El gobernador del Estado de Texas, Greg Abbott, propuso recientemente una Ley (SB4) para controlar el preocupante flujo migratorio que se produce por su frontera con Méjico. Esta legislación estatal que entraría en vigor en marzo del 2004 sugiere permitir a las autoridades del Estado, detener a cualquier ciudadano si tuviere el “perfil sospechoso” de ser un inmigrante ilegal.
En nuestro país, el coronel Rafael Tejada Balderas, vocero de la Policía Nacional, enfatizando en las medidas preventivas que tomaría la institución para enfrentar el crimen, informó a la prensa que “serán detenidos y depurados” todos los que tengan un “perfil sospechoso”. Así se busca garantizar la seguridad ciudadana previniendo el delito.
En la República Dominicana acostumbramos a traspolar de otros países, comportamientos, hábitos, modas, expresiones musicales, artísticas, etc., especialmente desde los Estados Unidos de Norteamérica. Es lo que produce el fenómeno de la transculturización que en los últimos tiempos caracteriza a la sociedad dominicana.
En esta misma forma, también es frecuente que imitemos ideas políticas, tradiciones y hasta procedimientos policiales de los Estados Unidos. Al parecer, nuestra institución del orden público trata de emular lo que se pretende en USA cuando se propone detener a las personas de “perfiles sospechosos” en forma tan drásticas como se pretende en el Estado de Texas.
¿Cuántos individuos con perfil de “gente honrada” no los hay entre los narcotraficantes, pedófilos, violadores y funcionarios corruptos?
Cesare Lombroso, un eminente médico y criminalista italiano, producto de sus investigaciones sobre la conexión entre ciertos rasgos físicos y el comportamiento humano, concluyó que hay personas con tendencias innatas en las que pueden observarse “ciertos rasgos físicos que son propios de los criminales”. Estos criterios del investigador italiano han sido empleados erróneamente por algunas instituciones comprometidas con la contención del crimen para proceder coercitivamente contra algunos individuos bajo el concepto del “perfil sospechoso” que presentan. Esta técnica, puede ser valiosa cuando se utiliza como base para la investigación criminológica, pero resulta cuestionable cuando se asume como premisa absoluta para la prevención del crimen.
Con la interpretación que suelen dar algunas autoridades a esta técnica en la fase preventiva del crimen, se cometen muchas injusticias. Todos quienes tienen el perfil en cuestión, no son criminales, y muchos de quienes no lo tienen, necesariamente no son inocentes ni dejan de tener predisposición para ser criminales.
La ley propuesta en Texas es muy polémica y su ejecución puede ser llevada a la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, ya que vulnera derechos constitucionales de competencia federal. Las demandas legales generadas pueden retrasar y hasta impedir su aplicación. Esperamos que la declaración del vocero policial dominicano solo haya sido un involuntario desliz verbal que buscaría emular la rigidez de la pretendida ley en un Estado norteamericano.
En nuestro país, una de las obligaciones policiales es garantizar las libertades públicas y los derechos ciudadanos que, contradictoriamente, estarían siendo violados por la institución llamada a protegerlos si comienza a detener personas con “perfiles sospechosos”. Es una disposición que otorga facultades selectivas y discriminatorias contra un tipo persona, un comportamiento inadmisible en el clima de derechos y respeto a las libertades públicas que tenemos.
En la creación del perfil de un individuo no solo forman parte sus características físicas y rasgos morfológicos, también el estilo de vida conforma ese perfil. Por ejemplo; un comportamiento dispendioso que no se corresponda con el salario que recibe, crea la percepción de un perfil sospechoso en ciertos individuos. Entre estos se distinguen prominentes políticos, militares, artistas, etc. Es seguro que nuestra PN no estará apresando a esos personajes por el perfil sospechoso que presentan. Además ¿cuántos individuos con perfil de “gente honrada” no los hay entre los narcotraficantes, pedófilos, violadores y funcionarios corruptos y nadie los persigue porque no lo parecen? En ningún caso procede perseguirlos mientras no haya pruebas de una violación a las leyes.
No es extraño que el gobernador de Texas proponga una ley tan discriminatoria como esa. Es un político reconocido por racista y xenófobo y esta ley encaja con las posiciones extremas de un supremacista norteamericano, pero nuestro director policial, no puede serlo porque la Constitución dominicana lo prohíbe y porque la discriminación expresada en la persecución por perfiles sospechosos es un absurdo