1.- En ocasiones, los sectores, clases y capas sociales con más preparación pierden el sentido de la correcta orientación que las llevaría a tomar una decisión justa.
2.- Las fuerzas políticas que a nivel mundial deben tomar las iniciativas democráticas, en la actualidad lucen rezagadas ante la ofensiva de los grupos más atrasados encabezados por el imperio.
3.- No nos referimos a la acción guerrerista que ejecutan los belicistas israelitas, sino a casos como el de Julian Assange, el secuestro de los que están en la cárcel norteamericana en Guantánamo y el permanente asedio de Estados Unidos contra Cuba, Venezuela y Nicaragua.
4.- El caso específico del periodista Assange, debe ser objeto de más motivación que la demostrada hasta ahora, porque su situación encierra diferentes actividades vivamente afectadas con su prisión.
5.- La lucha por la libertad de un periodista, preso por ejercer su profesión, justifica la movilización, la activa participación de sus colegas y de personas que, sin estar ligadas a ese quehacer, tienen vocación democrática.
6.- El solo hecho de la injusticia, sirve de fundamento para ponerse en tensión. El proceder ilegal contra un ser humano incentiva a reclamar el cese de la ilicitud.
7.- No hay que hacer el mayor esfuerzo para comprobar que la persecución contra Assange, tiene un marcado interés político, lo que justifica queja a su favor, un firme reclamo en su beneficio.
8.- La circunstancia, el escenario que se ha presentado con Julian Assange, es para estar requiriendo, exigiendo, de diferentes formas reivindicando su derecho a estar libre.
9.- Las acciones que se llevan a efecto por la liberación de Assange, representan un mensaje de aliento que se le envía como recompensa a su entrega, al ejercicio del periodismo de investigación, es un reconocimiento a cómo se ha comportado.
10.- Demostrar con acciones de solidaridad a Julian Assange, es la comunidad democrática internacional expresarle las gracias por dar a conocer poniendo en riesgo su libertad y seguridad personal. Es un aprecio a su deseo de que la verdad fuera conocida.
11.- Las mujeres y los hombres de sanas convicciones están en el deber de ponderar, examinar su conciencia y al reflexionar llegarían a la conclusión de que estar con la causa de Julian Assange, es honrar un compromiso con el deber de actuar para que impere la justicia sobre la arbitrariedad.
12.- El caso de Assange, manda a hacerse responsable de bregar para que sea liberado sin cargo alguno; comprometerse como militante por los derechos y libertades, todo como respuesta a la prepotencia imperial.
13.- A Julian Assange hay que defenderlo por ejercer su libertad a averiguar, para informar, y al imperio se le debe culpar, hacerlo responsable del encierro ilegal de Assange.
14.- Es cuestión de ir en defensa de quien, como Assange, ejerció un derecho, y sancionar, poner al descubierto, incriminar al imperio que se ha colocado nuevamente al margen de la legalidad.
15.- Están dadas todas las condiciones para asumir la defensa pública de Julian Assange, porque a su lado está lo justo, lo legítimo y lo que manda a proceder en los marcos de lo que da calidad para con sobradas razones y sin reparo alguno motiva perseverar, no dar el brazo a torcer en la lucha para que Assange esté libre.
16.- En nombre de la libertad de expresión, es correcto mantenerse oponiéndose a que Julian Assange esté preso por difundir la verdad que estaba oculta y lo único que él hizo fue quitarle el velo que la cubría.