La emergencia de una nueva manera de pensar la historia iniciada en los años 60 fue dejando atrás la clásica obra “Resumen de historia patria” de Bernardo Pichardo. La vuelta del exilio de Juan Isidro Jimenes Grullón y Juan Bosch, la emergencia de Franklin Franco, Frank Moya Pons, Roberto Cassá y Bernardo Vega, sepultó la simple narración y contabilidad de hechos, insertando análisis, valoraciones. Más que un trasunto de hechos, la historia debía contener un elemento conceptual. Divididos entre marxistas, funcionalistas y contadores, los nuevos retoños de Clío le pusieron un candado a esos viejos manuales de José Gabriel García, Manuel Ubaldo Gómez, y naturalmente, J. Marino Incháustegui y Bernardo Pichardo. Los historiadores que quedaban entre aquellos y los más nuevos, se salvaron porque aportaban algo esencial: buen apoyo documental en sus aseveraciones, la creación de un amplio archivo. Ahí tendríamos un amplio espectro de autores, desde América Lugo hasta Pedro Andrés Pérez Cabral, pasando por fray Cipriano de Utrera, Emilio Rodríguez Demorizi, Vetilio Alfau Durán, y desde Caracas, el inolvidable Carlos Larrazábal Blanco.

El “Resumen de historia patria”, sin embargo, fue salvado una vez más en aquellos años 60 por Rodríguez Demorizi y canonizado por Julio Postigo en su colección “Pensamiento Dominicano”.

Bernardo José Arturo Pichardo Patín (1877-1924) no fue un historiador prolífico. Aparte de su “Resumen” en 1922, apenas publicó otro libro el año anterior, “Reliquias históricas de la Española”.

Impresas las sus primeras ediciones en los talleres barceloneses de Altés, Impresor en 1922 y 1930,, “Resumen de historia patria” llegaba hasta el primer año de ocupación militar norteamericana, el 1916. En su tercera edición, publicada a instancias de Rodríguez Demorizi en Buenos Aires en los Talleres Gráficos de Américalee en 1947, apareció con un anexo que iba desde 1916 hasta 1944. Al parecer Don Emilio desarrolló una particular atracción por esta obra. En 1964 volvió a actualizarla hasta 1962 para su cuarta edición, esta vez para la Colección Pensamiento Dominicano. En 1969 lanzaría la quinta y última edición, para la misma colección, actualizada hasta 1966.

Entre el 2008 y el 2009 los libros de Pensamiento Dominicano fueron comprimidos en una mastodóntica edición de seis tomos. El “Resumen” de Pichardo quedó apresado, habiéndose partido de su cuarta en lugar de su quinta edición, y lo peor del caso: sin aquellas hermosas ilustraciones que de paso, tenían las ediciones de Barcelona y Buenos Aires.

Deseosos de tener una edición independiente, manejable, recuperamos esos dibujos que le conferían un carácter de lectura juvenil, complementándolo con las últimas anotaciones hechas por Rodríguez Demorizi. El resultado ha sido un remozado “Resumen de historia patria”, ahora disponible en Amazon, en versiones de tapa dura y tapa blanda.

Obras como las de Pichardo vuelven a despertar la curiosidad y el placer por “leer historia”. Bien que al final debamos disponer de sólidos cuadros, de concisas valoraciones, de por qués y para qués naturalmente inevitables. Pero también la historia, como narración final que es, también podría ser parte de esa simple curiosidad por establecer hechos, contándolos de manera sencilla, y si hay recursos visuales, mucho mejor.

El “Resumen” de Pichardo no ha perdido vigencia. Al final lo asumo como lectura juvenil: del niño que fui y que todos fuimos y del derecho a cierto conocimiento ligero, refrescante. También es una lección de escritura: por su capacidad de síntesis, de contar simplemente, permitiéndonos concentrarnos en los hechos esenciales.

Ojalá y muchos historiadores y escribientes de la historia aprendieran del estilo sencillo, conciso y directo de Bernardo Pichardo. “Resumen de historia patria” todavía es un libro leíble, ¡pero muy leíble! Bienvenidos a esta grata experiencia para el conocimiento.