Mañana llega al país Marco Rubio, el recién nombrado canciller norteamericano en gira por cuatro países centroamericanos y el nuestro.
¿Qué deben decirle y tratarle nuestro presidente y nuestro canciller?
Aunque luzca raro pensamos que el tema principal debe ser la tragedia haitiana. La misión de Naciones Unidas encabezada por tropas de Kenia no ha podido eliminar a las bandas que ya ocupan el 80% del área de Puerto Príncipe y que el año pasado fueron responsables de más de cinco mil asesinatos y la salida forzosa de su zona de residencia de unos 600,000 haitianos. Dado el derecho al veto de Rusia y China creemos que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no será capaz de solucionar este problema, y como sabemos de antemano que el gobierno de Trump no va a enviar a Haití tropas americanas, pensamos que la solución más factible sería que el gobierno norteamericano entregue recursos financieros al haitiano para que este a su vez contrate a mercenarios norteamericanos para que, actuando como fuerzas especiales y con apoyo logístico (drones) y de inteligencia norteamericanos, acaben con las bandas. En Estados Unidos hay compañías de mercenarios con experiencia internacional.
El enviar a haitianos indocumentados residentes en Estados Unidos sin que antes se resuelva lo de las bandas sería totalmente inmoral, pues irían a un campo de batalla. Dado que muchos de los haitianos indocumentados residentes en Estados Unidos están allí porque se acogieron al (TPS), es decir al Programa Temporal de Protección. Eso significa que serían varios miles los haitianos que serían deportados desde Estados Unidos. El TPS de Honduras vence en pocos meses. Dada la situación política y económica de Haití muchos de estos cruzarían hacia la República Dominicana, empeorando nuestra situación. Trump ha anunciado que enviará 30,000 indocumentados a Guantánamo. Aunque allí en la década de los noventa fueron enviados miles de haitianos, el presidente norteamericano ha indicado que se llevarán a ese lugar a los peores criminales para que no causen mayores problemas en sus países de origen.
En cuanto a la agenda específica bilateral entre Estados Unidos y nuestro país está el tema de la deportación de dominicanos indocumentados. Se estima que unos 190,000 dominicanos residen sin papeles en Estados Unidos, ya sea porque tomaron la yola o cruzaron desde México, o porque fueron como turistas y se quedaron allí. Ya ICE (el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas norteamericano) tiene fichados a más de doce mil dominicanos indocumentados y con expedientes delictivos, listos para ser deportados. A propósito, se está haciendo mucho ruido con las redadas para estimular el éxodo voluntario, así como desestimular nuevas entradas. Si vienen en aviones militares norteamericanos creemos que lo lógico es que esos esas naves lleguen a San Isidro. El impacto de su llegada sobre la economía dominicana será más desempleados y menos remesas, algo muy negativo. Dado que los que llegarán exceden los que han sido deportados durante los últimos años, creemos que el gobierno debe establecer un plan “B” para recibir y reubicar a tanta gente.
El tema del arroz y la solución que ha encontrado el gobierno dominicano a la libre importación planteada cómo obligación para el 2025 bajo el DR-CAFTA. indudablemente tendrá una respuesta norteamericana, por lo que bien debe ser un tema en la conversación con Rubio.
Estados Unidos se salió tanto del Acuerdo de París sobre temas medioambientales como de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ambas cosas nos perjudican, pues ya nuestras playas están sufriendo por el deterioro medioambiental mundial y no hay de dudar de que surjan nuevas pandemias y la OMS sin Estados Unidos sería una institución muy débil y dependiendo cada día más de una China cuyas vacunas fueron las que tuvimos que utilizar cuando el COVID, pues Estados Unidos en ese entonces se negó a permitir que las suyas fueran exportadas.
Hay dos temas adicionales que interesan a los Estados Unidos: la lucha contra el narcotráfico y las relaciones con China. En ambos asuntos creemos que Rubio tendrá que admitir que hemos actuado bien. A diferencia de varios países suramericanos las inversiones y el endeudamiento con China han sido muy reducidos por parte de los dominicanos. Finalmente, debemos pedir la presencia de Trump y el canciller norteamericano, así como empresarios de ese país, en la Décima Cumbre de las Américas a celebrarse en diciembre en nuestro país.