Introducción
Conmemoramos en el día de mañana el 212 aniversario del natalicio de Duarte: nuestro PADRE DE LA PATRIA. Y al pensar en Duarte, en todo lo que fue y lo que hizo, se torna inevitable pensar en su obra y en su continuidad. En dónde estamos y hacia dónde vamos y en la responsabilidad insoslayable que a cada uno corresponde, pues como afirmara Hostos con su gran hondura reflexiva, al meditar sobre los fundadores de nuestra nacionalidad, “a cada generación toca su obra”.
Se recogen en nuestra entrega de hoy, como una especie de breve antología para la reflexión, unos cuantos pensamientos que en distintas épocas valiosos dominicanos han expresado sobre Duarte y la patria. La selección nada tiene de sistemática y comporta la sola intención de servir de ayuda idónea para elevar nuestro espíritu y nuestro pensamiento en esta fecha propicia en que tanto necesitamos retornar a lo esencial; volver a los cimientos y reafirmarnos en propósitos comunes que nos ayuden a trascender y hacer frente con esperanza y determinación a los múltiples desafíos que nos circundan.
1.-Juan Isidro Pérez
“La historia dirá que tú fuiste el mentor de la juventud contemporánea de la Patria…la historia dirá que fuiste el Apóstol de la Libertad y la Independencia de tu Patria”.
2.-Del documento de la Junta Central Directiva Pro Estatua a Duarte dirigido al Ayuntamiento de Santo Domingo en 1893
¡Qué vida la suya de absoluta consagración al purísimo ideal de su alma, hecho patria por la encarnación de su redentor espíritu, como fecundo verbo, en el cuerpo y el espíritu del pueblo dominicano!
¡Qué ardua labor la suya de absoluta dedicación a la propaganda sigilosa y activa, a la atracción y unificación de voluntades, a la consecución de elementos, al apostolado vigilante y amoroso, a la suprema y discreta dirección, como iniciador y jefe y maestro y fundador!
¡Qué austero criterio de inmolación el suyo, de austera sinceridad republicana, que le excluye coparticipación en la malhadada política personal y en la funesta lucha fratricida de opuestos bandos personalistas!
¡Qué gloria inmortal la suya, incontaminada de absoluta diafanidad y de esplendor permanente, por su civismo, por su impersonalidad, por su ideal, por su amorosa luz, de guía, para el patriotismo dominicano!
3.- Emiliano Tejera
“… Las grandes causas necesitan grandes sacrificios, y él, puro y justo, se ofreció como víctima propiciatoria…”.
4.- Pedro Henríquez Ureña
“Que este día de conciliación anuncie comienzos de cordura en nuestro país. Demasiadas veces hemos profanado el tiempo, cuyo uso debe ser consagrado al bien, destruyéndonos unos a otros. Y no contentos con destruir las vidas, destruimos las obras, llevando las agrestes mañas de la facción de la patria, disputar sobre el primer lugar de aquellos abnegados dominicanos que en vida no soñaron con otra gloria que la gloria clásica de servir al bien de todos.
Extraño delirio del “número uno” que hierve en muchas cabezas. La desesperada lucha alguna vez trata de asomar póstuma y forzadamente. Se profanan sus nombres como si fueran fichas de un juego político.
Los héroes de nuestra libertad fueron héroes modestos. Sabían que el campo de acción era estrecho, que el resultado de su obra quedaría en perpetuo peligro, que cualquier recompensa posible sería escasa, que quizás ninguna glorificación traspasaría las fronteras del país diminuto”.
5.- Manuel Arturo Peña Batle
“Es el verdadero y único fundador de la conciencia nacional dominicana”.
6.- Emilio Rodríguez Demorizi
Remover los espíritus en la extrema pobreza y el desmayado desaliento del cautiverio haitiano; imponerles un objetivo y darles coraje y entusiasmo suficientes para alcanzarlo, no era gesta reservada a comunes paladines, sino empresa predestinada a los apóstoles, a los mesías, tan ratos en nuestra historia que por ello mismo pocos aciertan a conocerlos o a comprender.
La concepción de una empresa fue siempre la obra individual de algún iluminado, y su realización faena colectiva.
Obra individual de Duarte fue la creación de La Trinitaria y obra colectiva de Sánchez, Mella, Puello, Santana, Jimenes, Bobadilla, Concha, Vicente Celestino Duarte, la proclamación de la República.
Ahí radica la grandeza y la gloria y el genio político de Duarte. Con él nace la República Dominicana. Lo demás es el rol de las armas de los capitanes, de los héroes anónimos, del pueblo.
Nunca fulgió la espada por sobre el pensamiento. Ninguna de nuestras batallas está por encima de la heroica fundación de la Sociedad Trinitaria, entre los aleves puñales de los dominadores. Como del Fiat Lux, en el alma del universo, nació el nombre de El Creador, así de la voz de mando y del pensamiento rector en la mesiánica asamblea de 1838, nació bajo el cielo dominicano el título de Padre de la Patria. “
7.-Tulio Cestero Burgos
“Duarte constituía peligro para los políticos de oficio, de aquella aurora nacional…y había que mantenerlo distante del respaldo integral que vive en el hondón del pueblo, para sus rectores insignes. Duarte era la moral de la República enfrentado a todo negocio político”.
8.- Federico Carlos Álvarez
“Cuando en el mismo año de la proclamación de la República, en 1844, Santana tomó el poder por medio de la fuerza, en virtud del principio de que manda el que puede, y declaró a Duarte traidor de la patria, prohibiéndole volver a la tierra que él hizo libre, Duarte se negó siempre a dividir a los dominicanos por medio de una guerra interna, convencido quizás de que la democracia no se establece por medio de la fuerza sino por la unión de todos los dominicanos en un sentimiento común, en una voluntad unánime, en una acción inteligente y eficaz…”.
9.-Guido Despradel Batista
“Tratar de justificar su fe en el sacrificio, es remover la esencia misma de su vida: porque él fue todo desprendimiento, abnegación y martirio…en ningunos labios es más exacto el dicho de Martí que en los de él mismo: “Patria es deber y agonía.
¿Quién pudo sentir y comprender más hondamente esta sentencia, sino él mismo, quién ofrendó su corazón sangrante en el altar del más puro y sincero patriotismo?”
10.- Pedro Mir
“…lo primero que habría que tomar en cuenta es el contexto social e histórico en que surge la figura de Duarte. Lo primero sería el estudio del proceso de nuestra nacionalidad en cuya virtud se esclareciera esta premisa fundamental: que antes de Duarte no se puede hablar de nacionalidad dominicana. Y otra cosa, que la soberanía haitiana estaba sólidamente afincada en esta parte de la isla para 1838. La tendencia independentista, que había florecido entre nosotros desde tiempos tan lejanos como 1809 y había atravesado la experiencia de 1821, se había apartado de la corriente continental y carecía de empuje para esos días”.
11.-Rafael Herrera
“El proyecto nacional de Duarte no tendrá plena vigencia mientras que los dominicanos no aceptemos que estamos ligados por obligaciones, propósitos, responsabilidades, devociones, que están fuera de la lucha política e ideológica…que tenemos que estar de acuerdo en muchas cosas, para crear fértiles y libres disentimientos”.
12.- José Rafael Lantigua
“Duarte es el símbolo de la Patria, en el ideal nacionalista, en la conciencia patriótica, en la batalla contra la intervención de extraños en nuestros asuntos. Símbolo es duarte del dominicanismo de valor que agiganta los pasos de la patria hacia su progreso social y económico”.
13.- Jaime Viñas Román
“Los dominicanos nos enorgullecemos de Juan Pablo Duarte. Un día como hoy, en torno a la fecha que conmemora su figura egregia, se multiplicarán los actos en su honor a nivel oficial y privado. Lo que inquieta nuestro ánimo con pesadumbre dolorosa es preguntarnos calladamente qué sentido real tendrán tantos homenajes. En otras palabras, nos preocupa la incertidumbre en torno al recuerdo real que pueda existir sobre este ideario lleno de luz que nos legó el Padre de la Patria Dominicana.
Aquel hombre inspirado que una vez dijo que “ El crimen no prescribe ni puede quedar jamás impune”; el mismo que afirmó valientemente que “ mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctima de sus maquinaciones”, el que exclamó con energía que “el gobierno debe mostrarse justo como enérgico, o no tendremos Patria, y por consiguiente ni libertad ni independencia nacional”, es el hombre que tendría para nuestro pueblo atribulado recetas eficaces y radicales, si entre nosotros surgieran seguidores suyos verdaderos, capaces de levantarse en medio de la confusión, con el ideario de DUARTE por bandera, y el esfuerzo y sacrificio como programa sincero y real”.