Por su incansable labor en provecho del sano desarrollo y crecimiento de la niñez dominicana han sido galardonados como pediatras eméritos un connotados grupo de muy distinguidos colegas pediatras, José Rojas, Tharsis Hernández, Daniel Martínez Garcés, Antonio Beras y Juan Reyes Herrera. Todos con una larga trayectoria dedicados de todo corazón al ejercicio de la pediatría.

 

El reconocimiento de pediatras eméritos, fue instituido en homenaje a uno de los más excelentes pediatras dominicanos de todo los tiempos el inolvidable maestro Teófilo (Teo) Gautier, dedicado a tiempo completo a la práctica y la investigación pediátrica. Perdió la vida en un accidente de tránsito, mientras se dirigía a continuar una de sus importantes investigaciones.

De izquierda a derecha, Juan Reyes Herrera, Daniel Martínez Garcés,
José Rojas, Tharsis Hernández y Antonio Beras.

Desde mediados del siglo pasado con la instalación del hospital Robert Reid Cabral (la Universidad de la pediatría dominicana) la alarmante tasa de morbimortalidad infantil ha disminuido drásticamente, con el constante egreso de pediatras, que hoy cubren la casi totalidad del territorio nacional. Ha quedado atrás aquella vieja conseja de procrear muchos hijos para que por lo menos quedaran la mitad vivos, ante la proliferación de enfermedades que atacaban severamente a la niñez como diarreas, sarampión, difteria, paludismo, meningitis, tuberculosis, tosferina, anemia severa, uncinariasis (parasitosis), nefritis, neumonías, poliomielitis, anemia falciforme, leucemia, viruelas, etc.

 

Por eso, hoy manifestamos nuestro regocijo por el reconocimiento de un nuevo grupo de pediatras como eméritos. Entre ellos José Rojas mi compañero de promoción de pediatría en 1986, que inmediatamente fue envestido como pediatra se trasladó a su pueblo natal San Francisco de Macorís, en esta importante localidad ha prestado una denodada labor al servicio de la niñez dominicana desde el hospital San Vicente de Paul, donde ocupó por muchos años la jefatura del servicio de pediatría.

 

Su capacidad y seriedad frente al paciente nos consta desde que fuimos médicos residentes en el Robert Reid, actitud que reiteró en el servicio de pediatría del Hospital Universitario San Vicente de Paul, allí no tenía horario para la solución de casos concretos de su área y en particular de algún paciente. También ha mantenido una actitud digna del ejercicio profesional desde su consulta privada por más de tres décadas en el Instituto de Especialidades Médicas (INEMED) de su ciudad natal. Donde además es docente de pediatría en la Universidad Católica Nordestana.

 

Tharsis Hernández, pediatra y pediatra endocrinóloga, se puede sintetizar como toda una vida dedicada al ejercicio de la pediatría.  Tharsis se integró de todo corazón a la tenaz lucha por imponer la imprescindible lactancia materna junto a la inolvidable maestra Josefina García de Cohen.  Insistían en desterrar los mitos sobre posibles “daños estéticos” a las madres lactantes y acentuaban los beneficios de esa alimentación, en gran medida fueron ellas las principales promotoras. Las recuerdo exhortándonos a nosotros los residentes del Robert Reid que debíamos explicar a todas las madres los beneficios reales de la lactancia materna.

 

Tharsis por mucho tiempo fue la encargada de la clínica de niño sano y crecimiento y desarrollo del hospital, y con la energía que le caracteriza estaba atenta al cumplimiento de todos los programas de esa importante clínica, luchando contra la vieja tradición de solo llevar al hospital a los niños cuando están enfermos. También con una muy  importante labor en el Instituto Nacional de Diabetes, Endocrinología y Nutrición (INDEN).

 

Daniel Martínez Garcés, veterano pediatra que fue nuestro compañero de labores en el Robert Reid, de modo merecido ha sido galardonado, siempre afanoso en servir al paciente. También laboró en el Hospital Juan Pablo Pina de su ciudad natal San Cristóbal, con una eficiente labor en centro, conocedor a cabalidad del perfil patológico de las enfermedades pediátricas en esa zona, donde ocupó el cargo de Director Regional de Salud.

 

Antonio Beras, de los viejos robles del Hospital Robert Reid, desarrolló una larga jornada de trabajo harto satisfactorio. Encargado del área de internamientos, sumamente compleja porque en el hospital la demanda de internamientos siempre ha superado la oferta de camas.

 

Correspondía a Beras ofrecer prioridad para ingresar a las salas clínicas y quirúrgicas a aquellos casos de más cuidados, siguiendo una regla rígida trazada por los inolvidables jefes del hospital los maestros Hugo Mendoza y Teo Gautier, quienes exigían de modo radical que cualquier paciente grave o de mucho cuidado que llegara al centro había que ingresarlo de modo obligatorio.

 

Juan Reyes Herrera, pediatra perinatólogo, encargado de perinatología en el Hospital Simón Stridels de Azua. Responsable en este centro de la organización y buena evolución de este servicio vital del niño cuando llega la vida. De alto interés que servicios tan importantes ya no requieren traslados constantes por la presencia de personal calificado en el interior del país.

 

Loor a estos apreciados colegas que han dedicado toda su vida profesional a luchar por el bienestar bio-psico-social de la niñez dominicana.