Desde hace unos cuatro meses, en República Dominicana opera el Programa Nacional para la Promoción de la Ética (PROÉTICA), perteneciente al Gabinete de Transparencia, Prevención y Control del Gasto Público.

El programa tiene como propósito contribuir con la transformación de la cultura ética en República Dominicana. Tiene un componente formativo que tiene como objetivo proporcionar una formación ética integral a la ciudadanía, así como asesorar a las distintas instituciones de la sociedad dominicana en la reflexión, discusión, elaboración y actualización de sus códigos de ética.

También posee un componente de comunicación con la finalidad de promover principios y valores acordes con una sociedad democrática y equitativa. Desde este componente diseñaremos micro campañas de promoción de valores y se gestionan las redes sociales donde estaremos subiendo nuestros videos, conferencias, talleres y cortos animados relacionados con la promoción de principios éticos. ((445) ProeticaRD – YouTube) y (https://web.facebook.com/ProEticaRD).

En el Facebook del programa colocamos nuestro boletín informativo mensual (https://drive.google.com/file/d/1E2Y1J_7gpXqx2oUeha2j3F0-c82RuEOB/view?fbclid=IwAR2AvmDyMuOyePwGQZ3OmXAnjvRqtdbwuSGfjAlG78ns51XImqTjCFJEIE). Esta publicación tiene artículos de divulgación y de reflexión ética, así como recursos audiovisuales que promueven valores éticos.

Proética es un programa transversal que conecta la ética pública y el buen gobierno con los problemas fundamentales de la ética ciudadana. En este sentido, no se reduce a las normativas o legislaciones sobre prevención y control de la corrupción estatal -inefectivas si carecen de sustentación en una cultura de la eticidad- como a construir espacios de reflexión sobre los principios y valores que deben orientar nuestras acciones para la construcción de una sociedad más justa.

Ningún programa por sí solo puede cambiar una sociedad. Para un cambio significativo, se requiere un trabajo mancomunado de formación escolar y universitaria, políticas públicas que encuentren paliativos a las situaciones sociales que promueven valores antidemocráticos, injustos e inequitativos, así como un régimen de consecuencias para los que ejercen y promueven estos valores.

Lo que Proética sí puede hacer es sembrar semillas de transformación social que germinen poco a poco. No hay otra opción razonable, porque la alternativa es quedarnos de brazos cruzados y decir que no puede hacerse nada, una actitud más cómoda y compromisaria con aquellos que usan esa excusa para beneficiarse del statu quo, una actitud antinatural a nuestra especie, que, de haber sido pesimista, nunca habría realizado el trayecto que le ha permitido evolucionar desde las cavernas.