Quienes se dedican a entrevistar a personas en los recintos de los palacios de visitas, en calles cercanas, en las afueras, y en otros espacios, suelen hacer algunas preguntas a denunciantes, reproducen declaraciones, sin profundizar en investigación, en preguntas analíticas, críticas; ni de parte de los reporteros ni de otro personal que trabaja en los medios.
Hay una parte de las personas que denuncian en violencia de género que suelen quejarse, exponer situaciones, con actitudes narcisistas, con la visión de que deben recibir dinero por sus parejas o exparejas, y buscan usar a la justicia con fines de chantaje, para meter miedo a las personas que estiman deben proveerle más allá de una posición ética de tener su propio proyecto de vida, y quieren usar a los otros para vivir oportunistamente, con cierta posición de holgura y grandeza económica; más allá de sus propios medios.
La misma familia, en algunos casos, fomenta este tipo de posiciones, actitudes, comportamientos, en algunas mujeres.
Lamentablemente nuestra cultura construye a hombres que les gusta “comprar” mujeres, proveerlas, pero cuando ya la relación se termina, o no tienen el control, aunque tengan prole en común, las sueltan; y ellas piensan, cuando son narcisistas, que se merecen todo, y que están por encima de la justicia, de las leyes, y acuden a la prensa, o aprovechan la prensa amarillista. Y hacen lo mismo varias veces. A veces se vuelven virales.
Yo, como Trabajadora Social y activista feminista, he tenido más de 30 años trabajando en la prevención, investigación, información, atención y seguimiento a las mujeres, principalmente, niñas, niños, víctimas de violencia de género, víctimas del machismo. Y reconozco que en algunos casos he sido engañada. Me ha costado desenredar la madeja de mentiras, intereses, subjetividad, narcisismo, mezquindad…etcétera, en algunos casos; y a veces es con el tiempo que la verdad resplandece ante mis hijos; a veces hay un poco de autoengaño en víctimas, y alianzas espurias de familiares y de aliados, por conveniencia, o a veces por ignorancia.
De ahí que se invita a los medios de comunicación al acercarse a declarantes, o a quienes ven algunas de esos videos, a reflexionar, a investigar.
Se invita también a algunas autoridades, técnicos, a tener menos debilidad por la aprobación; a tener un armazón, una coraza, a no temer a que se decepcionen las personas, sin profundizar en los hechos, o a estar más fuerte ante el amarillismo.
Invito a la objetividad, a la investigación, para no cometer actos de injusticias ante videos virales que denigran sobre todo a autoridades, actores civiles; siempre podemos a acercarnos a indagar, a buscar la verdad, pues reproducir informaciones, por buscar likes, o fama, a veces es peligroso para las propias víctimas.