La Cumbre de Río del año 1992 fue un evento de gran trascendencia internacional al lograr poner en la mente de muchas personas la necesidad de atender a la conservación de los recursos naturales, produciendo además de la conocida “Declaración de Rio”, la estipulación de reuniones globales anuales sobre el tema, las llamadas Conferencias de las Partes, entre las cuales se destaca la del año 2015 celebrada en París, que reunió a un gran número de jefes de estado y de gobierno y de la cual los Estados Unidos se salieron de forma tan ruidosa menos de un año después de haberla firmado.

Otro resultado significativo fue la introducción de una efeméride dedicada a recordar la importancia del cuido y atención al recurso agua. Se eligió una fecha cercana al equinoccio de principios de año calendario (equinoccio de otoño en el hemisferio sur y de primavera en el norte), el 22 de marzo, y desde entonces hemos producido hermosas y creativas maneras de mantener vivo este propósito.

La mía de este año 2022 es destacar la diversidad de maneras en que un ingeniero que tienen la doble nacionalidad dominicana y española ha aportado para el aprovechamiento, cuido y preservación de las aguas.

Don José Manuel Armenteros Rius empezó a estudiar ingeniería en la Universidad de Santo Domingo, pero terminó graduándose en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos en el año 1950. Esa dualidad lo acompañó varios años, porque al terminar sus estudios en Madrid, dirigió la construcción de cinco hidroeléctricas en el Valle de Arán, en la frontera con Francia, para regresar a la República Dominicana y trabajar de nuevo en estudios de viabilidad de presas y sistemas de riegos, pero ahora en la frontera con Haití.

A partir de ahí, cual Hércules moderno limpiando caballerizas a través de la organización de movimientos de fuentes hídricas por encargo de los dioses, él diseñó o construyó tantas obras para el aprovechamiento de los ríos que terminó preocupándose por la conservación del agua en su sentido más amplio y a la creación de condiciones para que en esta isla se continuara manteniendo disponible cierto volumen de agua. (Como explicara Julio Suero Marranzini, otro gran trabajador de los recursos hídricos, la cantidad del agua siempre es la misma: o está en el cielo en forma de nubes, o en ríos en la superficie de la tierra, o en canales subterráneos o acumulada en el mar, pero el total de los decilitros de agua no va a cambiar, el truco consiste en mantener cerca la que necesitamos y limpia la que vamos a usar).

El quinto trabajo de Hércules fue la limpieza de los establos de Augías, lo que él logro mediante el desvío del trayecto de un río.

Don José Manuel es conocido ampliamente por su labor en el mundo del comercio, pero su principal fuente de actividad siempre fue el agua, como lo atestigua su participación en numerosos congresos latinoamericanos y mundiales sobre manejo de este recurso.  Llegaron luego los años de Pronatura, institución sin fines de lucro creada hace más de treinta años y dedicada a la preservación de recursos naturales con actividades que abarcan la prevención de incendios forestales, la capacitación para la implementación de mejores prácticas agroforestales, los programas orientados hacia la reducción de emisiones causadas por deforestación y degradación de los bosques, la recuperación y conservación de cuencas, y la identificación de  criterios y lineamientos de política para la gestión sostenible de paisajes. Se asoció con numerosas instituciones con responsabilidades en el tema y en sus setenta años de labores profesionales no ha abandonado un instante la concentración en el trabajo bien hecho y la motivación de personas.

Dice que muy al principio de su formación académica, en uno de sus primeros días de clase hubo un profesor que dedicó más de media hora a decirles que ellos no estaban aprendiendo a ser ingenieros, sino a poner a buen uso las oportunidades que les había dado la vida, que las máquinas responden automáticamente pero que convencer a los demás de hacer las cosas bien hechas tiene poco de matemáticas y mucho de necesario. Espero que estas palabras de reconocimiento a su persona contribuyan a la enorme labor que él ha desarrollado.