Expertos hablan que desde el aspecto económico con la tendencia a la creación de nuevos tipos de mercados, la globalización permitió la creación del mercado financiero donde se venden acciones, papeles, derivativos y se vende el sistema de créditos. Muy diferente al mercado de productos (que no es ya consumo de masas sino por demandas).
Es un mercado sin fronteras, sin nacionalismos aparentes. No quiere moneda diferente al dólar como protagonista, no acepta leyes de constituciones que rigen naciones. Es un dinero que genera dinero con los intereses, muy alejado del dinero que genera mercancías para generar dinero. Ese es el mundo de Elon Musk donde es el más rico en dinero electrónico entre todos los ricos, en el otro mundo del mercado de mercancía es un burgués más.
Está la lógica indica que todo millonario es necesariamente un neoliberal a favor de la acumulación de capital en ese padrón financiero –a sabiendas de que ese padrón se alimente de crisis–, asimismo, esas estrellas capitalistas procuran una democracia universal –controlada por ellos– donde la libertad de expresión no traiga desentendimientos.
Saben que las fake news desordenadas son desestabilizadoras, crean paranoia y desconfianza en el mercado financiero. Recordemos aquella sentencia de cuño filosófica que señala que no es permitido mentir ni siquiera a favor de la humanidad; Kant no admite excepciones a la ley que prohíbe mentir ni siquiera en un caso de peligro de muerte.
Si la mentira se generaliza, que todos mientan, nadie se entenderá y regirá la desconfianza, y si no hay entendimiento no hay negocio, por ejemplo y principalmente en negocios como la bolsa de valores. Obviamente, esto lo sabe de sobra Elon Musk y su idea de que Twitter sea confiable, sobre todo para los negocios.
Abriendo el abanico de ejemplos, es el caso de las fake news dominantes en el mundo occidental con respecto al match Rusia vs Ucrania/Otan que es la gota que viene derramando la copa de la crisis estadounidense.
¿A Twitter le hace falta la censura? Este es el segundo punto. Abriendo los algoritmos, no serán posibles las cuentas falsas, los anónimos llegan a su final porque se podrán identificar los orígenes de un twitter mentiroso y la línea que sigue una fake news.
Y el tercer punto. Hoy el mundo no se puede permitir arriesgar sus lógicas de mercado tradicional capitalista, así como tampoco la élites del capitalismo financiero se pueden abandonar a los vaivenes de la extrema derecha que vive de la mentira, de propagar el odio, el negacionismo anti ciencia, y sobre todo de crear guerras y peligros absurdos.
Esa extrema derecha de cuño neoliberal rabioso no quiere desarrollo educativo y cultural, por eso inventa cualquier cosa con tal de aumentar beneficios a costa de la vida de la humanidad, por ejemplo mediante novedosas formas corruptas protagonizadas por pandillas que asaltan gobiernos y estados sean de derechas o de izquierdas.