Todo parece que, la guerra entre Rusia y Ucrania va para largo. Como se sabe, todas las guerras han provocado incertidumbres en los sistemas y sub-sistemas económicos, productivos, comerciales y sociales impredecibles.

En el caso de la RD se sabe que, la producción de leche, quesos, jamones y carnes de pollo, cerdo y res, entre otros productos de la canasta familiar, dependen en casi un setenta (70%) por ciento  de las importaciones de granos, grasas, medicamentos (vacunas), suplementos y vitaminas.

En tal sentido, nuestro país presenta un déficit de productos y sub-productos lácteos, cárnicos, embutidos y grasas de origen animal y vegetal, genéticas avícolas, ovino-caprinas, bovinas y porcinas y granos que debería preocupar a los funcionarios responsables de tomar decisiones políticas en materia agropecuaria, incluyendo al Presidente de la República Dominicana, Luis Abinader.

Como se sabe, la incidencia socioeconómica de las actividades agropecuarias en el año 2021 fue de trescientos mil (300,000) millones de pesos dominicanos, equivalente al seis por (6%) del PBI total. Mientras que, la agropecuaria generó un total de trescientos cincuenta y ocho mil (358,000) empleos directos, lo que representó el ocho por ciento (8%) de los empleos generados por la economía dominicana en el año 2021 (BCRD, Febrero del 2022).

Por lo que yo conozco, todo parece que el Ministerio de Agricultura de la RD no dispone de un Plan Agropecuario de Contingencias, que le permita hacer frente a la potencial crisis agroalimentaria que ya se incubó en todo el Planeta. Si existe dicho Plan, el Ministro de Agricultura, Limbert Cruz, debe divulgar y visibilizar el mismo para despejar las incertidumbres que existen en materia agroalimentaria en nuestro país.

Al valorar la eventual crisis agroalimentaria que supuestamente afectará al Planeta en los próximos meses, conviene que los Ministerios de Agricultura y Educación, el Instituto Agrario Dominicano (IAD), el Instituto de Recursos Hidráulicos (INDRHI) y Nacional de Estabilización de Precios (INESPRE), el Plan Social de la Presidencia y los Comedores asuman el Plan de Contingencias Agropecuario que estamos proponiendo.

En tal sentido, conviene que las instituciones mencionadas en el párrafo anterior formalicen una Alianza público-privado que permita movilizar los recursos económicos y logísticos necesarios para producir, almacenar y distribuir estratégicamente los agroproductos que nuestro país está en capacidad de producir en lo que resta del año 2022 y los primeros cuatro meses del año 2023.

La alianza público-privado que estoy proponiendo debe involucrar a las asociaciones y federaciones de agricultores, a los patronatos de hacendados y ganaderos, a los productores agropecuarios y agroindustriales, a los productores de ovino-caprinos, a los productores avícolas, acuícola y apícola, así como a los productores de cerdos.

Por otra parte, lo estratégico no es prohibir las importaciones de los productos y sub-productos agropecuarios que nuestro país no está en capacidad de producir, sino minimizar los riesgos, siguiendo las directrices de los Protocolos y las Normas Sanitarias de Vigilancia y Cuarentena vegetal y animal de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).

Conducir una institución pública, no es para novatos, engreídos, prepotentes y pedantes. Gobernar un país con casi cuatro (4) millones de personas con los estómagos medio llenos o vacíos, requiere de compromisos políticos, creatividad y un trabajo titánico 24/7. Luis Abinader es un ejemplo de trabajo, pero parece que la mayoría de sus funcionarios no han asumido o no han conectado con su estilo de trabajo.

Los presidentes saben que los pobres y los sectores de clase media son los que eligen al presidente, al vicepresidente, a los senadores, a los diputados, a los Aacaldes y a los regidores de la República cada cuatro años. Un Gobierno a mitad del período constitucional para el que fue electo debe remenear la mata e incorporar a su gabinete a los mejores hombres y mujeres con los que cuenta el país, ganárselos y comprometerlos como sus aliados estratégicos.

Como Planificador Estratégico Psicólogo Social, construyo escenarios socioeconómicos y políticos posibles, los analizo, pondero y extrapolo, tomando en cuenta los factores coyunturales que han tomado en cuenta los Presidentes con perspectivas y posibilidades, de ser reelectos a un segundo período Presidencial.

“Todo depende de cómo vemos las cosas y no de como son en realidad”. Carl Gustanv Jung.