La protección social tiene áreas que deberían promoverse para dar a conocer sus beneficios e identificar las diferencias existentes entre ellas. La protección social reactiva y la protección social adaptativa tienen cada una sus particularidades.  Los dos conceptos significan mecanismos redentores de la pobreza, de socorro a poblaciones vulnerables, y ambas son propicias para el contexto de la gestión del riesgo de desastres y el desarrollo sostenible.

Cuando se habla de protección social (PS) se refiere a los sistemas que implementan los gobiernos para ayudar a los pobres a salir de la indigencia. La PS enfrenta las carencias que dejan el desempleo y los bajos ingresos. Situaciones que impactan negativamente a la sociedad en la seguridad, protección, salud, educación, alimentación, entre otras.

Es un derecho de los ciudadanos estar protegidos por el Estado y, en cumplimiento de ese derecho, la República Dominicana cuenta con bonos que ayudan en ese sentido, por ejemplo, los de transferencias monetarias, educativos, salud, seguridad alimentaria, apoyo en emergencias, inclusión económica, viviendas, cuidados, supérate mujer y acompañamiento sociofamiliar.

Cuando ocurre una catástrofe estos programas y mecanismos proveen ayudas de emergencia focalizadas a familias vulnerables afectadas por el fenómeno.

La Protección Social Reactiva en emergencias (PSR) consiste en agregar complementos a los beneficios establecidos en los programas de ayudas sociales.  Estos pueden llegar a familias antes, durante y después de una crisis, a una escala menor, es decir, a grupos que sufren los embates de un evento adverso de carácter natural o humano (huracanes, inundaciones por lluvias, deslizamientos, sismos, incendios y conflictos sociales).

La Protección Social Reactiva prueba los sistemas administrativos en tiempos normales y, en una situación de crisis, sirven para llegar de manera rápida con transferencias monetarias u otras asistencias humanitarias que pueden ser vertical, es decir, aumentan el valor y la cantidad de la ayuda durante cierto tiempo hasta aliviar el sufrimiento de los necesitados.

Los programas de PSR pueden expandirse de manera horizontal llegando a otros beneficiarios que no se encuentren dentro del esquema. Es una manera focalizada de la ayuda, alcanzando a un mayor número de personas. Esto se hace bajo controles estrictos de entrega e implica invertir en el fortalecimiento de los datos, financiamiento, protocolos y expansiones rápidas.  En resumen, la protección social reactiva es focalizada y de escala menor.

La Protección Social Adaptativa (PSA) es una intervención estratégica, cuyo propósito apunta hacia el desarrollo sostenible. Sus esfuerzos se concentran en fortalecer a las comunidades para que ellas sean resilientes a los choques del cambio climático.

Se invierte en las familias de hogares vulnerables para que se preparen y se fortalezcan frente a los fenómenos adversos. Enseña a las comunidades a enfrentarse y adaptarse a los choques extremos del clima, protegiendo sus vidas, bienes y medios de subsistencia y no caigan en la pobreza y se queden atrapados en ella.

La PSA es una intervención a mayor escala, de desarrollo, con componentes que orientan a conocer los riesgos existentes, promueve la preparación y respuesta en el marco de la gestión integral del riesgo de desastres y el cambio climático, de la mano con los actores de protección civil.

La PSA debe recorrer una ruta en la que los gobiernos asumen un liderazgo de coordinación interinstitucional, integrando a las empresas privadas y a las organizaciones de desarrollo no gubernamentales. Dispone de datas de riesgos, plataformas de análisis de información, programas pertinentes, manejables e instrumentos financieros ágiles que permitan realizar transferencias monetarias.

Ambos mecanismos, el reactivo y el adaptativo, responden a crisis. El primero, va en auxilio de manera rápida; el segundo, igual se mueve de manera expedita, dejando resultados que pueden ser apreciados a largo plazo.