“Hoy podemos ser maestros de una forma de vivir pacífica y atenta con los más débiles” (Papa Francisco, sobre los nietos y la ternura Twitter).
Definitivamente el modo salvaje en cómo se desarrolla la guerra en Ucrania nos obliga a una mirada retrospectiva. Esa mirada no tiene otro punto de llegada y de partida que los años 428-347 a.C. y el fundador de la Academia de Atenas, el filósofo Griego Platón y su obra la República.
En esta obra del filósofo ateniense, reputada como la más importante, se recogen las principales ideas, sus diálogos, tetralogías y aportes a la filosofía. Está compuesta la misma por 10 libros en los que reflexiona el fundador de la Academia, entre otras cosas: sobre qué es justicia, cómo es un Estado justo y las funciones que tiene el hombre en la constitución de un Estado ideal, cuya organización, para Platón, lo definen cuatro tipos de gobierno: la Timocracia, la oligarquía, la Democracia y la Tiranía.
Los modelos platónicos de Estado y su pensamiento político, es indudable, que siguen impactando la sociedad contemporánea en su forma de hacer y construir sociedad y vida de ciudad. De una u otra forma, una que otra de estas formas de gobierno y Estado, ha estado presente en el dominio de un pueblo sobre otro, de una cultura sobre otra y de un poder contra otro.
De estas formas de convivencia política, Vladímir Putin, ha despertado y hecho suya la más salvaje y cruel en su guerra contra Ucrania: la Timocracia. Ésta es la más primitiva, abominable y repugnante de las formas de gobierno concebidas por el filósofo ateniense, Platón. Los hermeneutas, exégetas, analistas y conceptualizadores de epistemología de la obra de Platón, entienden que este modelo, la Timocracia, es el que en sus estructuraras conceptuales y teóricas sobre la justificación de la demagogia; planteada por el ateniense, se convierte en comparación con las otras, en la que se legitima el arte de mentir en la vida y ejercicio político del poder.
El motor y la causa eficiente de toda guerra es la propaganda sobre la que se articula una ideologización y mentalización de las bondades y virtudes nocivas de la Guerra, argumentando: que es justa, fue provocada por el otro, es legítima defensa, nos ponen riesgo, se aproximan a mi frontera, poseen armas que me eliminan y ponen en riesgo la seguridad de mi país.
¿Cómo plantea Platón este modelo de Estado?
En la Timocracia: las reglas militares, el honor y la victoria es lo más valioso, antes que nada. Los líderes son elegidos por sus habilidades en la guerra y no por su sabiduría. El alma del hombre timocrático no la controla la razón sino el espíritu. El hombre timocrático está controlado por las emociones (Atlas Universal de Filosofía, OCÉANO p.614).
En esta guerra brutal de Putin; las reglas militares, el honor y la victoria, están por encima de la vida y el derecho del mundo a vivir en Paz. Dice el presidente de Francia Emmanuel Macron, “a Putin no se le puede humillar derrotándolo en Ucrania” ¿entonces, hay que dejarlo hacer con la vida de los ucranianos lo que él entienda? Otro aspecto visto a la luz de la doctrina del platonismo putiniano es el espíritu guerrerista y que las emociones del combate son las que determinan la intensidad de los bombardeos, muertes y destrucción en Ucrania. Si Joe Biden se va a Israel, el Oso de Siberia, Putin, se manda para Irán a exhibir capacidad de guerra. ¿parece qué el plan de guerra de las potencias nucleares es demostrar quién puede destruir mejor y más rápido la humanidad?
Concluyo estas reflexiones de Pentagrama con un llamado hecho pensamiento del presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy, utilizado en otras reflexiones sobre la guerra de esta misma Columna; que conecta con el llamado del Papa Francisco de “Ser Maestros de una Forma de Vivir Pacífica”.
El presidente Fitzgerald Kennedy, decía: “La humanidad debe poner fin a la guerra antes de que la guerra ponga fin a la humanidad” (Kennedy).