1

En la nueva morada ningún porvenir halagüeño nos salva de la nostalgia y la desesperanza que trae consigo el viejo lar abandonado.

Hoy tengo delante un nuevo trayecto, tantas veces recorrido como una inagotable e inalcanzable espiral de ansias y sueños.

Es mi instante maravillosa fortaleza donde vivo y batallo, aun desde la nadería, contra el sinsentido y la destrucción de mi ser.

Diurno, el sol proveyó luz a mi sendero; que, nocturna, resplandeciente la luna acarició a mi retorno.

Plegaria: Oh, Sócrates, oh, Cervantes, oh, Cristo, compañeros de borrascosas búsquedas y hallazgos portentosos,  enséñenme nueva vez la vía de la verdad, el mito y el misterio; de mi derrota y mi áncora, por el derrotero de la duda, cada día.

2

Amanece pulcra la jornada, hay fuego en el asador y vino en la barrica, la noche arrima y aún me quedan ganas por consumir.

Vida, solo aspiro a deleitarme con algunos de tus trinos, un pedacito de tu seguro cobijo y en mi jardín algunas flores amarillas ;  mas no te pediré, en la azarosa ruta de mi andar, dicha ni desdicha .

La pasión devoradora del sutil pero real coqueteo, solo espera de circunstancias propiciadoras.

La luciérnaga celeste posa en su trono imantado cuando el ave rojo ¿aberrojo? tiñe de colores el anochecer.

Las Cachúas de Cabral son cuernos y látigos ensoberbecidos, ferozmente juguetones, que prolongan en el sueño y la vigilia las creencias y las fantasías de mi infancia.

3

Las pupilas se alumbran excitadas por lo desconocido. No hay mayor fascinación que la búsqueda del encuentro a ciegas y a tientas.

Sentir la existencia: el corazón está conmigo en mis desvelos. Luego, la mirada buscará el palpitar, enfocará la razón.

A veces me pregunto ¿qué querría decir, decirme? Y, sin respuesta, me retiro a mi recámara hasta encontrar qué decir.

¿Qué querría de mí ? ¿Qué se siente? ¿Qué piensa? Le invade lo indecible y lo impensable.

¡Quién tuviera el encanto de su atención! El ojo es atraído por la luz que brilla en la oscuridad.

4

Me arroba con su fuego la pasión alumbrante colmando mis entrañas de los primores y algarabías del infinito desear.

Luego de tanto largarse, un día se vio de regreso; es lo que siempre se ha hecho cuando se cree que se avanza: estar de regreso.

Sin mirar atrás ni a los lados, con fuete y antiojeras hoy sigo el camino del ayer como si fuera un mañana.

De tronco soy pequeño, algunos centímetros tengo en el suelo. ¿Y de copa?, enorme : tengo como cima el cielo.

Añoro las carnes adobadas con hierbas frescas y el postre hecho a mano cada día. Pero ¡ay de mí! con tanta comida chatarra.

5

Las cosas no solo hay que quererlas para obtenerlas: el esfuerzo crea el momento y revela las posibilidades de cada uno.

La voz del loco que también soy: "Comiera su m…o viviera de los zafacones si se le cayera el chin de juicio que sostiene su orgullosa decencia."

Es superiormente libre y soberano quien es capaz de sentirse deudor, decir "gracias" y decir "perdón".

Cuando pensé que iba a morir dejé de lado todos los aprestos de la muerte y me puse a escribir mi epitafio: “Estoy vivo aún".

¿Llueven desalientos en mi habitual zona de confort? ¿ Por qué padecer un deleznable estado que puedo borrar con un simple NO?