La votación histórica de este martes 3 de octubre para destituir a Kevin McCarthy me hace recordar a Noan Chomsky en su libro Resistencia cuando dijo “a la luz de la claudicación melancólica de nuestros intelectuales en su mayoría han claudicado de su responsabilidad moral de alzar la voz contra las falacias consolatoria cuando dejan clavadas sus mentiras las clases dirigentes”. McCarthy ha sido destituido como presidente de la Cámara de Representantes, fue un acontecimiento histórico que ha dejado la Cámara Baja del Congreso sumida en el caos y dejando el mensaje de que en este mundo se puede vivir sin vergüenza.
El hecho se produjo después de que el representante de California no lograra apaciguar a los republicanos de línea dura, furiosos con él por haber evitado un cierre del gobierno, apoyando una medida provisional que contaba con el respaldo de los demócratas.
Ante esta situación también surge la interrogante, ya que gran parte de los compañeros republicanos que formaron acuerdos para esta destitución no estaban de acuerdo con la investigación en contra del presidente Biden, importante aclarar que en la mayoría de los procesos políticos, se había sometido a la votación del pleno la apertura de una investigación de este tipo, pero en este caso ha sido el mismo McCarthy, el que la ha ordenado unilateralmente, y en contra de lo que había asegurado “[McCarthy] prometió de celebrar una votación para abrir un juicio político, ahora se ha dado la vuelta porque no tiene el apoyo. Demostrando con este Extremismo político, que a mi parecer (mi humilde consideración) este podría estar dentro de esta jugada política que hoy se versa en su contra.
Matt Gaetz, representante republicano que encabezó la rebelión contra McCarthy, le había advertido desde hace varios días que cumpliera sus exigencias sobre el enfrentamiento presupuestario o se atuviera a las consecuencias. Los términos del acuerdo que convirtió a McCarthy en Presidente de la Cámara habían establecido las consecuencias de no satisfacer las exigencias del ala ultraderechista del Partido Republicano. McCarthy intentó negociar con ambas partes, pero ya era demasiado tarde. No pudo encontrar la manera de mantener su puesto, y perdió una votación crucial. Es importante recordar la gran crisis formulada para este ser elegido presidente, tras 15 intentos, de la cámara, dejando así claro su permanente intención de querer nadar con tiburones radicales y dejar de lado otros conservadores que al final lograron coordinar una estrategia conjunta con los demócratas y destituirlo.
La destitución ha sumido al Congreso en el caos, y muchos se preguntan ahora por el futuro del Partido Republicano. Los acontecimientos de los últimos días han puesto de manifiesto las profundas divisiones existentes en el partido, con una facción de línea dura que se niega a ceder en sus demandas.
Los Demócratas, por otra parte, han mostrado unidad en su planteamiento del enfrentamiento presupuestario, y han conseguido obtener relevantes concesiones de los Republicanos. La eliminación de McCarthy les ha dado una ventaja aún mayor, y ahora están en una posición más fuerte para hacer aprobar su agenda y poder manejarse de manera más holgada.
El futuro del Partido Republicano es ahora incierto, y muchos se preguntan si la facción de línea dura seguirá dominando el partido o si prevalecerá un enfoque más moderado. Los acontecimientos de los últimos días han demostrado que los republicanos están profundamente divididos, y queda por ver si pueden unirse para formar una oposición cohesionada y eficaz contra los demócratas en las elecciones venidera.
La eliminación de McCarthy les ha dado una ventaja aún mayor, y ahora están en una posición más fuerte para hacer aprobar su agenda y poder manejarse de manera más holgada.
Mientras tanto, la destitución de Kevin McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes ha conmocionado a la clase política republicana, y las consecuencias de este acontecimiento histórico que se dejarán sentir durante años. Parecería que Noan Chomsky, sigue teniendo razón cuando analiza la gran mutación que ha sufrido las estructuras políticas de los Estados Unidos en los últimos años, con el desplazamiento a la extrema derecha del partido Republicano y el correlativo giro aun conservadurismo, que hoy día los demócratas parecen republicanos moderados. Sin lugar a dudas, Chomsky, es uno de los politólogos, filosofo y analista político más influyente, gravitando en el alta política norteamericana.
La situación política en Estados Unidos es cada vez más caótica, con la posibilidad de que se produzca un cierre del gobierno al llegar a su fin el actual acuerdo.
Al destituir al representante Kevin McCarthy de su cargo de presidente de la Cámara de Representantes por parte de una coalición de demócratas y republicanos hace aumentar la incertidumbre. El representante Matt Gaetz, que había estado en conflicto con McCarthy sobre las asignaciones presupuestarias. Había estado presionando para que se recortaran drásticamente los gastos, mientras que McCarthy optó por un acuerdo de última hora para prorrogar el presupuesto a fin de evitar un cierre del gobierno.
Sin embargo, la medida de destituir a McCarthy también ha sido recibida con críticas por parte de otros republicanos, que creen que solo dividirá aún más al partido y debilitará su capacidad de gobernar con eficacia. Algunos han acusado a Gaetz y a sus aliados de perseguir sus propias ambiciones políticas a expensas de la unidad y la estabilidad del partido. A tal punto que estos han definido como un golpe de estado a los más de doscientos republicanos que han votado por McCarthy.
A medida que se acerca la fecha límite para alcanzar un nuevo acuerdo presupuestario (45 días), la agitación política en Washington no muestra signos de sosiego político. Queda por ver si el gobierno podrá evitar un cierre, y qué impacto tendrá la reciente votación en el futuro del Partido Republicano y del país en su conjunto.
Entiendo a modo de conclusión y sin querer parecerme a Chomsky, (nunca sería tan atrevido), veo que los republicanos y demócratas seguirán elaborando estrategias, el futuro de la Cámara de Representantes seguirá siendo incierto. Por lo que tengo la impresión de que se está creando una leyenda en tiempo real como si se estuviera forjando una leyenda en el momento presente y que el mundo mejor que idealiza Noan Chomsky y el camino de vuelta a una política decente de Michael J Sandel, aún siguen en sus buenos propósitos y en sus buenos libros.