El 19 de junio, día que los colombianos lo eligieron como próximo presidente, Gustavo Petro, dijo esta frase en su discurso de celebración, como síntesis de lo que, junto a la consolidación de la paz, prometió sería su gestión en los próximos 4 años.

 

En la primera entrevista, después de su elección, en la prestigiosa revista CAMBIO, señaló su interés en recibir asesoría de la economista Mariana Mazzucato, afirmando que “las teorías de esta mujer serán determinantes para el desarrollo económico mundial y pondrían a Colombia en la senda de crecimiento, prosperidad y equidad”.

 

El asesinato de Jorge Eliezer Gaitán, victorioso candidato presidencial, el 9 de abril 1948, desencadenó una ola de indignación y violencia social (el “Bogotazo”) que ocasionó destrucción y pérdidas estimadas en 500 millones de pesos, en una época en que, como señaló un destacado comunicador, “el salario mínimo no sobrepasaba los 50 pesos y una libra de carne costaba 63 centavos”. Desde ese fatídico día, Colombia ha vivido más de 70 años de violencia política y social.

 

No creo necesario recordar la trayectoria de Petro en esa trágica y complicada dinámica política de Colombia, matizada por la violencia más extrema. Pero vale recordar que la violencia, la pobreza y las desigualdades sociales han conllevado a su victoria electoral. Han marcado trágicamente la historia de Colombia. Es destacable que Petro enfatice la íntima vinculación entre estos fenómenos, que constituyan los ejes de su propuesta programática (“Colombia. Potencia Mundial de la vida”), y que haya conseguido que la mayoría de los votantes colombianos comprendieran la necesidad y factibilidad de superar la violencia, consolidar la paz, reducir las desigualdades sociales, fortalecer la economía y elevando el nivel de vida de las mayorías colombianas. Todo lo cual, según su propuesta, requiere simultáneamente, desarrollar las fuerzas productivas, la producción de bienes y servicios, y una sociedad más equitativa; lo cual, según sus palabras, solo es posible, en las actuales circunstancias, “desarrollando el capitalismo”. Es decir, liberando la economía capitalista colombiana de las trabas impuestas por la concentración de la riqueza, el envilecimiento del trabajo y la vida cotidiana, la destrucción de la naturaleza, el debilitamiento del Estado y el gobierno, y el énfasis en la apropiación del valor más que en la producción del mismo. Sin duda, un discurso pos neoliberal.

 

Así podemos comprender la esperanza de Petro de contar con la asesoría de la Dra. Mazzucato.  ¿Cuáles son las ideas de esta doctora italo-norteamericana, educada en las Universidades de Princeton y Tufts, que dirige el Instituto para la Innovación y Valor Público del University College of London y los estudios de Economía de la Innovación en la Universidad de Sussex, doctorada Honoris Causa por prestigiosas universidades y la Fundación Frederich Eberth, premiada por las Academias Europeas y con el Premio Leontief “por avanzar en las fronteras del pensamiento económico”; que comienza a ser mencionada como posible candidata al Premio Nobel de Economía, que asesora al Papa Francisco, al Partido Laborista inglés y a varios líderes en el mundo?

 

Entre sus obras que he comenzado a revisar, con las limitaciones propias de no ser economista, destaco: “No desaprovechemos esta crisis”, referida a la pandemia de la Covid 19 como oportunidad para reformar las economías y los estados. El desafío, señala, “no es volver a  la anterior normalidad, sino construir un nuevo capitalismo”;  “El Estado emprendedor”, centrado en la necesidad de redefinición del rol del Estado en la generación de valor y su interacción con la iniciativa privada y el mercado;  “El Valor de las Cosas”, en el cual cuestiona las tradicionales  ideas acerca quienes son los creadores de valor,  que es la riqueza y de donde proviene, cuales actividades crean valor y cuales no; y sienta las bases para repensar la economía contemporánea (pos neoliberal); “Mission Economy. A Moonshot to changing capitalism”, editado en 2021, dedicado “Para todos quienes han dedicado sus vidas a traer el interés público y el bien común al centro de cómo crear valor”. Este reciente libro centra su interés en “repensar el capitalismo y la propia teoría económica para confrontar la actual direccionalidad del crecimiento, en el mundo real”, cómo hacer diferentes a los gobiernos y su rol en la economía, mas allá de reparadores de las deficiencias del mercado avanzar hacia ser “co-creadores de valor” y, en definitiva “una nueva forma de entender el estado de bienestar”.

 

Ciertamente, y no solo porque lo haya dicho Petro, las ideas y propuestas de Mariana Mazzucato ameritan ser mejor conocidas por quienes, de una u otra forma, nos sentimos vinculados o tenemos la responsabilidad de orientar, educar o tomar decisiones sobre políticas públicas de desarrollo económico y social. Volveremos en otros artículos sobre algunas de sus ideas y propuestas.