal era temporal. Los dos primeros se creyeron que vivirían para siempre y que, por arte de magia, uno o varios de “sus seguidores”, asumirían el liderazgo de sus respectivos partidos. En tal sentido, la psicología social sabe que la “realidad” es una construcción social poderosísima manejada por la clase política y empresarial con el propósito de idiotizar y manipular a los ciudadanos indefensos.

Además, la psicología social sabe que las condiciones sociales en las nacen, se educan, crecen y viven las personas lo decide todo. En ese contexto, la realidad es un delirio colectivo que utiliza la clase dominante para inducir a las personas a que piensen, se comporten y actúen según los deseos de quienes controlan el gran capital. En tal sentido, los metas-mensajes subliminales difundidos por los medios y redes de comunicación social, están concebidos para manipular y doblegar a los más indefensos en todo el Planeta.

Según los estudios realizados sobre liderazgo, un líder se forja como si fuese una figura fabricada en barro, cuya obra se expone al fuego para curarla, afirmarla y fortalecerla. En tal sentido, los estudios realizados por neuropsicólogos en Inglaterra, Alemania, Japón, Suecia, la India y Brasil se encontró que, cada cien años en promedio, nace un hombre o una mujer con el Aura y el temple que exhibieron Nelson Mandela, Fidel Castro, Margaret Thatcher, Kofi Annan, Salvador Allende, Ángela Merkel, Juan Bosch, Mao Zedoong, Pepe Mujica y Mahatma Gandhi, entre otros.

En el caso dominicano se sabe que,  los caudillos políticos no fueron capaces de escoger, entrenar, guiar y acompañar a sus respetivos relevos. En tal sentido, esa realidad política provocó que una camada importante de jóvenes de todos los estratos sociales se nieguen a participar abiertamente en la Política, aun reconociendo que la Política es una Ciencia hermosísima. Por su parte, en el Perú, Chile, Bolivia, Guatemala, Costa Rica y el Salvador, jóvenes y profesionales de todas las clases sociales se han vinculados a la política y, la mayoría de los votantes de sus respectivos pueblos, los han elegidos a cargos públicos de primer orden.

No obstante y por lo que se puede observar en el panorama político local, ya los jóvenes se están abriendo pasos para desplazar a los políticos que han degradado la gestión política de forma perversa y vulgar. Como se sabe, en la política y en el amor, hay que ser transparente, honesto, íntegro y coherente, cualidad que no han exhibido y exhiben, la mayoría de los políticos dominicanos tradicionales. Hacer excepciones en el campo político a nivel local, es una herejía imperdonable. Cuando me refiero a una herejía, la asocio a una afirmación o posición contraria a los principios y a las reglas establecidas y aceptadas universalmente por la ciencia, la cultura, el arte, la música, el deporte, la literatura, la matemática, la física, la filosofía, entre otras.

Como especialista en neuropsicología, psicología social y planificación estratégica percibo que, los/as aspirantes a ser electos/as a regidores/as, alcaldes/as, diputados/as, senadores/as, presidentes y vice-presidentes en las elecciones a celebrarse en el año 2024, chocarán con un Iceberg poderosísimo de la magnitud de la masa de hielo flotante con la que chocó el titanic el 14 de abril del año 1912, dos días después de haber zarpado desde Southampton, Inglaterra, hacia la ciudad de Nueva York.

Haciendo un símil sobre el desastre del titanic con el quehacer político en la República Dominicana percibo que, los/as aspirantes a ser electos/as a puestos públicos en las elecciones del año 2024, chocarán con una masa de votantes jóvenes, profesionales y adultos, dispuestos a elegir a los/as mejores hombres y mujeres que presenten los partidos políticos al electorado dominicano.

Como tal, la mayoría de los jóvenes y adultos con los que converso me han manifestado que votarán por aquellos/as candidatos/as cuyos recursos y bienes no provengan de actividades ilícitas. Por lo que escucho, la mayoría de los jóvenes y adultos con intención de votar en el 2024, saben muy bien quién o quiénes está/án involucrados/as en actividades ilícitas y al robo de los recursos y bienes del Estado dominicano.

“Una papeleta de voto es más fuerte que una bala de fusil”. Abraham Lincoln