El Centro de Rehabilitación Psicosocial Padre Billini (CRPS) es el resultado de la transformación del antiguo Hospital Psiquiátrico, conocido por la población con el sobrenombre de “el 28”.  El proceso de cambios se inició en 2015, dentro de las intervenciones del Ministerio de Salud a las políticas Públicas de la salud mental en todas las esferas: 1- Enfoque en salud mental comunitaria con un énfasis especial en desarrollar las capacidades del personal  del primer nivel de atención en patologías de salud mental,           2- Aumento de la capacidad de camas en hospitales generales para manejo de crisis psiquiátricas, 3- Capacitación y sensibilización del personal,            4- Crear la red de salud mental dentro de la Red  de los Servicios de Salud, 5- Cierre del Manicomio, entre muchas otras acciones. Todas con enfoque en el respeto a los derechos de las personas.

La abolición del Hospital Psiquiátrico era un asunto de imperiosa necesidad. Su vigencia era una afrenta y una violación continua de los derechos de las personas que estaban allí internadas en “abandono social” y “descuido institucional”.  Está bien documentado, tanto por reportajes escritos como por investigaciones audiovisuales periodísticas, que “el 28” era “un lugar tétrico, aberrante, desolador e indignante: desde antes de entrar a los edificios el entorno se observaba en completo abandono y abarrotado de basura. A la entrada, el aire se impregnaba del típico tufo a manicomio tradicional. Al caminar por los pasillos de aquellos edificios oscuros, sucios, malolientes, a nuestros pasos salían al encuentro espectros, que eran personas desnudas o semidesnudas; otras, estaban en el suelo, arrinconadas sobre sus propias inmundicias y basura. Una sucesión de cuadros surrealistas y alucinantes. Todo lo que se veía rayaba en lo indescriptible, ni siquiera se podía comparar con el trato a animales en lugares controlados” (1)

“Nunca habíamos estado ante tal cantidad de personas tan vulnerables, desvalidas y expuestas al abandono extremo y a la indiferencia ajena. No entendíamos por qué las autoridades habían permitido que el “manicomio” descendiera tan bajo, ignorando su responsabilidad de proteger la integridad y la dignidad de los pacientes mentales”. (2)

El día 17 de agosto de 2016 se cierra el Hospital Psiquiátrico previa transformación en el Centro de Rehabilitación Psicosocial, su objetivo es el manejo de usuarios con trastorno mental de larga evolución sin apoyo familiar. El énfasis está colocado en el respeto a los derechos de la persona, en la rehabilitación individual de cada sujeto por medio de un plan ocupacional; garantizar el cuidado integral en cuanto a su salud física y emocional, en lo referente a su alimentación,  a su higiene personal y a su seguridad, entre otros.

En el año 2018, la Oficina Panamericana de la Salud (OPS), envió al renombrado Benedetto Saraceno, la más prestigiosa figura a nivel  mundial en las áreas de transformación de los sistemas de salud mental y rehabilitación psicosocial. En su informe al término de su evaluación, nos dice: “Los avances a la reforma del sistema público de salud mental en la República Dominicana representan un caso único en las regiones de Centroamérica y del Caribe. En pocos años, han logrado tres grandes objetivos……La transformación radical del Hospital Psiquiátrico, que no solamente ha reducido de manera significativa el número de camas, sino que ha organizado la vida diaria de los 98 pacientes que todavía residen en lo que ahora se llama Centro de Rehabilitación Psicosocial, con comodidades que no son típicas del ambiente manicomial. Los pacientes tienen derecho a habitaciones de una o dos camas, tienen espacio para sus pertenencias personales, utilizan baños limpios y eficientes, tienen libertad de movimiento y acceso a actividades de socialización, recreo y rehabilitación.”(3)

En el Centro  se dispuso de un protocolo de manejo que se mide en base a indicadores, en donde se establecen los avances en rehabilitación psicosocial y la condición de salud física, determinada esta última por dos visitas al año a un centro de salud donde se le deben realizar las analíticas y estudios pertinentes a cada usuario. Se analiza además, el número de egresos al año, bajo la premisa de que la disminución de la cantidad de usuarios es un indicador de la eficiencia del Centro.

Se determinó que el Centro, en su actividad administrativa se reportara al área de Fiscalización del Ministerio de Salud Pública y que en lo relativo a los temas de salud mental y rehabilitación psicosocial le correspondiese al Departamento de Salud Mental prestar el monitoreo y acompañamiento. En lo referente a esto último, dicho Departamento, en base a los indicadores establecidos y a una lista de chequeo, hace una visita cada semana, verificando el cumplimiento de lo establecido, identificando debilidades, buscando áreas de mejora, entre otras.

Se formó el Grupo de Veedores del CRPS. Esto es, un grupo de personalidades notables, que de forma voluntaria y gratuita, vigilan  el buen funcionamiento del mismo en lo que concierne al manejo de los usuarios y usuarias, desde el respeto a la dignidad de la persona hasta el manejo clínico y de rehabilitación. Por demás, está el histórico Patronato de Damas Voluntarias, que tan excelente labor han desarrollado  al aunar esfuerzos junto a las autoridades del Centro y a la Dirección de Salud Mental.

En suma, el CRPS se convirtió en el buque insignia de lo que todos admiten era una “revolución en salud mental”.  El experto consultor de la OPS lo reconoce cuando señala que “la reforma de la salud mental en la República Dominicana es un modelo de referencia para la región de las Américas”. (4)

¿Cuál es la situación en el Centro de Rehabilitación Psicosocial? No se sabe con exactitud, pero las informaciones extraoficiales de denuncias del mismo personal que allí labora, que nos llegan por las noticias y por los videos colgados en las redes sociales, son en extremo preocupantes. Hablan de deterioro de la calidad de los servicios, del desabastecimiento de medicamentos, de la escasez y la mala calidad de los alimentos, de una disminución del personal que realiza el trabajo de rehabilitación psicosocial, entre otras muchas acusaciones. Si esto es cierto,  el paso para que  el Centro se convierta en un manicomio está a la vuelta de la esquina.

Esa involución, ese retroceso, hay que evitarlo. Con este artículo, cumplimos con la responsabilidad personal de solicitar encarecidamente  a que el MSP por vía de su Ministro y la Dirección de Salud Mental, nos expliquen qué está ocurriendo en el Centro. Que a las malas acciones vengan correctivos que garanticen lo que está establecido en los planes y a la vez, les animamos a que reimpulsen el Plan Nacional de Salud Mental.

Apremiamos al Patronato de Damas y al Comité de Veedores a que actúen en consecuencia con estas denuncias.

Solicitamos por esta vía a la Investigadora Periodística Nuria Piera  realizar otro reportaje, similar a aquel que realizó hace 4 años (buscar Nuria Piera en el Centro de Rehabilitación Psicosocial en la plataforma youtube), donde se   reconocen los avances.

Requerimos al Defensor del Pueblo, psicólogo por demás, a hacerse eco de esta preocupación y  movilice su interés, a fin de conocer la verdad sobre la situación que envuelve a esta población, que por las características de sus condiciones de salud y biografía, apenas tienen dolientes y están al extremo de la vulnerabilidad.

Por último, todos los que hemos sido o somos figuras públicas, los que hemos sido o somos funcionarios, debemos tener presente que la historia es implacable, y en el caso que nos ocupa no perdonará a quien haga de sepulturero de este Centro,  que el tiempo se cobra siempre lo que dejamos de hacer bien. Que podemos tener reservado un lugar destacado en la memoria colectiva y ser reconocidos como persona valiosa o ser barridos por el viento del desprecio y colocados en la trastienda de lo inservible o en el zafacón del olvido, o en todos a la vez; todo va a depender de nuestro accionar y responsabilidad ante nuestros compromisos frente a la sociedad.

Bibliografía

  • La Transformación de la salud mental en la República Dominicana. 1era. Edición: septiembre de 2021. Angel Almánzar Valdez, Altagracia Guzmán Marcelino 2021.
  • Benedetto Saraceno. Informes de Viajes de 2018 y de 2019 a República Dominicana.

https://www.msp.gob.do/web/transparencia/documentos oai/142salud-mental/16129/informe-52.pdf.