En los procesos electorales la reelección históricamente ha sido un tema de amplio debate por décadas en la Republica Dominicana, desde los tiempos del dictador Rafael Trujillo (1930-1961). El tirano, en ocasiones, montaba falsas elecciones y se imponía a través de su Partido Dominicano, único, pues no se permitía a la oposición organizarse en partidos.

Los defensores del dictador han vendido la historia de que uno de sus logros económicos fue el pago de la deuda externa, lo que ha sido desmentido por economistas e historiadores, como Arturo Martínez Moya y Bernardo Vega. También resaltan que durante sus casi 31 años se crearon las leyes monetarias y financieras que dieron origen al sistema financiero y monetario actual, además de la creación del Banco Central y el Banco de Reservas.

Posteriormente Joaquín Balaguer y heredando en cierta medida la dinámica trujillista, aunque fue elegido presidente de la República  en unas elecciones en el año 1966 presentado por el Partido Reformista (PR) cuando el país se hallaba invadido por militares de EE.UU., se impuso sobre Juan Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Posteriormente en el año 1970 y 1974, como resultado de la persecución de los dirigentes de los partidos de la oposición política, así como el apresamiento y asesinato de periodistas, dirigentes sindicales y estudiantiles que se expresaban en contra del régimen de opresión, se impuso en esos procesos electorales.

Desde el punto de vista económico los puntos más luminosos de estas gestiones de gobierno de Balaguer, de ese periodo de gobierno de 12 años, fueron la estabilidad en los niveles de precios, en el endeudamiento externo y las inversiones públicas masivas en infraestructura.

Pero a partir del año 1978, como resultado de un proceso de lucha de la oposición y  una parte importante de la población votante, se logró desplazar el régimen balaguerista y su Partido Reformista (PR) y la llegada del Partido Revolucionario Dominicana (PRD), eligiendo como presidente a Antonio Guzmán Fernández, que dio paso a un proceso de apertura democrática, con mayor libertad de expresión y de asociación y cuyo principal punto en el ámbito macroeconómico fue el aumento del gasto público,  aumento de los salarios públicos, que Balaguer mantuvo congelados, y la emisión de lo que se denominó dinero inorgánico.

Posteriormente año 1982 fue elegido como presidente Salvador Jorge Blanco, pero a este inquilino del Palacio Nacional le tocó enfrentar el déficit en el presupuesto público y el aumento de la deuda pública externa heredados del anterior gobierno, a la vez se vio obligado a someterse a un proceso de ajustes con el Fondo Monetario Internacional, que implicó la restricción del gasto público para reducir el déficit, la eliminación de subsidios a bienes y servicios de consumo masivo, lo que implicó aumentos exorbitantes de estos renglones, por lo que se produjo en el año 1984 lo que se denominó la poblada de abril de ese año con más de 150 muertos, en las protestas en contra de los aumentos de precios.

El mal manejo de la cosa pública por parte del PRD y su división interna, devino en que Balaguer volviera a postularse y fuera elegido como presidente en el año 1986, pero ya denominado Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) al fusionarse el Partido Reformista con el Partido Social Cristiano, el cual continuó con su política de construcción de los doce años anteriores (1966-1978), que se había denominado de “varilla y cemento”. Pese a una gran inflación ocasionada por la emisión de dinero inorgánico, Balaguer logró imponerse en el año 1990 contra Juan Bosch, en esta ocasión candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Bosch y el PLD denunciaron que se había cometido lo que llamaron “un fraude colosal”, pero no se pudo impedir que Balaguer continuara en el gobierno.

En los comicios del año 1994 Balaguer se impuso de nuevo, en esta ocasión contra el principal opositor, el doctor José Francisco Peña Gómez, del PRD. También se denunció fraude. Ante las evidencias presentadas por la oposición, se generó una crisis política, y luego de largas jornadas de negociaciones entre PRD y PRSC, así como un grupo de notables, se llegó a un acuerdo mediante el cual al gobierno de Joaquín Balaguer se le recortaban dos años (1994-1996). En esa crisis el PLD, como tercera fuerza política, jugó un papel importante con sus sugerencias para un pacto político nacional que diera solución a la crisis.

Posteriormente en el año 1996 se celebraron nuevas elecciones en donde compitieron José Francisco Peña Gómez del PRD y Leonel Fernández del PLD. Fruto de las reformas constitucionales y políticas se estableció la obligación de obtener el 50 por ciento más 1 voto para ganar la presidencia. En la primera vuelta el doctor Peña Gómez quedó en primer lugar, pero no alcanzó el porcentaje requerido. Leonel Fernández quedó en segundo lugar, pero Balaguer le dio su apoyo junto a otras fuerzas derechistas, como la FNP, de Marino Vinicio Castillo, y logró derrotar a Peña Gómez en la segunda vuelta electoral.

(Continuará)