1

A quijotadas limpias, grito ¡Paz!, en este mundo; entre ronquidos de bombas y drones, amparado en el escudo de mi triste figura.

Reflexivo y vivaz, lleno de emoción e irradiación, el niño miraba el mundo como un novedoso juguete que se aprestaba a desarmar.

Graduarse de la materia humana, lo más improbable. No busques en la tabla de ningún libro. Empieza por conocerte a ti mismo.

Difundir errores es lo mismo que difundir horrores y de eso está hecha la pedagogía de hoy.

Hasta el lienzo de antaño tono oscuro de la abuela enaltecida viste de luz resplandeciente en el recuerdo de mi solariega niñez.

2

Aflora la verdad, esplende mi curiosidad; se desmitifica el mito, languidece; se revela el misterio, desaparece.

Aún rutilaban en la almohada gallardas briznas de mi pasado que, alegremente, habían atravesado la espesura de mi plácido sueño.

Prosperó el robusto encuentro quedando rezagada a la vieja soledad de los convocados la flaca figura del desencuentro.

Desde el vibrante eco del derrumbe de la ilusión, sin rubor a los cuatro vientos clamo perdón, amor y compasión.

Incrédulo el necio, desprecia la creación; arrogante, desafía artes, saberes, signos ; goza la melodía de la falsificación.

3

De tanto en tanto todo se vale, pero cambiar quien soy por otro en el que no me reconozco, eso, no.

Vivir de espaldas a estos tiempos es prolongar en las aulas dominicanas la aún vigente pedagogía de la tiza y el borrador.

Enamorados ajenos a los afanes y los días vivieron devorando las ilusiones de la felicidad en ferviente mutua entrega.

Bamboleando contra el moquillo de la mala racha en el primer asalto se sacudió venciendo el mal supuestamente anejo a su origen.

En la peor canícula del verano, la tibia tarde enhebra su dulzor en los vitrales entre los sofocantes restos del mediodía.

4

Enfatizar los sesgos cognitivos y culturales, como en la pedagogía relativista de hoy, es torcer el aprendizaje de los alumnos .

La Divina comedia, El Quijote, Cien años de soledad, Borges, Kafka, Rulfo, solo destellos de la creación humana. ¡Pobre de mí!

“Y sigue tan campante” e igualmente atascado de las inmutables escorias impostoras el mundo de estos malavenidos tiempos.

De poco sirven itinerarios ni destinos, sin los tornillos del carruaje; sin las bisagras del camino; sin los herrajes del viaje.

Que soy parte de la eternidad, me lo anuncian siglos de paciencia que me procuran y acompañan en cada mirada, gesto o movimiento.

5

Tras años sin reencontramos, en 2022 Juan Carlos Mieses me cubrió con el manto de su espléndida humildad en un cálido abrazo.

Cada vez que me visita, llega con la soledad de brazo del silencio la búsqueda avenidora aun fútil, del esfuerzo y el talento.

En el relato del pasado enhebrar quimeras y sucesos era mi empeño; desperté en el porvenir luego de un largo sueño.

Quien asume, no presume; presume quien no asume.

Cuando el malvivir no dispone, el bienvivir se impone.