Existen varias formas del por qué una persona es rica, como, por ejemplo, si recibió una herencia o fue un “afortunado de la suerte”, es decir, que se haya sacado la lotería con un premio de mucho dinero. Pero son muy escasas las personas a las que les haya pasado esto y que lo puedan contar.

Otra manera de ser rico es porque fue un “afortunado de la vida”, por haber nacido con una mente brillante y la aprovecha para realizar cambios positivos en la sociedad. El rico que se hizo rico, valga la redundancia, por una idea que tuvo, por su sagacidad para los negocios, por un invento o por una patente, porque es un visionario, porque es un líder nato, por su proactividad tan evidente, porque dijo por aquí es, y por ahí fue, porque dijo esto es lo mío y creyó, porque tuvo fe con lo que emprendió y dio frutos, porque nunca desistió.  Concuerdo con una frase que escuche decir al visionario y exitoso empresario Don Frank Rainieri “sin prisa, pero sin pausa”.

La clave, el secreto, o el camino para llegar a ser una persona muy acaudalada, lo primero que debe creer “en sí mismo y en sus habilidades”, ser innovador, trabajar duro, estudiar y mucho mejor si estudia,  no en lo que tradicionalmente o por costumbre se estudia, investigar e intentar  incursionar  en campos en los cuales hay mucho futuro, por ejemplo todo lo que se refiere a la tecnología, a las ciencias exactas, nuevos inventos, ideas nuevas descabelladas,  que generen en un futuro millones de empleos, que eleven el nivel de vida de la gente. El mayor defecto que podemos tener es no pensar en grande. No hay escasez de dinero en este planeta, sólo una escasez de gente sin miedo a pensar en grande.

Debemos orientar a nuestros hijos, jóvenes con mentes brillantes, pero increíblemente desorientados, que salen del bachillerato sin saber  qué carrera universitaria estudiar, jóvenes que estudian una carrera porque está de moda o porque tienen que estudiar y sacar un título, no porque se sienten motivados a realizar un cambio en su vida y en la sociedad, debemos hacerle saber que la decisión la tienen ellos o de seguir desarrollando sus actividades cotidianas esperando que otro se encargue de los problemas u observar el mundo y buscar las oportunidades que necesitas para desarrollar su potencial.

Haz a un lado a la gente que dice que tus sueños financieros son por avaricia. Evita los esquemas de hacerte rico rápido, sé ético, nunca te rindas y, una vez que lo logres, ayuda a los demás para que lleguen también y recuerda siempre tu dinero te hará libre siempre y cuando sepas trabajar con él y no solo trabajar por él; crea un capital y pon el dinero a trabajar por ti.