Indudablemente, que la situación de inseguridad en nuestro país además de afectar el desarrollo de todas las actividades de la población y las vidas mismas también tiene sus repercusiones a nivel internacional que producen derrames negativos sobre nuestro turismo, los que regularmente son aprovechados por nuestros competidores, que los magnifican y nos llevan a pasar por situaciones difíciles que siempre dejan algún rezago en nuestra afluencia turística.
En el año 2016, se promulgó la ley orgánica de la policía nacional(590-16), la cual tiene por objeto establecer y regular la organización, funcionamiento y principios fundamentales de actuación de la Policía Nacional, los derechos, deberes, el estatuto de carrera, de la seguridad social y el régimen disciplinario de sus miembros y tuvo sus cimientos en el mandato de la constitución de la República que obliga a “todas las instituciones del Estado, incluyendo a la Policía Nacional, a una adecuación de sus leyes orgánicas, como forma de garantizar la estructuración y consolidación de un Estado moderno, organizado sobre la base de un sistema jurídico que garantice el establecimiento de un Estado de derecho, principal soporte del desarrollo sostenido que exhibe la República Dominicana”. A pesar de haber transcurrido unos seis años entendemos que ha sido muy poco lo que se ha hecho con el fin de dar cumplimiento a los objetivos establecidos en esta ley orgánica.
Con el propósito de buscar soluciones a esta grave situación el gobierno actual, creó hace un año, una comisión integrada por figuras notables de la vida pública del país, con el objetivo de “elaborar y recomendar políticas públicas enfocadas en una reforma legal, institucional, operativa y funcional de la Policía Nacional”. Esta comisión rindió su informe en el mes de diciembre del pasado año y el presidente de la República anunció la estructuración del régimen de compensaciones, revisión de especialismos y adecuación de procedimientos disciplinarios y la reestructuración del sistema educativo, principalmente.
Visto el historial y la situación actual por la que atraviesa la policía nacional, queremos plantear algunas consideraciones que pudiesen tomarse en cuenta en este proceso de transformación que entendemos es complejo por lo añejo de sus problemas que podrían compararse con enfermedades terminales.
Primeramente y aunque lo ideal es que la policía nacional fuese una institución totalmente independiente del control del poder ejecutivo, lo cual garantiza en gran parte su apoliticidad, entonces se recomienda que esta institución se convierta en un cuerpo armado, pero de naturaleza civil, porque históricamente los dominicanos han visto la policía como un organismo represivo y lo cierto es que su papel debe ser de protección a la ciudadanía. Si esto requiere que se modifique su ley orgánica pensamos que valdría la pena.
Considerando la situación interna de la policía nacional, su personal en todas sus áreas, aunque pareciera muy radical, consideramos que deberá reiniciarse y empezar de cero, proceso que debería tener una duración de 10 a 15 años.
Plantear y ejecutar un proceso de selección con la rigidez y rigurosidad correspondiente e iniciar la educación y formación del personal que formará parte de esta nueva policía nacional. La educación deberá ser permanente y será un factor preponderante para establecer los programas de promoción de los miembros del cuerpo. Como requerimiento indispensable, los candidatos deberán ser por lo menos bachilleres y para la oficialidad será necesario tener un título universitario.
El pensum correspondiente al alumno y candidato a ingresar a la nueva policía deberá ser lo suficientemente amplio, con asignaturas técnicas propias de sus labores, sociología, relaciones humanas, derecho civil, estas no limitativas.
Los salarios y beneficios marginales deberán ser establecidos de acuerdo con nuestra realidad, pero tomando en cuenta los salarios pagados en países similares al nuestro y con escalas salariales ajustables anual y extraordinariamente por méritos alcanzados.
Estas son solo algunas recomendaciones hechas con la única intención de aportar a la búsqueda de soluciones a esta gran problemática, porque no se pueden seguir produciendo situaciones como las que aparecen a diario en los medios de comunicación, porque llegará el momento que no habrá respuestas que satisfagan a una sociedad sometida a estas horribles situaciones.
Finalmente hay que destacar que creemos profundamente que todas las acciones que se realicen sobre la base de la policía actual caerán en el vacío y no veremos los resultados que espera la sociedad. "Hay que empezar de cero”.