Tema extremadamente complejo porque requiere evaluar al mismo tiempo todas las facetas del ser humano y además, hacerlo desde dos planos que antes eran enemigos mortales: el plano de la razón o ciencia y del otro lado el de la intuición o fe. Pese a que son los dos pilares que sostienen nuestra civilización, no es sencillo desenvolverse en ambos al mismo tiempo, pero la mente humana lo necesita para funcionar correctamente.

Se piensa que la fe o religión es una buena protección frente a los trastornos mentales y es cierto, porque posee recursos que permiten relacionarse con Todo de forma positiva. Pero también se dice lo contrario y es también cierto, porque algunos conflictos mentales se derivan de creencias religiosas, en especial del fanatismo religioso. Las religiones realmente son instrumentos poderosos que pueden tanto dar vida como quitarla, dependiendo de cómo se utilicen.

En la religión los errores doctrinales importantes, podrían generar crisis severas, como: baja estima, culpabilidad, despreciar “pecadores”, posibilidad de actos abominables por creer que es la voluntad divina (los cruzados masacraron a los habitantes de Jerusalén en nombre de Jesucristo). Los psicoanalistas detectan a menudo trastornos psicológicos por conflictos con algunas creencias religiosas. Por ejemplo, la alta incidencia de crisis histéricas en tiempos del puritanismo, por la fuerte represión contra la sexualidad femenina.

Muchos cristianos consideran su sexualidad como algo que ofende a Dios, de hecho, el teólogo Orígenes se castró para evitar pecar. Algunos entienden que el sexo es creación del demonio. Es preciso que comprendas que Dios no te odiará, aunque tengas sexo de forma diferente a lo permitido en tu sociedad. Aunque si logras vivir tu sexualidad de acuerdo con tu cultura, tu existencia será más grata.

Los Homo sapiens son seres materiales temporalmente, pero espirituales siempre. Tienen órganos sexuales sólo cuando están en este plano terrenal por su tipo de reproducción sexual, así, los seres espirituales (como Dios) no necesitan órganos sexuales, luego no son hembras ni varones.

Los psicólogos y psiquiatras alertan sobre las alucinaciones visuales y auditivas, pero algunos creyentes afirman recibir comunicaciones de Dios. ¿Cómo saber si están locos? Si la persona luce equilibrada y su supuesto mensaje divino no lo perturba de forma negativa, podría respetarse su creencia. De incitarla a conductas inaceptables, como: “mata a tu hijo”, deberá recibir apoyo psiquiátrico urgente. Si cree que Dios lo menosprecia por ser pecador y que estará eternamente en el infierno, hay que pedirle que nos explique qué quiere decir que: “Dios es amor”. Muchos psicólogos y psiquiatras entienden que su profesionalidad exige ignorar la espiritualidad del paciente por no ser algo científico, pero la ciencia debe darnos la capacidad de interactuar con cualquier creencia o lenguaje que éste utilice, especialmente si es algo que valora.

Muchos intelectuales evitan tocar el tema de lo sobrenatural en público pese a ser creyentes para evitar que se ponga en duda su formación científica. Sin embargo, la ciencia actual permite explicar racionalmente muchos fenómenos que antes parecían inexplicables (además de que en las sagradas escrituras muchos textos no deben leerse de forma literal sino simbólica).

Las posesiones demoníacas descritas en la Biblia, se ha postulado que son simplemente ataques epilépticos, esquizofrenia o trastornos de personalidad múltiple. Sin embargo, se sigue insistiendo en el tema, existiendo todavía exorcistas que en ocasiones tienen estudios universitarios e incluso son médicos o psicólogos. Algunos exorcistas para evitar confusiones apelan a elementos “sobrenaturales” que justifiquen pensar en algo más que un trastorno neuropsiquiátrico. A manera de ejemplo, si reciben respuestas verbales a preguntas que estén formulando mentalmente o si el paciente salta cuando disimuladamente es tocado por algún elemento sagrado.

Por otro lado, a veces las personas muy religiosas consideran que su deber es criticar y enfrentar a la ciencia, cerrándose a los avances tecnológicos y proponiendo el retorno a la medicina del pasado. Pero, aunque dicen rechazar lo moderno, no osarían separarse de algunos avances tecnológicos. El equilibrio es indispensable para la salud mental, pero a veces nos cuesta lograrlo.

Si crees que Dios te habla o crees que algo es su voluntad, hay algunos elementos que deben estar presentes: te causa paz, notas una sabiduría indiscutiblemente superior, no daña a otros, no te hace descuidar tus responsabilidades, es positivo para la humanidad, produce cambios positivos en ti, te mantienes humilde y no se te obliga a aceptar la voluntad de otros como si fuera divina. Lo más importante: mantienes el control de tu vida.

El plano espiritual es superior, pero puede ser confuso y el plano material es limitado, debemos aprender a volar sin dejar de estar aterrizados. Podemos hacerlo.

La fe no puede ser una excusa para ser incoherentes o irracionales. Hoy es inaceptable que te digan: no lo pienses y acéptalo en fe. Gran parte de las patologías mentales surgen del intento de engañarnos a nosotros mismos. Se nos dijo que la verdad nos hace libres, pero también nos mantiene sanos.

Si nuestras creencias nos impiden ser felices, debemos revisar nuestras creencias.