“Un sector de la sociedad sin mérito alguno ha alcanzado niveles de riqueza insospechados. Eso incluye a políticos y empresarios. Demasiados Lamborghinis y Ferraris en las calles de la ciudad. Hay más que en Milán o en París”.
“Los indicadores de la economía son irrebatibles: una de las economías de mayor crecimiento económico de la región en América Latina con un PIB per cápita que ya es uno de los más altos. La clase media más que se duplicó en los últimos 25 años. Ocho de cada diez universitarios son primera generación, es decir que sus padres no tuvieron acceso a la educación de ese nivel. La pobreza se ha reducido a menos de la mitad de lo que era hace unos años”.
“Ahora hay un automóvil cada cuatro habitantes. Hace 25 años era uno cada 15, una señal notable del progreso económico. También hemos mejorado en indicadores de salud y acceso a servicios básicos. En resumen, a nivel de América Latina, una de las pocas joyas de la región”.
“Pero: ¿qué nos ha pasado? ¿Por qué esta sensación de crisis y pesimismo, sobre todo en los jóvenes? ¿Por qué pasa ahora que hemos alcanzado el PIB más alto de nuestra historia y vamos en camino de alcanzar a países que hace una generación se veían inalcanzables?”
“Parece que el desarrollo no es tan sencillo como tomar el PIB y dividirlo por el número de habitantes y hacer reglas de tres. Los hechos que hemos vivido demuestran que todo era una tontera. Pero desde hace tiempo había síntomas que no se vieron porque nos estábamos jactando de nuestro propio éxito. Había signos de deterioro que se perdían en el jolgorio y superficialidad. Desde hace poco más de veinte años se inició una lenta decadencia”.
Aquí van algunas razones:
- Cuando la oposición, que fue muy crítica del Gobierno anterior, llegó al poder…tremenda sorpresa: gobernó con las mismas políticas que había criticado. Es decir, profundizó el modelo sin cambiar nada.
- Se nombró a un encargado de impuestos para “resolver” el tema del financiamiento ilegal de las campañas, con condonaciones tributarias cuestionables y una grotesca manipulación de la agencia de impuestos.
- En cuanto a las universidades, los estudiantes se convirtieron en clientes. Y a nadie le importaba la calidad.
- Las altas cortes se empezaron a repartir como animal en matadero. Los gobiernos de turno junto a la clase política destruyeron los tribunales.
- Y ni hablar de los operadores judiciales, personajes que trafican influencia y que son muy bien acogidos por jueces, abogados y políticos.
- El lobby desembozado y el conflicto de interés han arropado al Estado, con miembros de consejos de distintas instancias del Estado haciendo lobby descarado a favor de sus empresas o ganando concursos en el propio Estado.
- Los empresarios y políticos influenciando para que los ilícitos que cometan no tengan mayores consecuencias, porque aquí nadie con patrimonio alto va a la cárcel. Las sanciones son mínimas e incluso irrisorias para delitos económicos, uso de información privilegiada, abuso de posición dominante, por mencionar algunos ejemplos.
- ¿Y el rol de los medios de comunicación? Muchos operan con pérdidas y, sin embargo, sus dueños los mantienen. Y uno se pregunta: ¿Qué ganan teniendo negocios tan malos? ¿Para qué los tienen? ¿Qué negocio es?
- Se nos vendió la idea de que el mercado era eficiente. ¿Pero cuál mercado? La mayoría de los sectores están altamente concentrados y se nos dio la explicación de que el mercado era muy chico.
- Los grandes comercios y supermercados quiebran a los productores pequeños porque les pagan a 180 días con suerte.
- ¿Y qué decir de la falta de profesionalidad de la Policía y los Militares? quienes por décadas han cometido delitos a la vista de todos, especialmente por sus cúpulas.
- Con el cambio de partido muchos empresarios que financiaron el cambio con recursos millonarios fueron torpes, no inocentes. Lo cual refleja un signo no solo de deterioro político, sino cognitivo.
- Los cambios legales o de facto en el régimen electoral han contribuido a dinamitar el propio sistema. Ahora tenemos decenas de partidos. Un sistema atomizado.
- Mucha de la inmigración ilegal se ha hecho a la vista o con complicidad de las autoridades.
- ¿Y la desigualdad? Un sector de la sociedad sin mérito alguno ha alcanzado niveles de riqueza insospechados. Eso incluye a políticos y empresarios. Demasiados Lamborghinis y Ferraris en las calles de la ciudad. Hay más que en Milán o en París.
“¿Ahora se entiende por qué hay esta sensación de crisis institucional y del sistema?”
Esta es una transcripción de un comentario titulado ¿Qué te pasó Chile?, el cual pueden encontrar en YouTube, del abogado y analista político chileno Tomás Mosciatti, sobre las razones que él cree llevaron a la explosión social de ese país en 2019. Tal vez algo podamos aprender de ese caso.