En la primera parte de estas REFLEXIONES hablamos más que nada de las perspectivas políticas de los partidos, las figuras que podrían surgir en la próxima lucha por la presidencia y de la conducción del gobierno en los próximos 4 años.
Dejamos para la parte 2 el tema de las reformas pendientes de aprobación y que van a dominar el acontecer nacional de los próximos meses.
- Continuar la reforma del estado con nuevas medidas para reducir el número de instituciones públicas, fusionar a muchas de ellas y reducir el número de empleados cobra-cheques.
- La salud necesita con urgencia más recursos y se le debe aumentar su presupuesto por ley a 2.5% del PIB en el 2025 y en dos años llevarlo al 3% del PIB.
- La nueva Ley de Seguridad Social que se discute en el Congreso tiene que aprobarse ya, sin más dilación.
- La educación necesita reformas, profesores mejor preparados y una ADP menos politizada. Además, reducir los gastos administrativos en una estructura demasiado grande y poco eficaz.
- Hay que llegar a un acuerdo definitivo para modificar el Código Laboral si queremos reducir la informalidad. La doble tributación aplasta los salarios y reduce los años de vida de los negocios.
- Una Ley de Responsabilidad Fiscal juntamente con una Reforma Tributaria, es la única vía para amortiguar el endeudamiento, bajar el déficit y mejorar los índices de pobreza y empleo. Y eso también requiere una solución definitiva.
- La brecha en la balanza comercial de bienes ha crecido demasiado y resolverlo implica un esfuerzo descomunal para mejorar la productividad agropecuaria, agroindustrial e industrial.
- El campo se está despoblando, millones de tareas ya no se cultivan y hemos inclinado la balanza a importar de todo en vez de producir con eficiencia para el consumo y la exportación.
- Antes de hablar de reforma tributaria hay que abordar el problema eléctrico. Única salida: Privatizar las EDES de inmediato para cerrar gradualmente el hoyo fiscal que representan los subsidios (US$1,500 millones anuales).
- Aprobar el Código Penal con las tres causales y dejemos la hipocresía y el miedo.
- Aplicar una política fiscal diferenciada para las micro y pequeñas empresas por un periodo de 4 años a fin de que estas se formalicen y las formalizadas sobrevivan más de dos años.
- Concretar todas las leyes propuestas por el gobierno en la mesa de dialogo, la mayoría de ellas relacionadas con reformas en áreas estratégicas, que siguen durmiendo en el CES.
- Aún existen muchas deficiencias en el suministro de agua potable, Casi nadie la paga y se desperdicia sin ningún control. Por eso muchos países han optado por privatizar el suministro de agua.
- Ajustar salario es un dolor de cabeza, pero este debe siempre ir mano a mano con la inflación y ningún salario debe estar por debajo del costo de la canasta básica.
- Impulsar la minería y los grandes proyectos turísticos en Pedernales, Miches, Monte Cristi y Punta Bergantín, construyendo la infraestructura necesaria. Cualquier préstamo para estos fines se paga solo.
- En la reforma fiscal NO tocar las zonas francas ni el turismo para no joderlo todo.
- La inversión extranjera y las alianzas público-privada son las llaves para generar empleo, reducir la pobreza e impulsar la economía. Y eso depende de nuestra imagen externa y de nuestra capacidad para mejorar el nivel de riesgo país.
- Finalmente, contratar expertos de alto nivel en Inteligencia Artificial para no perder competitividad en la industria y los servicios y atraer empresas fabricantes de MICROCHIP para que se instalen en República Dominicana y darle todas las facilidades posibles. Eso es más importante que encontrar petróleo.