El dilema norteamericano en gráfica: ¿A quién darle el control del Senado?

El 8 de noviembre de 2022 se llevarán a cabo las elecciones de medio término, y que allá los resultados tienen el potencial de hacer más ingobernable a esa nación  –casi como si fuera una nación latinoamericana como Brasil–.

 

Es un examen que debe enfrentar Biden frente al retador Trump antes de llegar al 2025 a las elecciones presidenciales. Para este análisis didáctico y premonitorio recurro a FRANCE24, el medio francés, para documentarme de la introducción de Gabrielle Colchen a las elecciones de medio término estadounidense disponible en el enlace siguiente: https://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20221031-estados-unidos-gu%C3%ADa-para-entender-las-elecciones-de-medio-t%C3%A9rmino

 

Según la Guía de Gabrielle: El poder legislativo es el encargado de poner en marcha o frenar los proyectos que quieran desarrollar el presidente o los partidos. También ejerce un control político sobre el jefe de Estado y tiene el poder de investigarlo activamente.

La Cámara de Representantes cuenta con 435 diputados, elegidos por dos años. Cada estado tiene un número diferente de representantes en función de su población. El Senado está compuesto por 100 senadores, elegidos por seis años. Cada uno de los 50 estados elige a dos senadores. Cada dos años, en las elecciones legislativas, se renuevan la integralidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

Estas elecciones se llaman 'midterms' porque llegan en mitad del mandato presidencial. Este año, los ciudadanos elegirán sus 435 diputados y renovarán 35 escaños del Senado.

Actualmente, Joe Biden beneficia de una mayoría en las dos cámaras. En la Cámara de Representantes, el partido demócrata tiene 220 escaños, contra los 212 para los republicanos.

En el Senado, los demócratas ostentan 48 senadores frente a los 50 de los republicanos. Sin embargo, dos senadores independientes están aliados a los demócratas y la vicepresidenta Kamala Harris puede aportar un voto como presidenta de la Cámara Alta, lo que otorga a los demócratas una mayoría estrecha en el Senado.

Además, se eligirán 36 de los 50 gobernadores de estado serán asimismo elegidos (según el calendario electoral de cada Estado). Para muchos estadounidenses, esta elección es tan o más importante que la del Congreso.

Los gobernadores tienen poder ejecutivo a nivel estatal sobre varios asuntos que no corresponden al gobierno federal, entre ellos, el presupuesto, el aborto o la regulación medioambiental.

A principios de noviembre también se designarán 35 fiscales federales, encargados de aplicar la ley a nivel estatal y asesorar al gobierno local. Además, se nombrarán 27 secretarios de Estado (responsables de los procesos electorales) y 28 tesoreros de Estado (responsables de las finanzas).

Algunas ciudades como Oklahoma City, Charlotte o Washington DC también organizarán sus elecciones a la alcaldía.

Y en paralelo, el 8 de noviembre se celebrarán referendos sobre la cuestión del aborto en cinco estados –California, Vermont, Michigan, Kentucky y Montana–, ya sea para proteger este derecho o restringirlo.

Los posibles escenarios de Gabrielle Colchen son: Aunque se espera que el partido de Biden pierda escaños en el Congreso, estas elecciones siguen siendo imprevisibles.

Lo menos probable es que los demócratas conserven una mayoría en ambas cámaras. Desde 1860, 37 de las 40 elecciones de medio mandato se han saldado con la pérdida del partido del presidente en la Cámara de Representantes.

Si los republicanos ganan ambas cámaras, tendrán mayor margen de maniobra para pasar sus proyectos de ley y bloquear los de Joe Biden. Si solo ganan la Cámara de Representantes, el equilibrio de poder será más marcado en las dos cámaras. En ambos casos, el presidente tendrá que cohabitar con el partido republicano. Eso obligaría a los dos partidos a negociar y hacer concesiones. Sin embargo, el campo republicano podría también elegir bloquear toda la agenda de Joe Biden.

¿Qué podría cambiar si los republicanos logran la mayoría en el Congreso?

La línea política del Congreso se definirá por los resultados de estas 'midterms'. El partido republicano publicó un corto programa político que gira entorno a la economía, la seguridad, las libertades y la rendición de cuentas.

Si gana el Congreso, se podría esperar que la seguridad, la limitación del derecho al aborto, de la migración o del acceso a la seguridad social estén en el centro de sus preocupaciones. También podrían impedir a Joe Biden proponer leyes sobre medioambiente, control de armas o los gastos del gobierno.

De manera general, en caso de larga victoria republicana, se espera la revancha del partido republicano sobre los demócratas. Varios miembros ya han prometido lanzar un proceso de destitución contra Joe Biden, investigar sobre la retirada de las tropas de Afganistán y su gestión de la COVID-19, así como seguir la investigación de su hijo, Hunter Biden, acusado de evasión fiscal y blanqueo de dinero.

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¿Qué nos espera a la América Latina y a República Dominicana con ellas? Todo y nada. Ver cómo los latinos ganan peso político en el “power machine” norteamericano ahora que somos parte del problema interno “gringo” por la crisis migratoria. Sin embargo, la posibilidad es que se complique, como vemos lo que ha pasado con los venezolanos que esperaban una política parecida a la que benefició a los balseros cubanos.

Ya aparecen que de esa migración venezolana hay candidatos/as a puestos políticos en  las legislaturas estatales y la federal. Pero los vientos no son los mejores frente a la polarización que ha llevado a un ambiente anti-migrante. Ni aún los portorriqueños –con una condición especial (son ciudadanos en territorios continental y no lo son viviendo en su isla), viven sus mejores tiempos.

Además, esperamos la reacción geopolítica estadounidense a la izquierdización de varios países en nuestro continente. Para el martes en la noche ya escucharemos los resultados de estas elecciones de medio término, para nuestra alegría o desencanto. De todas maneras: ¡Salvemos la democracia de sus propios demonios en el país más orgulloso como para ponerse de ejemplo al mundo!