Porque: “La verdad triunfa por sí misma.
La mentira necesita complicidad”
La ignorancia de un votante
en una democracia, perjudica
la seguridad de todos.
JFK.
Medianamente, en medio de un torbellino de cosas y hechos, con la incertidumbre de hasta cuándo permaneceré en esta situación, ya que, toda esta estructura política, al parecer, se ha convertido, cual, si fuese una dictadura a la que se ha acostumbrado el pueblo, de tal manera, que como si fuese un sortilegio hilvanado por una casta política de comportamiento muy cuestionado, acepta todo, obediente a las acciones de funcionarios, tanto electos como designados, que, simplemente, ronda en lo absurdo.
Quizás solo sea una simple apatía por parte del pueblo, que ya lo que antes asombraba, ahora siquiera llama la atención. Pero imaginemos que esto no es así, aunque así es, porque de ser lo contrario, con las cosas ocurridas antes, durante y después de las pasadas elecciones, este país debería todavía estar ardiendo. Robos, saqueos inmundos contra el erario, llevados a cabo por indolentes y blindados funcionarios que, a diferencia de ahora -me parece-, contaban con la anuencia e incentivo del obtuso y acomplejado y obtuso pichón de dictador.
Pero, estos políticos continúan en su accionar de crear mundos en sus mentes e implantar quimeras en las del pueblo. El producto que dejaron los pasados funcionarios constituye un conjunto muy intrincado de malabares obscenos de los cuales ahora quieren echar mano los “nuevos” y, fueron tantas cosas para supuestamente establecer equilibrios y derechos, sustentados con un Código garantista pero, a toda vista esto último, solo para los que defraudan el erario o asesinan impunemente, en el cual se han apoyado quienes lo establecieron, a sabiendas, de que era y es algo utópico y difícil de aplicar en medio de los fallos estructurales que presenta un Estado como el nuestro, donde, para castigar un mendigo que se roba una gallina, antes del mes ya está condenado y encarcelado, en tanto, los grandes villanos han quedado protegidos bajo esa coraza de “leyes” que ellos mismos elaboraron. Barajan y barajan hasta quedar prácticamente impunes, toda una burla. Esto, hecho de manera muy inteligente, porque miraron no solo el presente sino, y, principalmente, su futuro y que hoy, ya les está rindiendo sus frutos.
Porque, si malos son aquellos funcionarios que han amasado enormes fortunas, quizás por simple codicia, extrayendo de las arcas del Estado la mayor cantidad posible de dinero y otros recursos para perpetuarse tras un sequito de acólitos, o quizás, para prever los gastos de futuras elecciones, peor aún son aquellos que llegados al poder se dedican a despilfarrar los recursos puestos en sus manos para el desarrollo del país y, haciéndose o no los buenos, los reparten bajo un clientelismo inmoral y corrupto que va en contra de todos aquellos que en verdad llevan a cabo un trabajo honrado. Todo esto, sin dejar de referirnos al nepotismo y de cuantas maneras existan para descomponer la sociedad.
Por eso, no parece improbable que apenas haberse cuasi extinguido los ecos sobre los escándalos corruptos llevados a cabo por la mayoría de los antiguos funcionarios, muchos, siguiendo órdenes expresas del jefe, algunos de los de ahora, hayan puesto en funcionamiento los preparativos para continuar haciendo lo mismo, aunque ahora, sin el apoyo de la cabeza principal. Muy osados o desubicados con relación a los cambios que este pueblo ha puesto en marcha, pero, al parecer, confiados en algún tipo de inmunidad.
Tenemos que enfrentar la realidad y dejar la obstinada convicción de esconder bajo la alfombra el producto de barrer, no podemos continuar suspendiendo funcionarios en vez de cancelar o pensionar, fundamentados en un utópico código, tal y como quieren hacer costumbre con los funcionarios, “honorables” o no; militares o policías, porque esa actitud nos degradará cada día más como nación. ¡Sí señor!