Durante mis estudios de economía en la Pucamaima profundizamos el caso de Dominicana de Aviación, línea bandera dominicana herencia del patrimonio del “Tirano” al incautársele y convertirlo en patrimonio del “Pueblo Dominicano”.
En la actualidad, en Argentina …
El fantasma me revolotea cuando veo que por nueva vez se discute el caso de Aerolíneas Argentinas. Un resumen de la coyuntura actual es el siguiente:
- El Gobierno nacional anunció que impulsará la privatización de Aerolíneas Argentinas. La venta de la empresa había sido contemplada en el proyecto de Ley Bases, pero fue retirada del texto que finalmente se aprobó sin la “línea bandera argentina”.
- Gremios aeronáuticos vienen realizando una serie de paros y asambleas en reclamo por aumentos salariales y, como consecuencia de ésto, el Gobierno declaró la esencialidad del servicio para limitar las medidas de fuerza.
- Creada en 1950, privatizada en 1989 y re-estatizada en 2008, la línea de bandera “gaucha” cuenta con más de 11 mil empleados. Actualmente, controla 2 tercios del mercado aerocomercial de cabotaje.
El nudo de la cuestión es: ¿se debe mantener un adefesio que fue un fiasco de una privatización mal hecha que permitió a los españoles adjudicatarios canibalizarla; luego fue estatizada y capitalizada con una irracional flota de tres marcas diferentes para terminar en las manos nada profesionales de “la Cámpora” (el brazo político del hijo de Cristina Kirchner) y de la claque sindical, requiriendo subsidios acumulados por 8 mil millones de dólares?
¿Hay o no hay racionalidad en Argentina? Luego de que en el Congreso el kirchnerismo lograra sacar a Aerolíneas Argentinas de la lista de empresas privatizables de la Ley Bases, el sindicato de pilotos forza al jefe de Operaciones de Aerolíneas Argentinas a renunciar, quien debe ser piloto, con fecha de efectividad en pocos días, y amenaza a una sesión del Consejo de Administración a reunirse de emergencia para tratar el caso bajo la consigna de que ningún otro piloto acepte ser nombrado. Un verdadero asalto de “la bolsa o la vida”.
Las autoridades han estado evaluando las alternativas inmediatas:
- contratar una empresa para la gestión de Aerolíneas Argentinas;
- el cierre, pura y simple;
- o prepararla para la venta, negociando posiblemente en secreto.
Ahora, si hubiera buena fe entre las partes, otro cantar sería: el ejemplo de Japan Airlines, que ante su crisis, se recurrió a un “monje zen” como gerente que no cobró durante un año y aplicó la disciplina de su práctica religiosa, o el ejemplo de Alitalia, que los empleados ante la crisis de la empresas aceptaron que prescindieran de la mitad del personal para recomenzar de nuevo. Recordemos que España, en su momento, se consorció con British Airways y sigue su vida tan campante.
La última opción, sería seguir los pasos de nuestra Dominicana de Aviación.
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Por otro lado, el mito de que las líneas banderas son necesariamente “barriles sin fondo” no siempre aplica. Tenemos los ejemplos de Singapore Airlines y Qatar Airlines, líderes en servicio y calidad siendo estatales y líneas banderas. Todo es respetar las leyes de la eficiencia y la eficacia.