La idea de defensa civil surge, a nivel global, en el cuarto convenio de Ginebra del año 1949, luego de los conflictos bélicos del siglo veinte, primera y segunda guerra mundial.  Ambos sucesos dejaron pérdidas humanas y materiales invaluables entre los periodos (1914 -1918) y (1939 – 1945).  Construir una institución que se ocupara de la defensa civil fue una de las metas de ese cuarto convenio de Ginebra, realizado el 12 de agosto del 1949, y donde se trataron asuntos relativos a la protección de las personas civiles en momentos de guerra.

El evento sirvió para definir el símbolo de la defensa civil, el cual ha perdurado en el tiempo, incluyendo durante las diferentes etapas de la guerra fría, comprendida entre el 1947-1985, teniendo como actores principales a Estados Unidos y la Unión Soviética. Se escogió a la estrella de David como símbolo para la defensa y protección civil, un emblema procedente del judaísmo, figura triangular perteneciente a las culturas hebreas e Israelita; cuyo significado histórico es de gran valor para el mundo religioso por los hechos notables que le rodean.

El triángulo es un símbolo asociado al equilibrio de la naturaleza, a la unidad, armonía y sabiduría. Los lados del triángulo significan prevención y atención a emergencia. Significa que los gobiernos en unidad con el voluntariado y la población en general actúan en situaciones especiales. Cada color simboliza algo: el azul es prevención y tranquilidad; el rojo y naranja es celeridad, alerta y claridad para ver.

Durante el histórico proceso de conformación de la estructura nos encontramos con varias ideas conceptuales. Por ejemplo, “Defensa Civil” y “Protección Civil”.  Ambos términos se usan indistintamente; sin embargo, con el pasar de los años, y en la actualidad, se está asumiendo un mayor interés en emplear el concepto protección civil.

El uso protección civil, en el lenguaje de las emergencias, obedece a que no está asociado a los cuerpos castrenses; en cambio, el concepto defensa civil sí tiene ribetes del sector militar.  Por eso no es casual que en los países de la región las direcciones de estas organizaciones se roten entre civiles y militares.

La protección o defensa civil, o como se le quiera llamar, es parte de la superestructura de una nación. Están para realizar actividades de soporte al gobierno en las políticas de reducción de riesgo de desastres.

Funcionan en la mayoría de los países con el objetivo de apoyar a las poblaciones que habitan en zonas vulnerables, es decir, en riesgo.    Ya no es una entidad de atención a heridos de guerras y de acción reactiva como lo fue en sus inicios, es una organización de gestión del riesgo de desastres, de emergencias y desarrollo.

El cambio de una emergencia reactiva a una visión prospectiva de desarrollo se encuentra en las experiencias y aportes de varios gobiernos progresistas y de izquierda.  Experiencias observables en el Caribe, Centroamérica, Suramérica y otras regiones nos brindan informaciones en esa dirección.

Por ejemplo, los marcos legales de reducción de riesgos e ideas innovadoras para la prevención de los desastres por fenómenos naturales y humanos se desarrollaron en Cuba después de la revolución.

También los gobiernos de Salvador Allende y Michelle Bachelet en Chile, y hasta estos días, incluso, países que recientemente han asumido y tienen gobiernos progresistas y de izquierda ofrecen informaciones relacionadas al tema. Veamos las siguientes experiencias:

Chile crea la Defensa Civil en el 1942 y durante el mandato de Salvador Allende (1970-1973), se inicia el proceso de fortalecimiento de las estructuras de protección civil.

Luego, cercano a estos días, la presidenta Michelle Bachelet, del Partido Socialista, en los periodos de sus gobiernos (2006-2010 y 2014-2018), quien llega al poder por la vía de la coalición Alianza por Chile, fortalece la educación de la población en la gestión del riesgo debido a los peligros sísmicos y de tsunamis del país.

Al triunfar la revolución de Cuba en el 1959 y arribar a sus seis años, en el 1966, el gobierno crea la Defensa Civil. Y en el 1976, diecisiete años después, Fidel Castro perfecciona las estructuras, ordenando la creación de los órganos del poder popular y división político-administrativa hacia un esquema de defensa comprometida con la soberanía de la nación.

En el 1997 el Parlamento Cubano legisla sobre el sistema de medidas de defensa civil y los contenidos de gestión del riesgo se incluyen en los programas de educación a diferentes niveles.

Nicaragua, funda la Defensa Civil en el 1982, a diez años de haber sufrido el terremoto del 23 de diciembre del 1972 que destruyó la capital Managua. A un año del triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (1979-1980), se impulsa el conocimiento de los niveles de riesgos, con el fin de garantizar la protección de vidas y preservación de bienes de la población, pues la nación pasaba por momentos de crisis económica postguerra.

En Ecuador, en el 1960, el congreso presenta las primeras normas legales correspondientes a la Defensa Civil de ese país. El primer año del mandato de Rafael Correa (2008), presidente del Partido Alianza País de Ecuador, emite un decreto en donde la Dirección Nacional de la defensa civil pasa a llamarse Secretaría Técnica de Gestión de Riesgo.

Bolivia, por su parte, en el mandato de Evo Morales (periodo 2014), Movimiento al Socialismo (MAS), se promulga el marco de autonomías y descentralización para incorporar las competencias residuales de la gestión de riesgos, estableciéndola como una competencia exclusiva del nivel central del Estado y de las entidades territoriales autónomas.

En Brasil, la presidente Dilma Rousseff (2011-2016), del Partido de los Trabajadores, prosigue el fortalecimiento del sistema nacional de protección civil iniciado por Lula, y se establecen pautas y objetivos dirigidos a la protección, propiciando mayores niveles de participación, discusión e incentivo a la investigación en el campo de la gestión del riesgo.

Para los casos de Venezuela y México; el primero, cuenta con una estructura de pueblo, de gente consciente de preservar su propia integridad, su especie y ambiente. Los presidentes Hugo Chávez y Nicolás Maduro se mantuvieron apoyando a la organización de socorro.  El segundo, México, desde el 1976 cuenta con una Dirección General de Prevención y Atención de Emergencias Urbanas, no obstante, a partir del gobierno de López Obrador se le presta una atención al trabajo que el Sistema de Protección Civil y Restablecimiento para el Distrito Federal (SIPROR) el cual se realiza desde el 1981.

Por otra parte, Colombia exhibe un acumulado de experiencias relacionadas con las guerras internas y ocurrencias de eventos trágicos de arriadas volcánicas y sismos potentes. Gustavo Petro encuentra una estructura de protección civil reconocida y certificadas por estándares internacionales. Por lo que no se le debe atribuir a su incipiente gestión esos logros, pero Petro deberá mantener el posicionamiento de esa entidad social y humanitaria.

Pepe Mujica, en Uruguay, por su visión filantrópica y de ejemplo, en su gobierno brinda apoyo al sistema de gestión de riesgo, enfocado a la preparación para la prevención basado en un sólido programa de protección social, vinculante al sistema, permitiendo salvar vidas, bienes y medios de producción de la población.