Desde que se comenzaron a utilizar de forma masiva los medios de comunicación a distancia, a través de medios masivos con dispositivos tecnológicos avanzados, se produce una gran revolución de la información y la comunicación, en lo que se ha denominado nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TICs). Desde el descubrimiento del telégrafo, el teléfono, la radio, la televisión, cable y por supuesto el internet, ¡Cuánto ha cambiado la forma de comunicarse de forma masiva!.

Mas recientemente y hablamos de finales de la década de los años 1980, el internet comienza a utilizarse de forma limitada, en las operaciones de inteligencia militar y posteriormente en el sector financiero, industrial, comercio y del transporte.

Una de las primeras formas de comunicarse utilizando las redes de internet, como medio masivo de intercambio de información, fueron el correo electrónico Hotmail, Outlook y más recientemente Gmail de Google.

Con respecto a las redes sociales, de que se tengan noticias, surge en el año 1995 cuando Randy Conrads creó el sitio web classmates.com, con el objetivo de que las personas de colegios y universidades pudieran mantener contacto con sus excompañeros de escuela o universidad (Boletín corporativo Deloitte, 2014). Luego a partir del año 2002 surgen MySpace y Xing, con motivos parecidos a la anterior, pero esta vez con una ampliación mayor de compañías y personas que de forma masiva comenzaban a utilizar estos mecanismos de comunicación vía internet.

Con la llegada de Facebook y Twiter y posteriormente Wassap, en verdad se produce una revolución de la comunicación, desde el punto de vista del intercambio de información en línea, tanto de texto, fotos, videos, etc.

Una de las ventajas que representaban estas redes sociales, era la gratuidad para los consumidores de las mismas y las empresas patrocinadoras se sustentaban en la publicidad que colgaban en la plataforma virtual.

Otra de las innovaciones mas impresionante de las TICs es la creación de plataformas de entretenimiento: Música: las plataformas más populares son Spotify, Apple Music, Youtube, Amazon Music y Tidal; Películas, series y documentales: las mejores plataformas para ver este contenido son HBO, Disney+, Netflix, Star+ y Amazon Prime Video.

Generalmente estas plataformas comenzaron a ofrecer servicios gratuitos al público, aunque con el tiempo introdujeron los famosos paquetes premium, por los cuales ofrecían mas diversidad de opciones, pero a la vez cobrando por el uso de los mismos.

Es así que plataformas como Youtube, desarrolla un programa de afiliación para sus programas Premium, así como Gmail comienza a cobrar por permitir mayor espacio de almacenamiento en las nubes (con tarifas desde US$19 anual).

Para el caso de Neflix, esta plataforma que en principios permitían que un afiliado pudiera incorporar varios usuarios como familiares y amigos, ya ha venido restringiendo el acceso, de tal forma que el hogar que quiera tener el servicio de película de  esta plataforma tendrá que pagar por su uso, de suerte que si usted en su casa quiere tener el servicio de series y películas Neflix debe pagar mensualmente US$13.99 ( aproximadamente RD$770 mensual), mínimo.

Si quiere tener los servicios de todas las redes premium de las distintas plataformas estaría pagando US$141.00 mensual (Alrededor de RD$7,800 mensual). Considerando que existe una población consumidora de 2.3 mil millones de usuarios, de estos servicios, esto representa una jugosa cantidad de recursos y de utilidades anuales, para los propietarios de estas plataformas.

Existe una tendencia creciente a que plataformas de redes sociales, que aun dan un servicio gratuito, usando como soporte la publicidad, también comiencen a cobrar por el servicio prestado; esta situación vendrían a profundizar aun más la brecha digital a nivel del mundo y de  nuestro país en particular, pues la inmensa mayoría de la población no puede pagar el precio de ese servicio, esto aleja la posibilidad del cumplimiento en la reducción de la desigualdad y sobre todo en lo que respecta al acceso de las personas a las TICs, que se plantea en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 (0DS-10),  en lo que respecta a la reducción de la desigualdad de cara al año 2030.