Recientemente hemos estado en presencia de un debate que ha generado el anuncio por parte de la Dirección General de presupuesto de que unos RD$4,530 millones correspondientes al presupuesto de educación iban a ser reprogramados para ser utilizados en otras actividades fuera del Ministerio de Educación.

La reacción de los distintos sectores, sobre todo de los partidos de oposición y  organizaciones y personas miembros del pacto nacional para la reforma educativa, no se hicieron esperar, porque de ejecutarse tal acción íbamos a estar en presencia de una violación fragrante de la Constitución en su artículo 63 numeral 10, así como la ley orgánica de educación 66-97, la ley 1-12 de Estrategia Nacional de Desarrollo, así como el pacto político y social por la educación del 6 de septiembre del año 2011, que quienes están actualmente en el gobierno firmaron.

Para hacer un poco de historia recordemos que ya a finales de la primera década de este siglo, se produjo un gran movimiento del 4% del producto interno bruto para la educación, desde inicial a secundaria, el que finalmente concluyó victorioso con la aprobación con carácter de ley de esta demanda.

Mientras se producía este movimiento nacional que planteaba mayores recursos para la educación, el titular de educación, para ese entonces, Melanio Paredes llegó a declarar que de aprobarse el 4% del PIB para educación, no encontraría que hacer con tan cuantiosa cantidad de recursos en esos momentos, estas declaraciones generaron sorpresas, sobre todo en los patrocinadores del movimiento identificados con el color amarillo, que eran quienes impulsaban la demanda.

Cuando comienza a aplicarse el mandato de la ley del 4% de educación a partir del presupuesto del año 2013, se empezaron a realizar masivas inversiones en construcción de nuevas  aulas, que vinieron a aumentar la cantidad de la infraestructura de las escuelas a nivel nacional, también importantes inversiones en capacitación de maestros y en nuevas tecnologías buscando fortalecer el proceso educativo, pero a pesar de todas las inversiones llovían las críticas sobre los problemas de aulas que aun persistían, así como los atrasos en los pagos con los proveedores, que aún persisten, tanto del desayuno y almuerzo escolar, como de uniformes y calzados para los estudiantes; a esto se agrega recientemente con los textos escolares con serios problemas en las licitaciones tanto los libros físicos como electrónicos, estos últimos que por los problemas de la pandemias fueron implementados.

Sorprende entonces que el actual ministro del MINERD establezca que para los tres meses que restan de este año hay RD$20,000 millones de pesos, que no le da tiempo para ser ejecutados y a estos se agregan los RD$4,530 millones anteriormente señalados. El mismo ministro reconoce que existen dependencia del ministerio que dirige, que no se manejan con la eficiencia que se requiere para cumplir con el plan operativo anual. En otras palabras, las dependencias del Ministerio de Educación no tienen la capacidad operativa para ejecutar los gastos e inversiones anuales, para garantizar el funcionamiento y mejoramiento de la educación en la República Dominicana.

Pero el hecho de que en el MINERD no haya capacidad suficiente para gastar el presupuesto en las prioridades educativas de nuestros estudiantes y maestros, no puede justificar de ningún modo que sean transferidos recursos a otras dependencias correspondientes a educación.

De lo que debemos hablar es que se haga un rediseño de los planes, tanto general vinculado a la estrategia nacional de desarrollo, así como un estudio de la gestión tanto desde el punto de vista de la eficiencia, la eficacia y el impacto económico y social de la ejecución del presupuesto; para eso se recomienda la guía técnica para la construcción de un indicador de desempeño, elaborada por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD), que está dirigido a servir de soporte, para medir el desempeño institucional, por parte de las unidades de planificación y desarrollo, de las entidades públicas.

Si esto no funciona hay que seguir haciendo cambios del personal técnico-directivo, por no decir cambio de gobierno, que para eso debemos esperar el 2024.