La Ley Scout representa un conjunto de principios fundamentales que guían el comportamiento y el desarrollo personal de quienes se comprometen a seguirlos al hacer su Promesa Scout. En un artículo anterior publicado en Acento.com, titulado Por mi honor prometo… comentamos el texto de la Promesa Scout, la cual hacemos cada persona que desea ingresar a la Organización Scout Mundial, en nuestro caso, a través de la Asociación de Scouts Dominicanos, Inc.  Como dijimos en el anterior artículo en la Promesa Scout nos comprometemos a “cumplir la Ley Scout”.  En este artículo analizaremos en contenido de la Ley Scout y destacaremos el contenido formativo de cada uno de sus diez artículos.

Cuando hablo de la Ley Scout, siempre, siempre me llega el recuerdo de Doña Faquina, madre destacada del Grupo Scout 27 Santa Teresita, que tenía tres hijos varones, a quien en varias ocasiones la escuché decir en las reuniones que periódicamente se hacía con los padres de nuestro Grupo Scout un mensaje en el que les compartía, a manera de testimonio: “Desde que conocí la Ley Scout, en mi casa yo ya sólo corrijo basándome en esos artículos que mis tres hijos se comprometieron a cumplir.”  Doña Faquina ponía múltiples ejemplos de cómo usaba el compromiso que sus hijos habían asumido para ser Scouts y les reclamaba su cumplimiento en su comportamiento en el hogar y fuera de él, según decía todas las faltas que sus tres hijos varones cometían ella las refería a algunos de los artículos de la Ley Scout.

Cada artículo de la Ley tiene una relevancia profunda desde el punto de vista educativo, ayudando a moldear el carácter y la conducta ética de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que son miembros del Movimiento Scout. Veamos la importancia de cada artículo:

  1. El Scout es una persona digna de confianza: Este artículo enfatiza la importancia de la integridad personal. Desde el punto de vista educativo, enseña a los Scouts la importancia de ser honestos y confiables en todas sus acciones, promoviendo la construcción de relaciones basadas en la confianza mutua.
  2. El Scout es leal: Ser leal implica compromiso y fidelidad hacia los demás y hacia los principios que se defienden. Desde el ámbito educativo, esta norma fomenta la responsabilidad y el respeto por los compromisos adquiridos, fortaleciendo el sentido de pertenencia y el trabajo en equipo.
  3. El Scout es útil y ayuda a los demás sin pensar en recompensas: Aquí se destaca el valor del servicio desinteresado y la solidaridad. Desde una perspectiva educativa, enseña a los jóvenes el altruismo, el sentido de comunidad y la importancia de contribuir positivamente a la sociedad.
  4. El Scout es amigo de todos y hermano de todo Scout sin distinción: Este artículo promueve la inclusión, el respeto por la diversidad y la fraternidad. Educacionalmente, enseña la tolerancia, la aceptación y la capacidad de relacionarse de manera positiva con personas de diferentes culturas y orígenes.
  5. El Scout es amable: La amabilidad implica respeto, cortesía y consideración hacia los demás. En el contexto educativo, este principio fomenta el desarrollo de habilidades sociales, la empatía y la capacidad de generar un ambiente positivo en cualquier situación.
  6. El Scout protege la vida y la naturaleza: Este artículo subraya la responsabilidad ambiental y el cuidado por el prójimo. Desde el punto de vista educativo, promueve la conciencia ecológica, el respeto por el entorno natural y la importancia de preservar los recursos para las generaciones futuras.
  7. El Scout es responsable, organizado y hace las cosas en orden y completas: La responsabilidad personal y la eficiencia son clave en este artículo. Educacionalmente, enseña la importancia de la autodisciplina, la gestión del tiempo y el cumplimiento de deberes con diligencia y precisión.
  8. El Scout enfrenta la vida con alegría: Este artículo resalta la actitud positiva y optimista ante los desafíos. Desde una perspectiva educativa, promueve la resiliencia emocional, la capacidad de superación y la habilidad para mantener una actitud constructiva en cualquier circunstancia.
  9. El Scout es económico, trabajador y cuidadoso de los bienes, propios y ajenos: La responsabilidad financiera y el respeto por el trabajo ajeno se destacan aquí. Desde el ámbito educativo, fomenta el desarrollo del sentido del ahorro, la valoración del esfuerzo personal y el cuidado por los recursos materiales.
  10. El Scout es limpio y sano; puro en pensamientos, palabras y acciones: La higiene personal y la pureza moral son fundamentales en este artículo. Educacionalmente, promueve el autocuidado, el respeto por uno mismo y por los demás, así como la importancia de mantener una conducta íntegra y respetuosa en todo momento.

Como hemos podido apreciar la Ley Scout no solo establece normas de comportamiento, sino que también proporciona una base sólida para el desarrollo integral de los jóvenes Scouts. Desde el compromiso con la verdad y la lealtad hasta la responsabilidad ambiental y la bondad hacia los demás, cada artículo de la Ley Scout contribuye significativamente a la formación ética, moral y social de los scouts, preparándolos para convertirse en ciudadanos comprometidos y conscientes en la sociedad.