Entre la década de los año 1970 y 1980, en las cuales se habían  consolidado tanto la URSS, China Socialista y Estados Unidos, luego de varias décadas de terminada la segunda guerra mundial, se produjo una guerra ideológica en el mundo y particularmente en la izquierda de los países latinoamericanos.

Unos influidos por la filosofía y el ejercicio político de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, inspirada en las ideas de Vladimir Lenin,  y por otro lado también las ideas filosóficas y políticas del régimen socialista chino basadas en las ideas de Mao Tse Tung.

Eran interminables los debates en las universidades y plazas públicas entre pro chinos y pro soviéticos en los países latinoamericanos, particularmente en la Republica Dominicana, donde estaba configurada claramente la representación de los defensores del régimen socialista chino encabezada por el movimiento revolucionario Línea Roja que se derivó del 1J4 de junio fundado por Manolo Tavárez Justo; la posición de los pro soviéticos estaba representada por el Partido Comunista Dominicano (PCD).

También existía una corriente dentro de la izquierda que se denomino el trotskismo, basada en las ideas de León Trotski, que fue uno de los principales lideres de la Revolución Rusa en el año 1917, pero por sus ideas sobre la democratización del régimen socialista en Rusia, fue perseguido y tuvo que exiliarse en México, donde los organismos de inteligencia de la Rusia dirigida por José Stalin lo asesinaron el 7 de agosto del año 1940.

Dos acontecimientos en el mundo provocaron de forma radical cambios en los debates sobre aspectos ideológicos y políticos en el mundo:

1) Las protestas estudiantiles en la plaza de Tiananmén, que buscaban mayor democratización y fin de los privilegios de funcionarios burócratas chinos; dichas protesta se iniciaron en abril del año 1989 y fueron brutalmente reprimidas por el Ejercito Rojo Chino el 4 de junio de ese mismo año, lo que derivó en miles de muertos. Este movimiento inicia a raíz de las reformas económicas impulsadas, que promovían el libre mercado, bajo el liderazgo del primer ministro chino Deng Xiaoping, pero que ya para el año 1988, la inestabilidad que se generó en el sistema adaptado por décadas a los controles absolutos del Estado sobre la distribución de bienes y servicios en el mercado, desencadenó aumentos de más de 30% por cientos en los precios de dichos bienes. También fue constituyó un detonante los privilegios que tenían dirigentes del partido comunista, que se beneficiaban por las comisiones recibidas de la ola del libre mercado. La corrupción en el gobierno se expandió, y esta situación generó un amplio descontento, sobre todo entre  estudiantes e intelectuales.

2) El 25 de diciembre del año 1991 se disolvió la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, luego de intento de golpe de estado al gobierno de Mijail Gorbachov, ya para el año 1989 se había producido lo que se denominó la caída del muro de Berlín en Alemania, por lo que dejaba de existir la división entre Alemania Occidental capitalista y Alemania Oriental socialista.

Con estos acontecimientos tanto los debates en el ámbito ideológico como político tendieron a cambiar   y también cambia desde el punto geopolítico de un mundo bipolar (Rusia-Estados Unidos) a un mundo unipolar con un dominio casi absoluto de los Estados Unidos.

Con el asenso de China desde finales del año 1990 como una de las principales potencias económicas del mundo, así con la creación de la Unión Europea y del resurgimiento de Rusia como potencia capitalista, se aspira a que en el mundo las relaciones de poder se transformen en multipolar. Ciertamente ya los Estados Unidos no tienen el poder que ostentaban en el mundo hace varias décadas, aunque sigue siendo la principal potencia desde el punto de vista geopolítico y monetaria y financiero del mundo.

Con la actual guerra entre Ucrania y Rusia, la configuración del poder desde el punto de vista geopolítico tendrá que cambiar, con o sin tercera guerra mundial.