1.- En tiempos de elecciones, el ambiente político nacional dominicano, parece el escenario adecuado para dormir a un niño. El proceso viene a ser la camita, es decir, la cuna.
2.- Con el fin de poner al electorado alelado, los politiqueros recurren a hacerle cuentos, las más variadas fábulas. Se inventan ridículas historietas, hasta llegar a confundirlos.
3.- A las ciudadanas y a los ciudadanos dominicanos, con el objetivo de que al momento de votar estén debidamente condicionados, previamente les dan una especie de lavativa mental compuesta de chácharas.
4.- El elector, ya embullado, lo más entretenido posible, se entusiasma de tal forma que, lleno de ilusiones, echa el voto por el candidato que más lo ha hecho reír en las marchas y caravaneos.
5.- El votante, convertido en un carajito aleccionado, sufraga por el candidato que encanta o con virtud para divertir, aunque sea un salta pa' trás, un come sambumbia.
6.- Decir procesos electorales, es para los negociantes de la politiquería, como ir a moverse a un jardín de infancia, a un círculo infantil, a hacer chistes propios para lactantes.
7.-Mientras más habilidad para hacer morisquetas tiene un aspirante a un cargo electivo, mucho más chavalitos logra conquistar para que voten a su favor.
8.- Ese que se postula ve en cada elector a un párvulo que muy bien le va a favorecer con el voto, partiendo de que, como es un nene, una dócil criatura, basta que le haga reír o le regale una chupeta.
9.- En el curso de las votaciones, en la reunión pública o mitin, cada politiquero se preocupa, por medio de diversiones desordenadas, convertidas en relajo, de hacerle burla a los chicuelos que le escuchan.
10.- Como a un niño pequeño, o mejor dicho a un chichí, los buscadores de votos o candidatos, aprovechan cada ocasión para ponerle al elector o electora una mamila, biberón o tetera, para que se mantenga tranquilo y sin lloriquear.
11.- Aquel que por tener un dinero raro se cree un líder, político muy popular, algo así como el papaupa de la matica, siempre anda en su lujoso vehículo pescuezo largo, cargado de biberones, pañales y cuantas piezas sirven para tranquilizar niños.
12.- Los negociantes políticos, malaclase y con peores malas mañas, con su proceder de malucos, convierten los tiempos de elecciones en época de tranquilizar niños.
Ideas finales
13.- Desde cualquier ángulo que se analicen los procesos electorales en nuestro país, las conclusiones siempre serán las mismas, en el sentido de que solo persiguen legitimar el poder de la minoría sobre la mayoría del pueblo dominicano.
14.- No importa cuál sea el resultado de las elecciones o votaciones a efectuarse el próximo año, en nada cambiará la situación, las condiciones de vida material y espiritual de los pobres.
15.- En las elecciones o votaciones venideras, no está en juego la eliminación o mantenimiento del statu quo. Las mismas se limitan a darle viso de legitimidad al orden establecido para que todo se mantenga igual, invariable, estable, constante.
16.- Los votantes están convocados para que con su voto autoricen a que legalmente un pequeño grupo controle el Estado y sus instituciones, y desde el gobierno central decida qué hacer o no hacer. A eso se contrae el asunto electoral en nuestro país.