1.- No es causar más molestias, ni procurar perturbar, exponer ideas para que la mayoría de los miembros de la comunidad estén debidamente orientados, bien encaminados.

2.- Responde a una buena decisión cívica, querer que el pueblo esté en condiciones de manera consciente ejercer sus derechos y libertades. Civilizar es educar, enseñar.

3.- Mientras el pueblo trabaja creando bienes para la comunidad satisfacer necesidades materiales y espirituales, el sector ilustrado, que viene a ser privilegiado dentro de la población general, debe sentirse obligado a que las mujeres y los hombres laboriosos no sean víctimas de maquinaciones politiqueras.

4.- La práctica nos dice que así como los trabajadores del campo y la ciudad luchan para que el país progrese, esos que nada aportan al desarrollo social se ocupan de politiquear, haciendo del engaño una forma habitual de existencia.

5.- Corresponde a las ciudadanas y ciudadanos más honestos y lúcidos del país, desplegar todas las potencialidades físicas e intelectuales para contrarrestar, y de cualquier forma neutralizar, las acciones que para confundir al pueblo llevan a cabo los tunantes, los pícaros de la baja política.

6.- De manera soterrada, en el país se desarrolla una lucha ideológica, de una parte, los que están al servicio del orden establecido, el statu quo, y de la otra, el pueblo.

7.- Pero ocurre que el conjunto que forma conciencia social, ideas políticas, morales, filosóficas, éticas, etc., responde a la ideología de los grupos que controlan el poder económico y político.

8.- El ambiente dominicano actual es adecuado para que circulen y se fijen en la mente del pueblo todo aquello que favorece la permanencia del vigente régimen social, expresado en el modo de vida que llevamos.

9.- La gente de la calle, el pueblo llano, las grandes mayorías nacionales son las destinatarias de mensajes difundidos para contagiar su cerebro y así condicionarlas.

10.- En la presente coyuntura política que vive el país, el interés principal de los dueños del poder del Estado es que ciudadanas y ciudadanos acepten con docilidad la propaganda electoral, para que lo divulgado desde las alturas sea santificado.

11.- Pronunciarse a favor de que las electoras y los electores voten en mayo, para prolongar el orden social que tiene aplastado al pueblo, es una labor de amarre para que retengan ideas adecuadas a todo lo que significa régimen económico, que es desde donde se originan los males sociales.

12.- La actividad de confusión ideológica, dirigida a electoras y electores, está debidamente diseñada y enmarcada en pregonar de tal forma que la multiplicación de lo que se transmite haga enajenar y a la vez encandilar para votar.

13.- Lo peor es que ante el bombardeo propagandístico electoral, los posibles votantes están abandonados, desprotegidos, soltados a su suerte para que se duerman en sus laureles, hasta el día que depositan el voto en las urnas.

14.- Las personas que, así por así, sin ton ni son, van y sufragan, lo hacen como víctimas de sus adversarios políticos y de clase, y también son perjudicadas por aquellos que no se ocupan de contrabalancear la propaganda de los que hacen de verdugos.

15.- Los de abajo, los humildes, merecen contar con ciudadanas y ciudadanos que hagan labor de enseñanza cívica, para que al momento de votar procedan por lo que les conviene, y no por quienes negocian con la ignorancia del pueblo.

16.- La buena orientación a los que votan, debe ser asumida como compromiso social y aporte para que electoras y electores puedan ejercer su derecho a elegir de manera consciente, y no bajo maniobras politiqueras.