En la XXVI Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2024, que concluyó el pasado domingo y que tuvo como sede la Plaza de la Cultura, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales presentó en su stand muestras sobre el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP), la Reforestación, la Educación Ambiental y el Manejo de Desechos Sólidos, temas transversales en el ámbito medioambiental.
De manera dinámica y ejemplar la Dirección de Educación Ambiental coordinó las exposiciones presentadas en el Stand de dicho Ministerio, apoyada por representantes de diferentes direcciones de la institución.
En el stand, ubicado en el Museo de Historia Natural, adscrito a este Ministerio, nos tocó ofrecer charlas en tres turnos matutinos. Por lo que tuvimos que compartir con parte del público que nos visitó, compuesto mayoritariamente por adolescentes y niños procedentes de diversas partes del país; lo que nos resultó una experiencia particularmente enriquecedora y digna de reflexión.
El área asignada a la Dirección de Reforestación y Fomento Forestal presentó tres temáticas: semillas, centro de producción de plantas y plantación en campo. Pese al numeroso público que asistió hubo quienes no tuvieron la oportunidad de visitar la XXVI Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2024 o simplemente no les alcanzó el tiempo para visitar el stand, por lo que comparto algunos de los conceptos compartidos durante esta experiencia:
¿Qué es la reforestación?
De manera sencilla, podemos decir que reforestar significa plantar árboles donde antes los hubo. Sin embargo, es mucho más que eso: es un acto con profundas implicaciones sociales, ambientales y económicas; es decir, no se trata únicamente de plantar arbolitos de diferentes especies forestales; es un proceso que abarca diversas etapas, las cuales los visitantes de la feria pudieron conocer a través de carteles, representación en maquetas y conversaciones con el personal que estuvo en el stand y que trataremos de resumir en 5 fases principales del proceso de reforestación y fomento de bosques, el cual consiste en:
1. Selección de árboles y recolección de semillas
Se seleccionan los árboles capaces de producir frutos de calidad. Este proceso es llevado a cabo por equipos especializados encabezados por técnicos forestales. En esta etapa, los escaladores realizan un trabajo destacado al recolectar los frutos de árboles de alturas impresionantes.
2. Procesamiento de semillas
Los frutos recolectados, que contienen las semillas, pasan por un proceso de secado y limpieza en el Banco de Semillas Endémicas y Nativas. Allí se realiza un monitoreo científico para evaluar su calidad y viabilidad mediante análisis en laboratorio. Una vez listas, las semillas se distribuyen a la Red Nacional de Viveros o Centros de Producción de Plántulas.
3. Producción en viveros
En los viveros, las semillas se colocan en cartuchos o bolsas bajo sombra parcial hecha con una malla que filtra los rayos solares (sarán) hasta que las plántulas alcanzan un tamaño adecuado y un sistema radicular lo suficientemente fuerte para adaptarse al suelo de destino. Posteriormente, las plantas son trasladadas a áreas de atemperamiento, donde se acomodan o aclimatan a condiciones de luz y humedad similares a las del lugar donde serán plantadas.
4. Plantación
La reforestación en su fase de plantación comienza con la preparación del suelo mediante desyerbo y limpieza circular de un área de aproximadamente de 50 centímetros. En el centro se cava un hoyo adecuado para el tamaño de la bolsa o cono usado en la producción de plántulas. Los arbolitos son plantados manualmente, ya sea por trabajadores especializados o por voluntarios durante jornadas de reforestación.
5. Mantenimiento y manejo forestal
Tras la plantación, es esencial realizar labores de mantenimiento para proteger las áreas reforestadas de animales e incendios. Al cabo de dos o tres años, estas áreas pueden considerarse reforestadas. Sin embargo, el cuidado continúa mediante técnicas de manejo forestal, garantizando el desarrollo sostenible de los árboles a lo largo de su ciclo de vida, que puede extenderse por décadas o incluso toda una vida, especialmente en proyectos de restauración de ecosistemas naturales.
Reflexión final
Espero que quienes no pudieron asistir a la feria y aquellos no familiarizados con la reforestación comprendan la importancia de este proceso. Reiteramos, que reforestar no solo implica plantar árboles, es una acción que garantiza la conservación de los recursos naturales y, en última instancia, de la vida misma. Cuando deforestamos, no estamos agotando 5, 20 o 100 años de nuestros ecosistemas: estamos poniendo en riesgo el futuro de varias generaciones de dominicanos y dominicanas a vivir en la pobreza, tal como señala el apóstol José Martí: “… el no cuidar los bosques arrebata a la nación una fuente de riqueza permanente…”.