El distinguido historiador Miguel Reyes Sánchez, ha puesto en circulación recientemente su muy interesante obra Quo vadis? Tras las huellas de la historia. Este libro recoge una buena parte de sus artículos publicados en su columna «Quo vadis» en el Listín Diario. Reyes Sánchez revisa importantes aspectos de la historia dominicana desde tiempos muy remotos hasta épocas recientes. Los temas son abordados de una manera sintética, no solo realizando una cronología de acontecimientos significativos, sino acompañándolos de la conceptualidad que les han merecido estos hechos.
El enjundioso historiador Frank Moya Pons en el prólogo de la obra, acota se trata de una entretenida y didáctica mezcla de memoria e historia. Como advierte Moya Pons además de la historia lejana, el autor nos presenta parte de sus vivencias cercanas (por motivos laborales) a un importante personaje de la historia contemporánea. Personalidad muy polémica, pese a su gran capacidad intelectual siempre sirvió al autoritarismo de Estado.
Entre otros aspectos el autor destaca la decisión de este mandatario (Joaquín Balaguer) de trasladar los restos de Pedro Santana al Panteón Nacional, y su demagógico discurso de cuestionamiento a Santana en el mencionado recinto. Reyes Sánchez nos dice sobre este tema: “Ante aquella embestida, el entonces director del Listín Diario, Rafael Herrera, presente en el acto, solo dijo “el discurso derogó el decreto”.
También nos recrea travesuras del célebre presidente que estaban destinada a esfumarse en los pasillos palaciegos, como muchas otras páginas en blanco que nunca conoceremos. Además sus relaciones con otros gobernantes, como fue el caso de Fidel Castro.
Resalta el autor la fama que acompañaba al susodicho presidente por sus famosos panegíricos ante los restos de Trujillo y Santana. Nos relata que un célebre panegirista le solicitó sus datos personales por si tenía que preparar su apología mortuoria, de acuerdo a la versión recogida por Reyes Sánchez: “Balaguer sotorriéndose le dijo: “A mí me gustaría que usted me enviara los suyos por si me toca pronunciar su panegírico”.
El autor nos revela que conoció de cerca a don Emilio de los Santos, presidente del Gobierno golpista del Triunvirato, pero que lleno de dignidad renunció al conocer la masacre que en la sección Las Manaclas se cometió en nombre del Gobierno que presidia, contra lo más selecto de la juventud de la época que decidió acudir a las escarpadas lomas de Quisqueya para luchar contra la camarilla golpista que usurpaba el poder. Debo añadir que siendo militante y dirigente estudiantil en la secundaria, veíamos con frecuencia por la calle Del Conde a don Emilio y siempre fue respetado por los estudiantes en virtud de su actitud frente a los genocidas que controlaban el país.
En Quo vadis? Tras las huellas de la historia se abordan los conflictos provocados por el régimen tiránico haitiano de Duvalier en 1963, contra el Gobierno democrático del profesor Juan Bosch.
En sus comentarios sobre la historia más remota, tienen mucho interés lo relativo al perro mudo de los tainos. La eterna polémica de donde están los restos de Colón, ¿Santo Domingo o Sevilla? La invasión de Francis Drake y el saqueo de la plaza de Santo Domingo, que todavía arroja muchos enigmas, como aquello de la supuesta o real destrucción de importantes documentos históricos. Ocupa preferente espacio los problemas fronterizos con nuestros inefables vecinos.
Se incluyen otros asuntos de alto interés histórico como la ocupación francesa por los aciagos dictámenes del tratado de Basilea. La triada de los padres de la patria, impuesta por Heureaux para regatearle a Duarte su máxima proceridad, atropello refrendado por Trujillo, quien pretendió erigirse en un super padre de la patria, cuando se autoproclamó “Padre de la patria nueva”.
Sin dudas el autor aborda múltiples temas importantes, algunos muy polémicos, pero interesantes. Asimismo se ajustan a la síntesis que reclaman los ensayos periodísticos, para que puedan ser digeridos por todos los lectores, los que disponen de mucho tiempo para leer y para aquellos que los ajetreos de la vida diaria le limitan el espacio de lectura, pero que siempre están interesados en seguir tras las huellas de la historia. Enhorabuena la nueva obra de Miguel Reyes Sánchez.