A propósito de los nuevos anuncios de la muy y añeja anunciada reforma de la policía nacional, podría ser interesante hacer un poco de historia en cuanto al origen y desarrollo de esta institución, lo que pudiese arrojar algunas luces en torno a esta controversial e históricamente cuestionada institución y por demás que concentra grandes complejidades que se han venido arrastrando, por factores políticos, de intereses particulares y de sectores económicos, solo por señalar algunos.
Aunque la policía nacional quedó constituida oficialmente mediante el decreto 1523, aprobado por el congreso nacional el 2 de marzo del 1936, ya años antes, durante la ocupación norteamericana (1916-1924), las tropas intervencionistas habían creado una institución militar que se llamó Guardia Nacional, cuerpo castrense, que funcionaba como policía y agencia de defensa, que probablemente sentó las bases de la actual policía nacional y que quizás contribuyó a los múltiples cuestionamientos y actuaciones en su accionar desde su creación hasta nuestros días. También es bueno acotar que tal como señalan algunos, la sombra de la dictadura de Trujillo, que utilizó la policía nacional como organismo de represión a la ciudadanía, llegando a crear el miedo y terror en el pueblo cuando aparecían en el escenario miembros de esta institución, ha sido otro factor que definitivamente ha incidido en los grandes males que han estado presentes desde su creación.
Ciertamente lo que ha pasado históricamente es que todos los gobiernos que hemos tenido en los últimos 50 años solo hacen ruidos, cada vez que se producen hechos sangrientos en los que está involucrada la policía nacional y solo en ruidos se quedan hasta que el pueblo olvida.
Mientras tanto, la policía nacional se enfrenta constantemente a grandes escándalos que incluyen policías activos de todos los rangos, quienes son investigados por la propia policía, por lo que es imposible llevar a cabo procesos diáfanos y transparentes y terminan archivados sin ninguna consecuencia. De igual manera como herencia de varios ex—presidentes del país, hoy tenemos una institución que está salpicada por la política.
Debemos indicar, además, que en el país hay actualmente cerca de 40 mil efectivos policiales, cantidad que debería ser suficiente para cumplir con sus objetivos y llevar a cabo una gestión acorde a lo esperado por la población. Esta afirmación tiene sus fundamentos si se realizan las siguientes comparaciones:
En el cuadro anterior se observa que, dentro de los países analizados, precisamente Japón es el que tiene menos policías por habitante y está considerado dentro de los diez países mas seguros a nivel mundial, sin lugar a duda es otra cultura, educación y disciplina. Por el contrario, en la región, Perú y la Republica Dominicana dentro del grupo seleccionado, son los países con mas policías por habitante y no son en efecto de los países mas seguros de Latinoamérica.
De acuerdo con el diario español ABC Internacional (propiedad de The Walt Disney Company), en su publicación “Seguridad Mundial en 2021”, donde se muestra en un mapa mundial, la República Dominicana, aparece con el color naranja que significa” Se recomienda viajar con extrema precaución” y Perú aparece con la nota “Se recomienda viajar con precaución”.
Es importante destacar que, aunque en el país habría suficientes policías (en número) como indican las cifras en el cuadro de arriba que se requieren para realizar las labores correspondientes de manera efectiva, se sabe muy bien, que la mayoría de los efectivos se encuentran realizando labores privadas y en nuestras calles escasean los policías, no existen en horas nocturnas y mucho menos en días festivos. Esto no significa de ninguna manera, que, si los agentes policiales actuales estuvieran todos al servicio de la institución, nuestra seguridad mejoraría a niveles aceptables, si se toman en cuenta todas las situaciones que afectan el correcto funcionamiento de esta institución y las condiciones intrínsecas y exógenas que afectan a todos los uniformados de la policía nacional.